Año 3 • No. 127 • enero 12 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 
Información General

 Información Regional
 
 Date Vuelo

 Compromiso Social

 Arte Universitario

 Inter Nautas

 Halcones al Vuelo

 
Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

  Los sueños de Akira
Roberto Ortiz Escobar
El amanecer fílmico del Cine Club de la UV en 2004 permitirá disfrutar el ciclo “Los sueños de Akira”, dedicado a uno de los cineastas japoneses más conocidos en México.

Si bien Kenji Mizoguchi y Yasujiro Ozu empezaron a filmar desde el periodo silente,Akira Kurosawa será el vehículo de reconocimiento internacional a una cinematografía nacional de noble estirpe. Esto fue poco tiempo después de la derrota japonesa en la Segunda Guerra Mundial, muy en correspondencia con una apertura de Japón a occidente que no se había dado desde el periodo Meiji: en 1950, Rashomon se exhibe en Europa y gana el León de Oro de Venecia y el Oscar de Hollywood.
A partir de entonces, no sólo la crítica y el público seguirán las huellas de Kurosawa, sino que algunos cineastas se inspirarán en sus obras para homenajearlo o plagiarlo: Los siete magníficos (1960, de John Sturges) se vincula a Los siete samurais (1954) y Cuatro confesiones (1963, de Martin Ritt) a Rashomon; Sergio Leone, por su parte, realizó un spaghetti-western basado en Yoyimbo (1961).

Kurosawa hizo películas de época o contemporáneas y en más de una ocasión se inspiró en escritores como Shakespeare (Trono de sangre y Ran), Dostoievski (El idiota), o Gorki (Bajos fondos). Fue un maestro en el manejo del montaje, un perfeccionista en las estructuras narrativas (Rashomon y Vivir) y un deslumbrante artesano (manejo de flash-backs y flash-forwards, o bien de voz en off y voz subjetiva).

Auque tuvo varios intentos de suicidio, el cineasta superó las adversidades de su trayectoria fílmica, legándonos al final de su carrera obras monumentales (Kagemusha y Sueños) donde reflexiona sobre la condición humana y el devenir histórico.

Temáticamente su obra está empapada de un elocuente humanismo y un afán renovador del ser humano, muchos de sus personajes no se doblegan ante realidades aciagas; no obstante las adversidades, la reciedumbre y la perseverancia son el mejor bálsamo de la existencia. En el destino humano, nos sugiere Kurosawa, el hombre aprende y se supera a partir de la disciplina, su cine nos remite también a los deseos y a las pasiones, al juego de la doble moral, a la corrupción y a la hipocresía.

De este samurai épico que nos brindó asombrosas imágenes, podremos ver durante enero Sueños, La fortaleza escondida, Barba roja, Yoyimbo, Rapsodia en agosto y El cumpleaños.

Hoy en el Aula Clavijero, de Juárez 55, se proyecta Sueños (Dreams, Japón, 1990) película 29 donde este director amalgamó prodigiosamente tradición con modernidad, infancia con madurez y vejez, recuerdo con fantasía, vida con muerte y esperanza con pesimismo. Ocho son los sueños que Kurosawa expone en esta película que combina ingeniosamente colores y atmósferas en una visión apacible, dramática o trágica. Todo un festín que el público no debe dejar de ver. Más información, en la dirección electrónica: eamarcord@yahoo.com.mx