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El
temperamento malentendido de la mujer latina
Jay Bildstein
Traducción de Saúl Hernández Virues
(Séptimo semestre de Lengua Inglesa) |
En
Nueva York, lugar de donde vengo, como en otras partes de los Estados
Unidos, el término latino casi siempre va precedido del adjetivo
hot, que significa candente.
Normalmente los hombres emplean este término cuando se reúnen
para intercambiar chistes, como ya es costumbre en los bares, gimnasios
o bebederos de la oficina. La expresión hot latina
es utilizada frecuentemente por los hombres norteamericanos para referirse
a una mujer atractiva de origen latino.
Con frecuencia, a las latinas se les cataloga como cachondas,
sensuales y hasta sexualmente disponibles.
Aparte de la necesidad humana de adjudicar características
que surgen de un pensamiento cargado de intenciones y atribuir ciertas
características a lo exótico, no tengo idea de dónde
surgió este estereotipo; pero puedo asegurar que, basado en
mis propios estudios etnográficos casuales del grupo en cuestión,
esa forma de pensar es poco apropiada.
Las mujeres latinas de manera específica todas las mujeres
mexicanas muestran patrones de conducta y comportamientos sexuales
muy conservadores al compararlas con sus hermanas de origen norteamericano.
La idea que se tiene de que las mujeres mexicanas son zorras
o vampiresas, expertas en el arte de seducir a los hombres
por medio de su conducta sensual y su proeza sexual es una estupidez.
Aunque muchas veces el generalizar es algo riesgoso; vale la pena
decir que la mayoría de las mujeres mexicanas están
arraigadas a fuertes valores familiares, a trabajos pesados ya sea
en el ámbito de los negocios o en casa, y además, se
preocupan por tener un cuidado diligente de su apariencia, son tímidas
respecto al sexo y al amor sin compromiso. Desde mi punto de vista,
la palabra hot no parece ser la adecuada.
En ningún momento sugiero que las mujeres latinas no se permitan
o que no les guste disfrutar del sexo, pero las imágenes que
proyectan los gustos de artistas como J Lo, Christina Aguilera, Paulina
Rubio, Shakira y Thalia, distan mucho de ser una representación
de las latinas, como lo son las payasadas entre Britney
Spears y Madonna como representantes estándar de las gringas.
Aparentemente, y admito que esto está cambiando con las generaciones
más jóvenes, el sexo recreativo o el sexo carente de
significado emocional, no está en los terrenos de las mujeres
mexicanas.
Las mujeres norteamericanas, en virtud de la accesibilidad al control
de la natalidad, a la libertad de abortar y a la disminución
de la adherencia a las doctrinas religiosas ortodoxas y al cambio
de las normas de poder, con mayor probabilidad tendrán sexo
sin compromiso, a diferencia de las mujeres mexicanas.
No pongo en tela de juicio lo que es o debería ser la conducta
sexual de las mujeres mexicanas y norteamericanas. A ellas les corresponde
decidir. Sin embargo, creo que a las latinas se les desfavorece cuando
se les considera primeramente candentes, antes que inteligentes,
cuidadosas, y seres humanos capaces.
No predico una ética feminista de exceso reaccionario, sino
una realidad humana y creo que la repetición de etiquetas a
menudo nos lleva a pensar en una persona o un grupo como una cosa
dada, incapaz de exceder los límites de sus epítetos
ya establecidos.
Por lo tanto, sugiero que se reemplace el término latina
candente por lo que realmente representa: latina trabajadora
y de buen corazón.
Todo esto, amigos, no está fuera de algún tonto deseo
de querer corregirlo diplomáticamente. La obediencia desmedida
a la corrección diplomática, disminuye nuestra capacidad
de ser intelectualmente honestos. Lo que más me interesa es
la precisión. La gran mayoría de las mujeres mexicanas
son gente trabajadora, cuidadosa y compasiva. Este es el mensaje que
necesita salir y ser leído en los Estados Unidos. Cuando relegamos
a las personas al estado de objetos sexuales, disminuimos el valor
de su inteligencia y alma, amontonándolos en la pira de la
pasión sexual. La pasión física es buena. La
pasión física que sobrepasa todas las habilidades humanas
nos conduce a un estado de retroceso.
En cuanto a la palabra hot, les dejo ese término a los
meteorólogos que describen sistemas climatológicos.
Preguntas o comentarios envíenlos a excelencia_humana@hotmail.com
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