| Año 3 • No. 127 • enero 12 de 2003 | Xalapa • Veracruz • México |
Publicación
Semanal
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Como
parte del pasado XXIII Foro Internacional de Cine |
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| “Cuando
se quiere hacer cine, se puede” afirmó Marcel Sisniega,
director de la película Fandango, filmada en el marco
de los tradicionales festejos del día de “La Candelaria”
en Tlacotalpan, Veracruz, durante el estreno de esta producción
independiente que –en formato dvd– se estrenó en
Xalapa a principios de diciembre pasado en El Ágora de la Ciudad. |
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| Un
gran reto significó para el joven director realizar una película
cruda y dramática en medio de un paisaje tan festivo como el
tlacotalpeño. Fandango es una historia de ficción
que nació de la mente de un aficionado al fandango–Sisniega–
quien junto con Martín Zapata –protagonista de la misma–
idearon juntos este drama individual. En ella se narra el conflicto de un personaje –Bartolomé Espina– quien decide arriesgar lo poco que tiene en una sola jugada. Se trata de un antihéroe con tintes nihilistas, con un gran vacío emocional que llega a ser irritante para el espectador. Es el viaje de un escritor frustrado, un “poeta menor”, un ser mediocre en medio de la fiesta absoluta de la jarana. Hacer esta película fue una grata experiencia para Sisniega quien se sintió afortunado de contar con el apoyo de los actores Samia Fandiño como “Rosalía”, Eugenia Leñero como “Lía” y Arturo Meseguer en el papel de “Manuel”. “Se trata de un elenco muy fresco que no está desgastado por la televisión y que resulta ideal para el cine”. |
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| Fandango
no es una cinta de bajo presupuesto, en palabras de su director, se
trata de una película de “no presupuesto”, una de
las más baratas de los últimos años: “A
pesar de no tener dinero, creo que hicimos una buena película
con un equipo muy comprometido que trabajó por el gusto de
hacerlo”. Martín Zapata, el protagonista de la misma, afirmó que fue una muy interesante experiencia en su carrera profesional: “Al escribir el guión, junto con Marcel, hubo mucho entendimiento entre ambos. Los planos secuencia son largos, por lo que disfruté mucho al personaje a quien pude entender y dar vida; había una continuidad actoral”. En sus palabras, esta historia toca fibras muy profundas en la vida de un hombre que atraviesa una crisis en su profesión, su identidad y amor: “Es un ser sin brújula en la encrucijada permanente de morir-vivir. Es un ser contradictorio, desolador, apático, árido y sin esperanzas, yo creo que por todo esto es muy actual”. Fandango fue una producción ligera, abierta a la improvisación y cuyo resultado es la película “más redonda” –como él mismo lo dice– en la carrera de Marcel Sisniega. |
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