|
|
Autonomía
Sergio Valdivia Navarro
|
Siempre
hemos escuchado a nuestros mayores decir que los tiempos cambian y
que las cosas no son como antes. Muchas veces hay nostalgia en sus
palabras y nos hablan de que los tiempos pasados fueron mejores. Y
creo que hay mucho de verdad en esas palabras y aún nosotros
podemos darnos cuenta cómo nuestros hermanos menores o nuestros
hijos viven sus vidas de una manera diferente a la nuestra; sin embargo
la vida actual también tiene muchas ventajas y cuando pensamos
en una mayor autonomía en nuestro aprendizaje tenemos que percatarnos
de cómo ha cambiado nuestro entorno.
Aquí quiero comentar acerca de algunas de las ventajas del
mundo presente, del cual debemos estar concientes, ya que hay riquezas
que nuestros padres o nuestros abuelos no tuvieron y ni siquiera soñaron
con tener. Se dice que ahora vivimos en la era de la información,
que por tenerla tan a la mano, en nuestras casas o en nuestras escuelas,
toma un tono de normalidad y ya sabemos que todo lo que
se vuelve normal, muchas veces no se valora de la misma forma que
aquello que es novedoso.
Ahora, los niños crecen y aprenden en un ambiente de información
a través de la televisión por cable, a través
de la cada vez más amplia gama de periódicos y revistas,
a través de libros que existen en nuestras casas, escuelas
o bibliotecas y sobre todo a través de la supercarretera de
la información: la Internet. Ya no es extraño ver a
niños jugando con una computadora. Los niños de hoy
sin tener amplios conocimientos de sistemas operativos o lenguajes
digitales o aún del idioma inglés, se acercan con naturalidad
a esta tecnología y la manejan con mucha comodidad. Los hay
quienes, ya a temprana edad, se encuentran visitando páginas
de Internet de su interés, o chateando con sus
amigos al otro lado del mundo. Los niños ahora participan de
manera acertada en las conversaciones de los adultos, los niños
de hoy saben de política, de física, de química,
de matemáticas, de español y también de sexualidad.
La información fluye en todos los sentidos y no podemos escaparnos
al aprendizaje de un mundo cada vez más cercano.
Las bibliotecas están cada vez más presentes. Vemos
que muchas de ellas abren sus puertas al público en general.
Nuestros maestros nos piden que las visitemos para hacer alguna tarea
en particular y vemos cómo a determinadas horas del día
se llenan de estudiantes de diferentes edades. Vemos cómo a
nuestro alcance existen tantos temas por aprender y tantas cosas por
conocer.
Pareciera que el conocimiento nos rodea por doquier. Ya no podemos
imaginar que alguien llegue a nuestros cursos sin saber absolutamente
nada. Tenemos ideas generales; a veces vagas; pero al
menos hemos oído de esto o de lo otro. Por todo lo anterior,
quienes somos maestros, vemos con agrado que nuestros estudiantes
llegan con mejores bases a nuestros cursos, haciendo de nuestro trabajo
un nuevo reto. Y nos hacemos concientes de que no tendremos el tiempo
suficiente para dotarlos de todo lo necesario y tenemos
que aceptar que esta nueva realidad nos ha convertido en un elemento
de educación que busca darle coherencia y dirección
a lo que el mundo que nos rodea ha puesto a nuestro alcance y que
debemos aprovechar como una riqueza que nos tocó vivir. (http://www.uv.mx/portalcadi/) |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|