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Ante
universitarios en conferencia organizada por la Facultad de Física
Expuso Arnulfo Zepeda
proyecto de avances científicos
Ricardo Luna |
Un grupo
de científicos de una veintena de países, incluyendo
México, está trabajando para desentrañar los
misterios de los rayos cósmicos ultra-energéticos que
llegan a la Tierra. El Proyecto Pierre Auger, sin precedente mundial,
en opinión de Arnulfo Zepeda, investigador de Física
del Centro de Investigación de Estudios Avanzados del Instituto
Politécnico Nacional (Cinvestav-IPN), podría
en poco más de 15 años, proporcionar a la ciencia nuevos
fenómenos astrofísicos y por qué no decirlo,
la posibilidad de descubrir nuevas leyes de la física, hasta
del origen mismo del universo.
Invitado por la Facultad de Física a dar una conferencia sobre
esta colaboración internacional, el investigador dijo que el
objetivo del proyecto es montar dos observatorios para detectar rayos
cósmicos, los cuales desencadenan energías hasta el
momento inexplicables de muy alta escala, uno en el hemisferio Sur
y otro en el Norte del continente americano, en una zona conocida
como la pampa amarilla de la Argentina.
Dio a conocer que a través del proyecto internacional Pierre
Auger se pretende estudiar el espectro energético de los rayos
cósmicos de alta energía, así como la determinación
de su masa y dirección de arribo a nuestro planeta. |
El
proyecto Pierre Auger pretende concluir en el 2006 y en él
participarán alrededor de 250 científicos de
más de 30 instituciones y más de 15 países
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Los
rayos cósmicos, afirmó Zepeda, son principalmente protones,
electrones y otras partículas subatómicas que se mueven
a velocidad cercana a la de la luz. Por mucho tiempo fue un gran misterio
la procedencia de estos rayos, pero en la actualidadse sabe que la
mayoría proviene de explosiones de supernovas, pulsares y otros
objetos estelares.
Al llegar los rayos cósmicos a la atmósfera, éstos
colisionan con los átomos que la componen y así producen
cascadas electromagnéticas: mesónicas y nucleónicas.
Cuanto mayor es la energía del rayo cósmico, mayor es
el área que abarcan dichas cascadas al llegar a la superficie
de la tierra.
Mediante el uso de gráficas y fotografías, explicó
a los estudiantes que uno de los observatorios estará situado
en Utah, Estados Unidos y el otro en Malargüe, provincia de Mendoza,
Argentina. Cada uno tendrá mil 600 tanques de agua, equipados
con fotomultiplicadores, un sistema de comunicación, ambos
ocuparán un una superficie de 3 mil kilómetros cuadrados,
lo cual convierte al proyecto en el más grande del mundo.
Los observatorios contarán con uno o varios prototipos de detectores
de fluorescencia llamados Cherenkov ubicados en el centro del arreglo
para hacer calibraciones precisas de la energía depositada
en la atmósfera por cada rayo cósmico despedido de la
lluvia cósmica. Este tipo de detector de fluorescencia ha sido
ya empleado con éxito en los Estados Unidos y en otras partes
del mundo.
Agregó que para que dicho proyecto sea una realidad, se ha
requerido de muchos científicos de diferentes áreas
de las ciencias exactas como electrónicos, informáticos,
ópticos, astronómicos, matemáticos y físicos,
para llevarlo a buen fin involucra a científicos de Francia,
España, Alemania, Suiza, China, Argentina, Armenia, Australia,
India, Brasil, Rusia, Japón, Italia, Inglaterra, Estados Unidos,
Chile, Vietnam y por supuesto México, de donde participan investigadores
de la UNAM, Cinvestav-IPN y de la Facultad de Ciencias Físico-Matemáticas
de la Universidad Autónoma de Puebla. |
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