Año 3 • No. 134 • marzo 22 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Educación abierta y a distancia en el mundo
No se logrará avanzar en el frente educativo
si no se avanza en el del desarrollo: B. Gourley
Ricardo Mercado del Collado*
Para Brenda Gourley, Vicerrectora de la Universidad Abierta de Reino Unido, la “división digital” debe verse en el marco de la “división en el desarrollo”. En efecto, las nuevas tecnologías pueden contribuir a mejorar las condiciones de vida de una gran parte de la población humana, pero plantea la pregunta severa de si realmente los gobiernos, las empresas, las organizaciones y los individuos deseamos que esto ocurra.

En su trabajo The Digital Divide as a Developmental Issue, presentado en el 21 Congreso de icde celebrado en febrero pasado en Hong Kong, la doctora Gourley señaló que, de acuerdo con la ocde, el término “división digital” se refiere a la brecha entre individuos, casas habitación, negocios y áreas geográficas (en diferentes niveles socio económicos) con respecto tanto a las oportunidades de acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), como al uso de Internet (para una variedad amplia de actividades). Precisó que la palabra “digital” abarca muchas aplicaciones, incluyendo broadcasting y publicaciones (radio, televisión, periódicos, etcétera), telecomunicaciones (incluyendo al teléfono y su variedad celular así como a las comunicaciones satelitales), computadoras e Internet.

Nos ofreció datos preocupantes sobre el tamaño de la brecha digital, al tiempo que proporcionó información sobre los avances más recientes. Señaló, por ejemplo, que en 1999 se estimaba que había más computadoras en los Estados Unidos que en el resto del mundo, así como que en Tokio había más teléfonos que en toda África.

Por fortuna, las cosas están cambiando a ritmos acelerados. Mientras que en 1999 había mil 500 millones de líneas telefónicas en el mundo, ahora existen dos mil 500 millones. En sólo cuatro años se instalaron mil millones más y 75 por ciento de éstas, fueron en países en desarrollo. África, ahora, tiene el doble de teléfonos que Tokio. La realidad es que hay mucho por hacer a pesar de estos avances. El 70 por ciento de la población mundial pobre vive en medios rurales apartados en los que es muy limitado el acceso a las TIC, inclusive al teléfono.
La vicerrectora nos alertó sobre otra forma de brecha cuando dijo que disponer de los recursos tecnológicos no es lo mismo que poder usarlos. Al examinar la existencia y uso de pc en los países en desarrollo, se observa que estos recursos se concentran en oficinas gubernamentales, compañías multinacionales y organizaciones no gubernamentales (ONG), más que en negocios locales y para individuos y fines educativos.

Esta información nos conduce a ver su relación obvia con los datos sobre pobreza y de otro tipo que señalan la necesidad de promover el desarrollo humano. Uno de estos indicadores es el de la alfabetización. En síntesis, Gourley planteó que el acceso a las computadoras y a la conectividad es tan importante como el acceso a otros recursos que permiten a la gente usar la tecnología bien y especialmente usarla como un recurso para el aprendizaje.

Para Gourley, la división digital es simplemente un elemento de un problema mucho más amplio y profundo de exclusión y pobreza en el que sin duda juega un papel importante la educación, pero señaló que no se logrará avanzar en el frente educativo a menos que se avance en el frente del desarrollo.
Y qué se esta haciendo a este respecto, se planteó Gourley. Nos dijo que existe un rango amplio de grupos de tarea (task forces) abocados a estos temas entre los que destaca el Digital Opportunity Task Force, creado por el Grupo de los Ocho Jefes de Estado en la Cumbre de Kyushu-Okinawa en julio de 2000. Este grupo de tarea forma parte del movimiento de la división digital social, que a su vez es parte del esfuerzo global para lograr el objetivo de la Cumbre del Milenio de Naciones Unidas de reducir al menos a la mitad la pobreza mundial para el año 2015.

Añadió que se han identificado siete objetivos para el desarrollo internacional relacionados de manera general con la salud, la educación, los ingresos y el desarrollo sostenible. Cada uno de ellos puede ser apoyado sustancialmente mediante el poder que encierran las tecnologías de la información y la comunicación. El apoyo puede ser directo a través de una mayor disponibilidad de información sobre reproducción y salud, el entrenamiento de personal médico y de profesores, brindando oportunidades de expresión a las mujeres, y ampliando el acceso a la educación y a la capacitación. El apoyo puede ser también indirecto por medio de la creación de nuevas oportunidades económicas para resolver la pobreza de individuos, comunidades y naciones.

