Año 3 • No. 133 • marzo 15 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Distingue Banamex a historiador

Edgar Onofre Fernández
El Banco Nacional de México (Banamex), a través de Fomento Cultural Banamex, otorgó el X Premio Atanasio G. Saravia de Historia Regional Mexicana 2002-2003 a Gerardo Ciruelo Torres, académico adscrito al Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la UV.

El trabajo Grupos de poder y ayuntamiento en Xalapa: elites, administración municipal y poder político en los inicios de la República Federal, 1824-1829, que mereció el primer lugar de la categoría Licenciatura, revisa las pugnas por el poder que los grupos sociales de esta capital establecieron en el periodo en que los estados de la incipiente República recibían del poder federal las facultades para establecer sus órganos de gobierno.

“Política y socialmente hablamos de una época muy compleja, porque es un periodo de transición entre el periodo colonial y lo que va a ser el México independiente en el que los dirigentes del momento sientan las bases de un nuevo estado mexicano y hay una serie de problemas políticos, económicos, y sociales que hicieron inestable este periodo”, explicó Ciruelo Torres.

Para este periodo, de acuerdo con el trabajo del historiador veracruzano, en la ciudad de Xalapa existía una elite que detentaba los cargos municipales, heredera de los últimos años de la Colonia y que había ocupado de manera repetitiva los cargos municipales y, por otro lado, existía la aparición de jefes militares que llegaron a tener poder de decisión dentro de la conformación del aparato gubernamental y de las decisiones políticas.

En este periodo, continúa, “la figura más notoria en Xalapa es Antonio López de Santa Anna, quien apenas ascendía en su carrera militar. La elite estaba conformada por comerciantes que negociaban con España, Francia e Inglaterra, y que a partir de su poder económico y el prestigio social que éste les confería habían logrado colocarse por encima de la población ordinaria y se habían conformado como grupo dirigente. Sin embargo, en este momento nuevos grupos sociales que pertenecían a estratos sociales en ascenso comenzaban a disputarles el poder y se adhirieron al grupo que Santa Anna agrupaba a su alrededor”.

El trabajo de Ciruelo Torres, egresado de la Facultad de Historia de la UV, fue apoyado por la investigadora Carmen Blázquez Domínguez durante los cuatro años que implicaron la revisión de archivos municipales en Xalapa, de donde se desprende la mayor cantidad de información, el archivo notarial de esta capital y el archivo parroquial, además de la prensa de la época.

Para Ciruelo Torres, “el estudio del ayuntamiento en el país es de una gran actualidad y también lo es la forma en que los grupos que aspiran a él han luchado por el poder político. Estamos viendo que los ayuntamientos piden mayores participaciones económicas y demandan la facultad de cobrar y establecer impuestos, una atribución que el desarrollo político del país le fue restando hasta quedar totalmente subordinados a la voluntad del Gobierno Federal.

”En este momento cabría hacer un ejercicio de retrospectiva para ver hasta qué punto la exigencia de los ayuntamientos no es más que la demanda de una facultad que los ayuntamientos gozaron antiguamente. En la historia, me parece, a veces cambian los personajes y las situaciones, pero los hechos en cuanto tales, la lucha por el poder en este caso, sigue siendo en esencia lo mismo.”

Sin embargo, el historiador enfatizó que los patrones de inestabilidad social y política de los periodos de transición son característicos no sólo de México para esa época, sino de toda Hispanoamérica, “es la ausencia de instituciones políticas que cimentaran la construcción de un estado moderno una vez lograda la independencia.

”Con todo, para el caso de América Latina la alternativa en la construcción del estado lo fueron las redes sociales, que se establecieron a través de la amistad y los vínculos de sangre. Estas conformaron grupos de poder que jugaron un papel importante en la construcción del Estado, estuvieran involucrados de manera formal o no en el aparato gubernamental, y sin que necesariamente surgieran de las jerarquías de la riqueza. Estos grupos le disputaron el poder a esa elite tradicional que desde hace tiempo tenía fincada su prominencia en el poder económico.”