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Presenta
investigador sus avances en trastornos del sistema nervioso
Se desconocen los efectos
a largo plazo de fármacos
Edith Escalón |
Los medicamentos
que hoy se expenden para controlar o curar ciertos padecimientos tienen
efectos sobre la expresión de los propios genes del ser humano,
según dijo Arturo Ortega, investigador del Departamento de
Genética y Biología Molecular del Instituto Politécnico
Nacional.
Al participar en el ciclo de conferencias El Papel de la Investigación
Científica en la Práctica Médica, el investigador
explicó que su línea de trabajo es conocer cómo
cambian esos patrones de creación de genes en respuesta-estímulo,
para lo cual decidió tomar como modelo de estudio el sistema
nervioso.
Como ejemplo citó algunos fármacos que se utilizan en
el tratamiento de la epilepsia, padecida por el dos por ciento de
la población mexicana, pues estos medicamentos mantienen al
paciente en condiciones normales durante un tiempo: Que va de
los dos a los tres años, aproximadamente.
Sin embargo, dijo, al suspender el tratamiento los pacientes revierten,
es decir, el fármaco tiene un efecto que incide sobre las propiedades
de las células normales: Lo que nos ha permitido demostrar
que la acción del fármaco no es controlada, sino que
incide sobre otras funciones del sistema nervioso.
Comentó que una de las líneas de investigación
del laboratorio de Genética y Biología Molecular del
Instituto Politécnico Nacional es justamente establecer qué
hacen o cómo modifican los genes ciertas sustancias utilizadas
para el tratamiento de la epilepsia.
Otra de las líneas de trabajo está encaminada a estudiar
padecimientos en el sistema nervioso que requieren de aplicación
prácticamente local: Por ejemplo, cuando hay un tumor
en el cerebro es difícil hacer cirugía, lo cual es un
problema porque aún cuando se hace cirugía dirigida,
las células están formadas en una red tan grande que
quitar una parte del tejido afecta muchas otras funciones, afirmó. |
![](images/notaedith.gif)
Arturo
Ortega. |
Explicó
que su trabajo científico consiste en colaborar con médicos
del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía,
y personal de la Universidad Autónoma Metropolitana para desarrollar
nanomateriales, esto es, pequeñas moléculas que contienen
en sí mismas fármacos para combatir el crecimiento
de tumores.
La idea a futuro es utilizar estos nanomateriales para introducir
genes. Por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson se pierde el aporte
de dopamina porque una de las enzimas claves en la síntesis
de este transmisor se pierde. Nosotros queremos lograr insertar este
gen para desaparecer el padecimiento, señaló. |
Cabe
aclarar que muchos de los tratamientos que se conoce hoy en día
se aplicarán 20 años después, ahí radica
el concepto mismo de la ciencia. Arturo Ortega puso un ejemplo: Nosotros
no tendríamos ninguna pista de cómo establecer el mecanismo
de acción del antiepiléptico, si no fuera porque alguien
antes demostró que afecta la transmisión glutamatérgica
y produce descargas; y que alguien posteriormente correlacionó
estos efectos con la epilepsia.
El investigador comentó que el estudio del sistema nervioso
es en sí mismo un reto, pues implica una complejidad evidente,
ya que en el cerebro tenemos 10 billones de células y cada
una se comunica con otras mil, por lo que resaltó los avances
que en esta área se han tenido en los últimos años.
Este ciclo de conferencias fue organizado por la Facultad de Medicina
y el Instituto de Neuroetología de la UV. |
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