Año 3 • No. 135 • marzo 29 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Cruz Blanca Initiative donó 16 mil dólares para equipar Casa de la UV
¡Spring breakers en Perote!
Ángelez González

El Conejo, Perote.- Estudiantes de la Universidad de Princeton, eu, organizados en Cruz Blanca Initiative se sumaron al proyecto Casa de la Universidad Veracruzana
(Foto: DVG).
El Conejo, Perote.- Estudiantes de la Universidad de Princeton, Estados Unidos de Norteamérica, organizados en la Iniciativa Cruz Blanca, visitaron las Casas de la Universidad Veracruzana en los municipios de Boca del Río e Ixhuacán de los Reyes, y en la comunidad El Conejo, municipio de Perote, donde se sumaron a los trabajos de construcción y donaron 16 mil dólares para su equipamiento.

Sheila Parmar, estadounidense y egresada de la carrera de Antropología por la Universidad de Princeton (UP) refirió que los primeros años de su vida radicó con sus padres –de origen indú–
en El Farallón, municipio de Alto Lucero, muy cerca de la comunidad Cruz Blanca, la cual conoció cuando tenía 16 años de edad en una visita al lugar de la niñez, de hecho sus compañeros de grupo dicen que es veracruzana.

“No somos mexicanos, nacimos en los Estados Unidos pero tenemos como 22 años aquí –sus papás radican en Boca del Río–y ya nos sentimos jarochos, venimos cada tres meses. Mi hermano Cush va a la escuela de medicina de la Universidad de Princeton y yo estoy trabajando. Hace seis años fundamos Cruz Blanca Initiative, porque durante navidad fuimos a dar unos juguetes a los niños de Cruz Blanca y vimos que muchos no iban a la escuela, estaban ahí en los cafetales y nos pareció muy mal porque nosotros también crecimos ahí y tuvimos oportunidades que ellos nunca podrían tener. Quisimos hacer algo y pensamos que la educación es lo mejor para hacer creer la esperanza en los niños”.

Iniciativa Cruz Blanca es una organización estudiantil que logra apoyos financieros de distintas fundaciones.
Iniciativa Cruz Blanca es una organización estudiantil que logra apoyos financieros de distintas fundaciones y, eventualmente, de la up para viajar en vacaciones de primavera y verano a comunidades rurales del estado de Veracruz y prestar un servicio comunitario que incida en la mejora de las condiciones de vida de la población.

Entrevistados mientras trabajaban en la construcción de la Casa de la Universidad en El Conejo, los jóvenes de 18 a 22 años (acompañados de Brandon Nicholson, Florence Cheung, Patrick Gremban, Olivia Droney, Tawny
Chritton,Tom Vogl, Michael Solis) enfatizaron cómo esta experiencia cambia su visión del mundo, los compromete a trabajar en ayuda de los que menos tienen y los concientiza sobre la necesidad de un trato más justo y respetuso a los migrantes mexicanos radicados en los EU. Sheila refirió: “muy impresionante la Casa de Coyopolan e igualito va a estar esta casa. Yo creo que nosotros aprendemos más de la comunidad que ellos de nosotros, porque vemos que están felices y si tienen dos tortillas nos dan una, eso es impresionante para americanos porque en eu no hay un pensamiento así, esa cosa de comunidad no existe, no así como en México, con solidaridad”.

Malvina Goldfeld, estudiante de literatura, comentó: “hace seis años conocimos el programa por Sheila y Cush, ellos son veracruzanos, mexicanos, y están preocupados por las condiciones sociales de las zonas rurales. Trabajamos independiente de la UP pero esperamos establecer una relación entre la UP y la UV. Cada año cambian los líderes del grupo, este año somos Brandon (Nicholson) y yo, tuvimos entrevistas con los estudiantes y elegimos a los mejores porque tienen mucho interés en dar el servicio, hablan español, son gente interesante para trabajar y están interesados en ayudar a la comunidad y a América Latina”.

Refirió que antes construyeron una escuela en Cruz Blanca, y estufas, baños ecológicos y una cancha deportiva en Monte Verde, municipio de Alto Lucero; sin embargo, en esta visita de trabajo a la entidad quisieron enfocar sus esfuerzos hacia un programa comunitario institucional: “supimos de los programas de la UV.

