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Voz
en off:
8 Mujeres
Roberto Benítez Contreras |
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La
obra cinematográfica que se exhibió en el Ágora
de la Ciudad el pasado miércoles fue 8 mujeres, la cual
está basada en la obra teatral del mismo nombre de Robert Thomas,
y en esta ocasión dirigida por el dirección francés
Francois Ozon (Gotas que caen sobre rocas calientes, 1999 y Bajo la
arena, 2000).
Uno de los atractivos más destacados de esta producción
es que reunió a grandes actrices francesas |
de
diferentes generaciones: Catherine Deneuve, Isabelle Huppert, Emmanuelle
Béart, Fanny Ardant, Virginie Ledoyen, Danielle Darrieux, Ludivine
Sagnier y Firmine Richard. Un elenco de primera.
Esta comedia cuya única pretensión es, sin duda, divertir,
está provista de lo necesario para atrapar nuestra atención.
Sobre la base argumental de una obra teatral de suspenso se presentan
ocho personajes femeninos poseedores de una exquisita fragancia. Las
mujeres están asociadas a una flor y a un color como desde
un principio se sugiere en los créditos con extremo cuidado,
tanto en el vestuario, los peinados y maquillajes, los cuales, meticulosos,
evocan claramente la época: la década de los 50.
La historia inicia con una joven que vuelve a su lujosa mansión
para celebrar la Navidad con su familia, pero al poco tiempo de su
llegada descubre a su padre apuñalado por la espalda. Él
era el único hombre en la mansión, la cual está
llena de mujeres (la suegra, la cuñada, la esposa, las hijas,
la cocinera, la mucama y la hermana) quienes habían su compañía.
Obvio es que todas sospechan de todas y se acusan entre sí,
lo que genera una revelación involuntaria de sus deseos y pasiones.
Y así, en esta atmósfera revelan sus secretos personales:
el asesinato es el detonador para que conozcamos quiénes son
más allá de la apariencia.
Con una eficaz combinación de comedia musical y suspenso, Francois
Ozon le brinda un homenaje a las glamorosas producciones de Hollywood
de los años 50, así como también a las películas
de Hitchcock y a aquellas basadas en las historias de Agatha Christie.
La casi perdida tradición del cine musical, en los últimos
años ha resurgido. Existe una corriente de películas
que utilizan la música para definir estados de ánimo
de los personajes mediante diálogos cantados, recordemos
Bailando en la oscuridad del talentoso director Lars Von Trier,
u otras como Todos dicen que te amo de Woody Allen, donde se
intenta evocar el encanto de los musicales con bailes y coreografías,
aunque con una mirada posmoderna muy cercana a la parodia. De alguna
manera esto podría ser una tendencia, similar en el teatro
a los planteamientos de Brecht: aprovechar los cortes musicales como
toma de conciencia de los personajes.
Desde una perspectiva musical, evidentemente las actrices no saben
ni cantar ni bailar, lucen una falta de formación musical y
dancística sobradamente compensada con su desparpajo, simpatía
y el evidente placer en lo que hacen. Las coreografías realizadas
para ocho canciones (una por personaje) son muy sencillas, y en ellas
se expone su esencia. La teatralidad de la película también
está dada al transcurrir la acción dramática
prácticamente en tiempo real, en un único escenario
cerrado, y en el planteamiento de ser sólo ocho personajes
justamente tipificados.
Obviamente, el asesino sólo puede ser una de las ocho respetables
mujeres burguesas que se encuentran en la mansión, pero, ¿quién
podrá ser? Si te interesa revelar esta incógnita y pasar
un rato divertido, con una película poco tradicional, trata
de verla y averigua quién es el culpable.
8 Mujeres (8 Femmes), Francia, 2001. Dirección:
François Ozon. Actúan: Catherine Deneuve, Isabelle Huppert,
Emmanuelle Béart, Fanny Ardant, Virginie Ledoyen, Danielle
Darrieux, Ludivine Sagnier y Firmine Richard. Guión: Francois
Ozon y Marina de Van, según la obra teatral homónima
de Robert Thomas. Fotografía: Jeanne Lapoirie. Montaje: Laurence
Bawedin. Coreografía: Sébastien Charles. Producción:
Olivier Delbosc y Marc Missonnir. Compañías productoras:
Fidélité productions y Mars Films. |
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