Año 3 • No. 132 • marzo 4 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales  

 Información General

 Información Regional

 Arte Universitario

 Foro Académico

 Inter Nautas

 Halcones al Vuelo

 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

  Presenta investigador sus avances en trastornos del sistema nervioso
Se desconocen los efectos
a largo plazo de fármacos
Edith Escalón
Los medicamentos que hoy se expenden para controlar o curar ciertos padecimientos tienen efectos sobre la expresión de los propios genes del ser humano, según dijo Arturo Ortega, investigador del Departamento de Genética y Biología Molecular del Instituto Politécnico Nacional.

Al participar en el ciclo de conferencias El Papel de la Investigación Científica en la Práctica Médica, el investigador explicó que su línea de trabajo es conocer cómo cambian esos patrones de creación de genes en respuesta-estímulo, para lo cual decidió tomar como modelo de estudio el sistema nervioso.

Como ejemplo citó algunos fármacos que se utilizan en el tratamiento de la epilepsia, padecida por el dos por ciento de la población mexicana, pues estos medicamentos mantienen al paciente en condiciones normales durante un tiempo: “Que va de los dos a los tres años, aproximadamente”.

Sin embargo, dijo, al suspender el tratamiento los pacientes revierten, es decir, el fármaco tiene un efecto que incide sobre las propiedades de las células normales: “Lo que nos ha permitido demostrar que la acción del fármaco no es controlada, sino que incide sobre otras funciones del sistema nervioso”.

Comentó que una de las líneas de investigación del laboratorio de Genética y Biología Molecular del Instituto Politécnico Nacional es justamente establecer qué hacen o cómo modifican los genes ciertas sustancias utilizadas para el tratamiento de la epilepsia.

Otra de las líneas de trabajo está encaminada a estudiar padecimientos en el sistema nervioso que requieren de aplicación prácticamente local: “Por ejemplo, cuando hay un tumor en el cerebro es difícil hacer cirugía, lo cual es un problema porque aún cuando se hace cirugía dirigida, las células están formadas en una red tan grande que quitar una parte del tejido afecta muchas otras funciones”, afirmó.

Arturo Ortega.
Explicó que su trabajo científico consiste en colaborar con médicos del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, y personal de la Universidad Autónoma Metropolitana para desarrollar nanomateriales, esto es, pequeñas moléculas que “contienen en sí mismas fármacos” para combatir el crecimiento de tumores.
“La idea a futuro es utilizar estos nanomateriales para introducir genes. Por ejemplo, en la enfermedad de Parkinson se pierde el aporte de dopamina porque una de las enzimas claves en la síntesis de este transmisor se pierde. Nosotros queremos lograr insertar este gen para desaparecer el padecimiento”, señaló.
Cabe aclarar que muchos de los tratamientos que se conoce hoy en día se aplicarán 20 años después, ahí radica el concepto mismo de la ciencia. Arturo Ortega puso un ejemplo: “Nosotros no tendríamos ninguna pista de cómo establecer el mecanismo de acción del antiepiléptico, si no fuera porque alguien antes demostró que afecta la transmisión glutamatérgica y produce descargas; y que alguien posteriormente correlacionó estos efectos con la epilepsia”.

El investigador comentó que el estudio del sistema nervioso es en sí mismo un reto, pues implica una complejidad evidente, ya que en el cerebro tenemos 10 billones de células y cada una se comunica con otras mil, por lo que resaltó los avances que en esta área se han tenido en los últimos años.

Este ciclo de conferencias fue organizado por la Facultad de Medicina y el Instituto de Neuroetología de la UV.