Año 3 • No. 134 • marzo 22 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  El temperamento malentendido de la mujer latina
Jay Bildstein
Traducción de Saúl Hernández Virues
(Séptimo semestre de Lengua Inglesa)
En Nueva York, lugar de donde vengo, como en otras partes de los Estados Unidos, el término latino casi siempre va precedido del adjetivo hot, que significa “candente”.

Normalmente los hombres emplean este término cuando se reúnen para intercambiar chistes, como ya es costumbre en los bares, gimnasios o bebederos de la oficina. La expresión “hot latina” es utilizada frecuentemente por los hombres norteamericanos para referirse a una mujer atractiva de origen latino.

Con frecuencia, a las latinas se les cataloga como “cachondas”, “sensuales” y hasta “sexualmente disponibles”. Aparte de la necesidad humana de adjudicar características que surgen de un pensamiento cargado de intenciones y atribuir ciertas características a lo exótico, no tengo idea de dónde surgió este estereotipo; pero puedo asegurar que, basado en mis propios estudios etnográficos casuales del grupo en cuestión, esa forma de pensar es poco apropiada.

Las mujeres latinas –de manera específica todas las mujeres mexicanas– muestran patrones de conducta y comportamientos sexuales muy conservadores al compararlas con sus hermanas de origen norteamericano. La idea que se tiene de que las mujeres mexicanas son “zorras” o “vampiresas”, expertas en el arte de seducir a los hombres por medio de su conducta sensual y su proeza sexual es una estupidez.

Aunque muchas veces el generalizar es algo riesgoso; vale la pena decir que la mayoría de las mujeres mexicanas están arraigadas a fuertes valores familiares, a trabajos pesados ya sea en el ámbito de los negocios o en casa, y además, se preocupan por tener un cuidado diligente de su apariencia, son tímidas respecto al sexo y al amor sin compromiso. Desde mi punto de vista, la palabra hot no parece ser la adecuada.

En ningún momento sugiero que las mujeres latinas no se permitan o que no les guste disfrutar del sexo, pero las imágenes que proyectan los gustos de artistas como J Lo, Christina Aguilera, Paulina Rubio, Shakira y Thalia, distan mucho de ser una representación de las latinas, como lo son las “payasadas” entre Britney Spears y Madonna como representantes estándar de las gringas.

Aparentemente, y admito que esto está cambiando con las generaciones más jóvenes, el sexo recreativo o el sexo carente de significado emocional, no está en los terrenos de las mujeres mexicanas.

Las mujeres norteamericanas, en virtud de la accesibilidad al control de la natalidad, a la libertad de abortar y a la disminución de la adherencia a las doctrinas religiosas ortodoxas y al cambio de las normas de poder, con mayor probabilidad tendrán sexo sin compromiso, a diferencia de las mujeres mexicanas.

No pongo en tela de juicio lo que es o debería ser la conducta sexual de las mujeres mexicanas y norteamericanas. A ellas les corresponde decidir. Sin embargo, creo que a las latinas se les desfavorece cuando se les considera primeramente “candentes”, antes que inteligentes, cuidadosas, y seres humanos capaces.

No predico una ética feminista de exceso reaccionario, sino una realidad humana y creo que la repetición de etiquetas a menudo nos lleva a pensar en una persona o un grupo como una cosa dada, incapaz de exceder los límites de sus epítetos ya establecidos.

Por lo tanto, sugiero que se reemplace el término “latina candente” por lo que realmente representa: “latina trabajadora y de buen corazón”.

Todo esto, amigos, no está fuera de algún tonto deseo de querer corregirlo diplomáticamente. La obediencia desmedida a la corrección diplomática, disminuye nuestra capacidad de ser intelectualmente honestos. Lo que más me interesa es la precisión. La gran mayoría de las mujeres mexicanas son gente trabajadora, cuidadosa y compasiva. Este es el mensaje que necesita salir y ser leído en los Estados Unidos. Cuando relegamos a las personas al estado de objetos sexuales, disminuimos el valor de su inteligencia y alma, amontonándolos en la pira de la pasión sexual. La pasión física es buena. La pasión física que sobrepasa todas las habilidades humanas nos conduce a un estado de retroceso.
En cuanto a la palabra hot, les dejo ese término a los meteorólogos que describen sistemas climatológicos.

Preguntas o comentarios envíenlos a excelencia_humana@hotmail.com