Año 3 • No. 123 • noviembre 10 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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El encanto de lo imperceptible
Diatomeas
, joyas acuáticas
Carlos Miguel Storch de Gracia (Estudiante de la Facultad de Biología, Grupo 304)
Este es un escrito que tiene el objetivo de desviar nuestra mirada de los seres más visibles y conocidos hacia algunos de los pequeños y no por ello menos importantes, hermosos y sorprendentes organismos que nos rodean, ofreciendo la información básica que todo interesado debe conocer.

Al observar una fotografía de diatomeas, éstas parecen una gema exótica o una imagen caleidoscópica, en realidad son algas microscópicas unicelulares pertenecientes a la división Bacillariophyta que habita lo mismo océanos lagos o charcas.

La mayoría de las cinco mil especies registradas, separadas por muchos autores de acuerdo a su forma: centrales y pennales, se encuentran como células aisladas, cadenas o filamentos en un hábitat acuático (flotando, adheridas a troncos, rocas, algas macroscópicas o incluso sobre animales), pero algunas de ellas se han adaptado a suelos húmedos y ambientes con muy poca agua.

Su singular apariencia, única entre todos los seres vivos, se debe a dos piezas de tamaño ligeramente distinto generalmente compuestas de sílice (el mismo material de los cristales de cuarzo) que encajan una dentro de la otra y recubren la célula. La más grande se conoce
como epiteca, la menor como hipoteca y al conjunto se le denomina frústula. Gracias a esto estas piezas tienen formas geométricas diversas y su superficie casi siempre está perforada por poros u ornamentada por costillas o espinas, lo que aumenta la complejidad de su diseño.

En el interior de este estuche se encuentra el núcleo de la célula, que realiza prácticamente todas las funciones biológicas. El proceso de reproducción en estas algas es sumamente interesante y complejo pues incluye una fase asexual en la cual existe reducción de tamaño, y otra sexual en la que se recuperan las dimensiones originales.

Aunque no las podamos ver a simple vista, las diatomeas son muy importantes para la vida pues conforman del 20 al 25 por ciento de la materia orgánica de la Tierra, produciendo alrededor del 70 por ciento del oxígeno que respiramos y absorbiendo grandes cantidades de dióxido de carbono. También constituyen el principal alimento de muchos otros organismos planctónicos, incluyendo las larvas de peces o ictioplancton, por lo que desde hace algunos años se han reproducido con éxito algunas especies en cultivo para su utilización como alimento en la industria piscicultora.
Por otro lado, con el paso de millones de años, las frústulas que caen al fondo del mar forman capas de sustrato de hasta varios metros de grosor conocidas como tierra de diatomeas o diatomita. Algunos de estos antiguos fondos marinos hoy son tierra firme, quedando expuestas montañas, literalmente hablando, de diatomita, la cual es explotada comercialmente en muchos países para su uso como material filtrador en procesos industriales, principalmente.

Dentro de la investigación ambiental, las diatomeas son excelentes bioindicadores, además de que debido a la resistencia de sus frústulas el registro fósil es muy

Figura 1
completo por lo que se utilizan también para estudiar cambios climáticos y condiciones del agua donde vivieron en eras geológicas pasadas. Incluso hay quien utiliza las frústulas de las diatomeas para hacer arte*, acomodándolas en una especie de mosaico microscópico. Sobra mencionar las habilidades manuales que este tipo de trabajo requiere.

Para finalizar, sólo queda mencionar que todos los aspectos aquí tratados no son más que una sucinta pincelada acerca de las diatomeas y, aunque no hace justicia a su gran importancia y belleza, espero sirva para despertar el interés en estas joyas acuáticas.
Comentarios: storch_cm@yahoo.com.mx