Año 3 • No. 129 • enero 26 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Leyendas e historia de Calerías
Karina Arriaga Murrieta
A sus 18 años Heber Manuel Gutiérrez Tadeo está a punto de ingresar al cuarto semestre de la licenciatura en Derecho. Él es afable y sencillo y ha pasado por un proceso de adaptación al dejar su hogar en la comunidad de Calería, municipio de San Andrés Tuxtla y venirse a vivir a Xalapa. No obstante, el llamado de la tierra no se ignora y por ello a veces es gratificante relatar y describir lo que se ha dejado, lo cual es una manera de compartir y reconstruir el hogar al que se añora volver. Esto es lo que Heber relató:

“El nombre de Calería proviene de la creencia de que la Laguna Encantada se desbordó hace mucho tiempo y arrastró en sus aguas muchas piedras de cal, con lo cual

Heber Manuel Gutiérrez Tadeo.
se formó el lugar. También se dice que fue a raíz de una industria de cal.

”La comunidad es una zona rural donde la gente se dedica a sembrar maíz y fríjol principalmente. Hay una industria tabacalera y los dueños brindan trabajo a la comunidad, pero esto no es suficiente para satisfacer las necesidades de la población, por lo que muchos se ven obligados a emigrar a México o la las ciudades fronterizas.

”La fiesta titular se celebra el 15 de mayo en honor a San Isidro Labrador, curiosamente por esos días llueve mucho y sopla un poco de aire, mientras el resto del año hace mucho calor. También en junio se realiza la fiesta a San Antonio de Padua, se pasea al santo por las calles principales de las comunidades cercanas.

”Debido a que no pertenezco a la religión católica me es difícil celebrar y compartir estas creencias, pero aunque no formo parte me gusta convivir y aprender de ella, pues creo que es importante ser respetuoso y tolerante, eso es algo que nos enseñaron.

”Mi padre me contó que anteriormente se hacía también una celebración muy bonita el 2 de febrero, con bailes tradiciones y folklor, pero es otra de las cosas que se han dejado de hacer con el tiempo.

”La comida tradicional que se elabora para ocasiones especiales es el mole; los chamchamitos, tamales de masa con pollo; las chancletas, tamales aplastados de carne de res deshebrada con chile; mimilos preparados con maíz molido mezclado con manteca y tamales de fríjol en forma de triángulo con asientos de chicharrón. De tomar se hace café, chocolate, agua de masa elaborada con maíz molido, azúcar, agua y hielo, así como una bebida hecha con el agua del maíz del pozole.

”El Día de Muertos ha perdido mucho de su anterior vistosidad, pues antes la gente acostumbraba visitar a sus difuntos en el cementerio y los acompañaba durante toda la noche, además de hacer altares en sus casas. Ahora la gente sólo va un rato al panteón y ya casi no se construyen altares, por lo que se ha hecho una campaña para revalorar esta tradición.

”Existe presencia indígena aún, pero poco a poco se va perdiendo. En mi comunidad también se preservan algunas costumbres y creencias que no tienen que ver con la religión católica. Por ejemplo, hay un cerro que se llama el Cerro del Gallo al cual se le guarda mucho respeto. Mi padre me dijo que es un lugar donde se quedó a descansar Quetzalcóatl en su travesía hacia Centroamérica. Cuentan que allí se para un gallo a medianoche y canta para advertir a la comunidad sobre los peligros que la acechan como enfermedades o malos presagios. Antes, en la llegada de la primavera, se iba a este cerro para llenarse de energía.

”Al estar fuera, me doy cuenta que hay muchas tradiciones, costumbres y celebraciones que se están perdiendo, incluso la presencia indígena muere, lo cual considero terrible, pues si esto se olvida, también nosotros olvidamos algo que somos y que nos hace ser mexicanos”.