Puntualizó que en la agenda internacional se enfatiza el establecimiento de alianzas y proyectos en colaboración. Cada vez es más frecuente que los gobiernos e instituciones como la onu convoquen a las ong y a los sectores privados para unir fuerzas en estas tareas. El sector privado, en particular, posee la infraestructura y la capacidad para contribuir en forma masiva a todo lo que tiene que hacerse y por fortuna sus miembros reconocen cada vez más su responsabilidad social en estos asuntos.
 
 
La vicerrectora de la UK Open University planteó que el acceso a las computadoras y a la conectividad es tan importante como el acceso a otros recursos que permiten a la gente usar la tecnología bien y especialmente como un recurso para el aprendizaje
 

Gourley mencionó que en la literatura especializada pueden encontrarse diversos planes de acción para atender esta problemática. Sin embargo, aludió al plan de acción Genoa en el que se analizan los esfuerzos realizados hasta esta fecha y destaca ocho de sus conclusiones principales.

Primero, existe una desconexión entre los esfuerzos locales y los procesos de formulación de las políticas.

Segundo, no existen estudios comparativos sobre el uso de las tic, ni esfuerzos para extraer aprendizajes de su aplicación. Como se establece en el documento The World Development Report in Making Services Work for Poor People, editado este año, el problema no es la falta de innovación, sino que es limitado el aprendizaje sistemático de las experiencias innovadores, así como muy poca replicación de las que han sido exitosas.

Tercero, de acuerdo con el trabajo de Keniston, son tres los requisitos técnicos necesarios para que el uso de las TIC con fines de desarrollo sea exitoso: avances en la conectividad, como por ejemplo los sistemas inalámbricos, acceso amplio y económico a las computadoras a millones de usuarios y, de ser posible, a quienes no saben leer y, finalmente, disponibilidad de software de bajo costo en el idioma local.

Cuarto, no toda la gente que radica en el lado equivocado de la división digital está allí por razones de pobreza o de geografía. Muchos lo están por otras razones excluyentes como incapacidades físicas o enfermedad.

Quinto, es fundamental el uso del idioma local, contenido local, consulta local y adaptación de contenidos a las características e idiosincrasia de los distintos usuarios. Otra forma de división digital está ocurriendo en el área de los contenidos, por lo que Gourley nos alerta a tomar en cuenta siempre las diversas culturas e identidades de los pueblos.

Sexto, las economías de los países del “tercer mundo” hacen uso de las tic sólo en forma marginal; se esperaría, nos dice, que las economías regionales se hubiesen beneficiado del acceso a los mercados globales mediante el uso de las TIC.

Séptimo, el papel del sector privado es fundamental para reducir la brecha digital. Ejemplos como el de la alianza llamada International Communications Union, la Organización Mundial de la Salud y cisco, al formar la Academia de la Salud en línea, son esperanzadores.

Para concluir su presentación, Gourley nos dijo que debemos entender:

1. Las crudas realidades de los lugares en donde más se necesita el desarrollo.

2. El acceso a las TIC es probablemente un paso necesario para mejorar la educación y el desarrollo, pero ciertamente no es suficiente.

3. La importancia del papel de los gobiernos y los ciudadanos en ampliar las oportunidades de vida para los más desprotegidos y elevar la calidad de las relaciones sociales en su conjunto.

4. La necesidad de analizar la relación de las tic y el desarrollo en áreas como: la ciencia y la ética, las políticas macroeconómicas y la propiedad intelectual.

5. Qué tipos de TIC son las más adecuadas.

6. Que la división digital es parte indivisible de una brecha mayor en el desarrollo.

7. Que no debemos tomar decisiones por otras personas.

8. Que nunca subestimemos el poder de la información en el empoderamiento de las personas.

Y afirmó: Sí podemos usar las tecnologías para mejorar las condiciones de vida de la población mundial más necesitada, pero nos hace la cruda pregunta de si queremos.

* Director General de la Universidad Veracruzana Virtual.