Año 3 • No. 134 • marzo 22 de 2004
Xalapa • Veracruz • México
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Tercera Llamada
Haydn y Mozart, los clásicos por excelencia
Jorge Vázquez Pacheco

A todo director le ocurre y Carlos Miguel Prieto no es la excepción. Acercarse con asiduidad a determinados autores y corrientes musicales es asunto no sólo de preferencias e inclinaciones; también lo es de compatibilidad con los estilos que, como se acostumbra decir comúnmente, “le sientan bien”.

Hemos observado que Prieto tiene una marcada preferencia por la obra de Silvestre Revueltas, por la del soviético Dmitri Shostakovich y el bohemiano Gustav Mahler. Pero también es necesario resaltar su
inclinación hacia los clásicos por excelencia, que son Franz Joseph Haydn y Wolfgang Amadeus Mozart. La música de estos dos compositores austriacos marca la culminación de uno de los grandes periodos en la historia de la música, el Clasicismo, y son repetidos los momentos en que ambos rayaron una asombrosa perfección. No resulta extraño, entonces, que un director minucioso y perfeccionista como Carlos Miguel muestre una especial preferencia por estos grandes maestros.

Y de lo anterior, es el público quien resulta beneficiado. Por eso mismo nos interesa resaltar la jornada musical que ofrecerá este fin de semana la Orquesta Sinfónica de Xalapa con la dirección de Prieto, la presencia del pianista Howard Shelley y la obra de los genios mencionados. Así entonces, el noveno programa de la Primera Temporada 2004 de la OSX habrá de ser subrayado por el Vigésimo séptimo concierto para piano y orquesta de Mozart y dos partituras de Haydn, como son la número 60, conocida con el subtítulo de El distraído y la 45, que es la célebre “sinfonía de los dioses”; la obra con que Haydn solicitaba musicalmente a su patrón, el príncipe Esterházy, un necesario descanso para él y los agotados músicos de la corte. Es, como la describen algunos que la han escuchado en directo, “la sinfonía de las velitas, que van apagando cada uno de los músicos que salen de la escena mientras la obra se sigue tocando”.

Carlos Miguel ha mencionado con alguna frecuencia que para conocer a fondo todo lo que ocurrió a lo largo del periodo Romanticista y lo que vino después, es necesario estudiar a fondo el Clasicismo, la corriente en que se dio una capital importancia a la estructura, al desarrollo y la lógica secuencia expresiva de las ideas, todo lo cual surgía sin más intención que lograr música para deleite y esparcimiento. De aquel perfeccionismo partirían quienes años más tarde cultivaron los renglones de la música programática, del poema sinfónico, el cromatismo tonal, el impresionismo y las técnicas propias del siglo XX.

No nos cofundamos. La designación “música clásica” es un término que permite a muchos referirse directamente a la música de concierto o “de arte”. Pero es también, y con mayor propiedad, la expresión verbal que apunta a una de las épocas más fecundas de la creatividad en el arte sonoro. Haydn, Mozart y el Clasicismo serán, entonces, los protagonistas elementales en el concierto que ofrece la osx este viernes 26 en la sala grande del Teatro del Estado, a iniciar en punto de las 20:30 horas.

Mal harás si te pierdes esta audición, que promete ser de lo más destacado en la presente temporada.