Año 3 • No. 121 • octubre 27 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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  El inframundo mesoamericano
María del Carmen Suárez
México es un país de cavernas. Las condiciones geológicas han generado tal cantidad y complejidad de sistemas de túneles que bien podemos hablar de una patria subterránea. La propuesta aparece novedosa, mas no es así, sociedades pretéritas encontraron en las cavernas el entorno propicio para expresar su conciencia religiosa, la cual sólo hasta ahora empezamos a valorar al indagar su
pensamiento y sus manifestaciones culturales.

En este sentido, el estudio de las cavernas ofrece nuevas herramientas de interpretación antropológica e histórica. No sería aventurado decir que el territorio mexicano, con sus dos millones de kilómetros cuadrados, alberga más de 25 mil cavernas, de las cuales aún no se ha registrado ni el 10 por ciento.

Las cavernas eran consideradas puertas o vías de comunicación con las capas inferiores del universo en el pensamiento religioso de toda el área Maya y de Mesoamérica, en general. Se tenía una imagen del universo que entendía a la superficie terrestre como una plataforma circular o cuadrada en un eje horizontal rodeado de agua. Los cielos y el inframundo eran el eje vertical, formando así un inmenso mapa cosmológico. Se planteaba la existencia de 13 cielos o pisos superiores y nueve pisos que conformaban el inframundo. El mundo inferior era considerado como el soporte que sostenía el universo.

El simbolismo del inframundo está asociado a la noche y a las tinieblas, que pueden discernirse en dos mitos cosmogónicos: ritos de iniciación e iconografías que tratan de animales nocturnos o subterráneos que revelan la solidaridad estructural existente entre la oscuridad precósmica y prenatal, por una parte, y la muerte, el renacimiento y la iniciación, por otra. Es igualmente necesario agregar que la oscuridad simboliza el caos precósmico, así como la orgía, entendida ésta como la confusión social, la locura, y la desintegración de la personalidad.

El concepto mesoamericano de inframundo, con sus mitos y ritos, ofrece la posibilidad de exaltar diferentes estados psicológicos, que, en nuestros términos, son el mundo onírico y los estados alterados de la conciencia, ideas que, sin duda, están ligadas a las creencias y ritos religiosos de aquellas culturas.
En las formas de separación del cuerpo y el espíritu del chamanismo destaca el sueño y el trance extático como estados que, de acuerdo con la significación que tienen para los individuos, más que irracionales podrían ser considerados como supraconscientes. El estado de éxtasis es también una separación del cuerpo y el espíritu, en donde este último vive experiencias extraordinarias producidas por drogas, danzas orgiásticas, flagelación, autohipnotismo y respiración rítmica. Entre los ingredientes psicoactivos incluían
hongos, plantas, animales y productos como las bebidas alcohólicas que causaban alguna alteración psicofísica con efectos placenteros, relajamiento, estímulo, embriaguez y alucinaciones. En suma, modificaciones diversas de la percepción.

En el inframundo se desempeña el chamanismo, la sepultura, la muerte y el renacimiento. En él, la vida permanece latente y transcurre en un letargo germinal a la manera de una semilla, de donde emergerá un nuevo individuo. La caverna y el inframundo están relacionados en todos los casos con las divinidades que residen en el interior de la tierra. El inframundo como caverna es el lugar de refugio ante las catástrofes que limitan un mundo (soles o eras cosmogónicas) de otro; donde después los supervivientes humanos son reducidos en una metamorfosis a seres animales por los dioses; no obstante, ahí, la vida permanece siempre latente para germinar.

Es necesario apuntar que las formaciones subterráneas naturales como cuevas, cavernas, ríos subterráneos o grutas no son necesariamente el inframundo. La caverna es el conducto por medio del cual se llega; la puerta, el camino, esto se entiende por las características geomorfológicas de las grutas, pues su subsuelo respecto a la cosmovisión mesoamericana de pisos inferiores permitía la asociación.

Así pues, la caverna conduce al inframundo, donde han sido depositados los muertos, o es al menos el lugar en donde inicia el viaje, o el tránsito obligado de los astros, pero a fin de cuentas es el requisito para el nuevo nacimiento. Se encuentran entonces aquí la muerte y el nacimiento, los dos aspectos, positivo y negativo, de todo gran símbolo.

La Biblioteca Virtual “Miguel de Cervantes”, por medio de su Sección de Historia, y el Ateneo de Arte y Cultura convocan a participar de manera libre y gratuita en un encuentro virtual internacional bajo la temática del inframundo mesoamericano, el evento contará con diferentes invitados relacionados con la arqueología y la antropología de los pueblos mesoamericanos entre los que cabe destacar a Ismael Arturo Montero García, especialista en antropología simbólica, arqueología de alta montaña y espeleoarqueología.

La fecha del encuentro es el martes 28 de octubre de 2003, a las 11:00 a.m., hora local México, (18:00 hora española-peninsular) en http://cervantesvirtual.com/tertulia La Biblioteca Virtual “Miguel de Cervantes Saavedra” es una entidad cultural, sin ánimo de lucro.