Año 3 • No. 134 • marzo 22 de 2004
Xalapa • Veracruz • México
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La multiculturalidad es sólo un discurso, dijo investigador de la UNAM
Niegan derechos a indígenas
por discriminación
Edith Escalón
En el fondo, hay una enorme y profunda discriminación hacia los pueblos indígenas, no reconocida ni por la sociedad ni por el gobierno, la cual ha provocado que a éstos se les niegue sus derechos tanto individuales como colectivos, aseguró Zósimo Hernández Ramírez, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y asesor externo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Al participar en el Primer Encuentro de Estudiantes Indígenas, organizado por la Universidad Veracruzana, el académico aseguró que la tan citada multiculturalidad, en muchos casos: “No es más que un discurso”, porque la discriminación indígena sigue presente, aún en las instituciones gubernamentales.
Zósimo, quien fue observador de pueblos indígenas para la onu en Guatemala, aseguró que ante la diversidad no basta sólo la tolerancia: “Pues tolera quien quiere y hasta donde puede”, sino que es necesario hacer verdaderos ejercicios de reconocimiento para dar validez a la cultura, las decisiones, las opiniones, la lengua y todas aquellas manifestaciones que impliquen los derechos de los demás.

“La existencia de la discriminación es un tema que no queremos reconocer, pues aceptamos la existencia de pueblos indios como algo ajeno y lejano a nosotros, siempre y cuando no nos molesten, es decir, que no trastoquen las estructuras de poder establecidas”, explicó.

Añadió que en muchas ocasiones se les considera “caprichos” a las demandas de los pueblos indígenas, incluso cuando son derechos individuales que toda persona debería tener, más aún, cuando se trata de derechos colectivos, explicó.
Los derechos colectivos, según dijo, son el derecho a la libre determinación, a la autonomía, al territorio, a que se reconozca sus propias formas de organización social, pero, aclaró, el reconocimiento debe ser tanto de facto como jurídico: “Lo que sucede es que a los pueblos indígenas sólo se les reconoce en el discurso, a sus formas de organización y a cada una de las características que definen su modus vivendi se les ubica en un espacio de ilegalidad”, además, dijo, el Estado no quiere interlocutores que no tengan esa validez jurídica, por lo tanto, su situación se convierte en un círculo perjudicialmente vicioso.

Remarcó nuevamente que no basta con el discurso, pues la composición pluricultural de nuestras sociedades es real, y añadió que: “El hecho mismo de que la constitución nos reconozca como una sociedad multicultural no es un gran avance, es decir, reconoce que existen otras culturas, pero no reconoce sus derechos”.

Insistió entonces en que es necesario admitir el derecho a la diferencia, a pesar de que esto cambie nuestro concepto de nación, pues: “Dos mil años de discusión en la construcción de lo nacional y de lo mexicano no han dado los resultados que esperábamos”.
Después de dos mil años de discusión en la construcción
de lo nacional y de lo mexicano, no hemos encontrado los resultados que esperábamos: Zósimo Hernández
Respecto a la respuesta de los pueblos indígenas, Zósimo Hernández aseguró que algunos luchan por el reconocimiento de sus derechos, otros por el ejercicio de los mismos y otros defienden lo poco que les queda, con diferentes manifestaciones y expresiones, unas se mueven más hacia el ámbito cultural otras hacia lo económico o lo político.

“Yo creo que hay que pensar primero. Tenemos que reconocer que existen otros que no son iguales a nosotros, de tal manera que si conocemos y luego respetamos los derechos de los demás, llegaremos a una nueva forma de relación social en este país”, puntualizó.

Zósimo Hernández nació en Pobladero, Iztlamatlán, Veracruz, estudió en la Normal Veracruzana. Debido a problemas de cacicazgo en su pueblo natal se convirtió en preso político al pronunciarse en contra de las injusticias, fue liberado en 1988, gracias a que Amnistía Internacional lo consideró como preso de conciencia y ejerció presión para que lo dejaran libre. En 1997 fue observador de Asuntos Indígenas para la onu en la misión de paz de Guatemala, fue coordinador de Asuntos Internacionales de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas. Es catedrático de la unam y pertenece a una comunidad náhuatl.