El Conejo, Perote.- Además de donar 16 mil dólares para su equipamiento, trabajaron en la Casa de la uv (Foto: DVG).
que son realmente maravillosos y quisimos trabajar con ellos. Supimos de las casas de la Universidad y su función y quisimos ayudar a construir estos espacios.

“Este tipo de proyectos es muy importante para formar la personalidad de los estudiantes estadounidenses porque muchos no conocen otros países ni la pobreza de comunidades diferentes. Cualquiera que sea su carrera en un futuro va a influir en su personalidad, cómo ven las cosas, cómo traten la gente y las relaciones entre México y los EU. Cuando conocemos las
condiciones por las cuales muchos mexicanos se van a los eu, el trato de los estadunidenses a los mexicanos sería mejor porque comprenderían las condiciones graves que hay en algunas comunidades y el por qué van a trabajar a los eu para ayudar a sus familias. En las ciudades de Veracruz y Xalapa las condiciones no son muy diferentes a las de los eu pero de éstas con El Conejo sí, hay mucha pobreza pero también hay muchas cosas buenas, las relaciones entre la gente que estamos aprendiendo de la comunidad, la gente está muy cerca y muy amigable”.

Por otro lado, Awilda Méndez, estadounidense de padres dominicanos y estudiante de ciencias políticas, opinó sobre el trabajo de los brigadistas de la UV: “lo mejor que puede hacer un estudiante es poner en práctica lo que aprendió en la universidad y se ve que todo lo que han aprendido está teniendo un resultado porque algunos estudiantes ya están en esas casas y se ve que de verdad se han dedicado y tienen una buena relación con la comunidad”.

Sobre la experiencia de Iniciativa Cruz Blanca en Veracruz subrayó: “me ayuda mucho a entender los valores de la gente que no tiene una vida como la que Dios me ha dado a mí”. Habló de los contrastes entre las zonas urbana y semiurbana de Veracruz y Boca del Río: “al ir al Manglar en menos de 15 minutos vimos una comunidad completamente diferente, pasar de una comunidad de jóvenes bien moderna e inmediatamente después una comunidad que no tiene nada, no tiene comida ni seguros para vivir. Esta experiencia me ayuda a entender lo que quiero hacer con mi vida, el poder y la oportunidad que tengo para hacer la diferencia, yo veo qué gente necesita mi ayuda y qué tipo de ayuda necesitan de mí, y qué de verdad puedo hacer y aprender, y eso es lo esencial porque la clase te ayuda con la teoría pero cuando viene aquí a ver a la gente lo que falta y lo que no saben que necesitan pero que uno ve que lo necesitan.

El Conejo, Perote.- Experiencia formativa: “ayudando al otro podemos mejorar la situación de miseria que hay en otras partes del mundo” (Foto: DVG).
“Puede ser que en el futuro trabaje con el gobierno y haga algo para ayudar a la gente de una comunidad mía en República Dominicana o pueblos más pobres; yo quiero involucrarme más con la pobreza del país y la miseria, porque yo vivo en New York donde todo es moderno, tenemos edificios grandísimos y cuando vengo aquí ¡yo nunca veo caballos en la calle, nunca veo ovejas, ni casitas tan chiquitas! cómo es que todavía existe gente que vive en tanta miseria, eso me hace pensar que en realidad uno no necesita mucho para vivir bien, aquí la gente necesita sólo lo suficiente para vivir”.
Entusiasmada Awilda pensó a futuro: “puede ser que así se forme una generación entre los países para entender que ayudando uno al otro podemos mejorar la situación de miseria que hay en otras partes del mundo porque sí podemos lograr una vida mejor y hacer entender que cualquier ayuda, financiera, con las manos, o en educación y salud es necesaria y muy agradecida”.

Finalmente, opinó sobre la política migratoria de los EU: “muchos mexicanos vienen a los eu ilegalmente y no es un criminal, es una persona que tiene una familia, que solamente viene a los eu para tratar de lograr una vida mejor.

Entonces puede ser que las leyes de los eu sean muy estrictas en cómo tratan a esa gente que sólo quiere mejorar su vida, escapar a esta miseria, quieren quitar a sus hijos y esposas de este tipo de vida. Conocer el tipo de vida que existe fuera de los edificios de New York puede hacernos entender la necesidad de ayudar a esos migrantes. Muchos mexicanos reconocen que es un riesgo venir como ilegales a los eu pero ellos dicen “tengo el riesgo de ser tratado como un criminal y estar arrestado pero también es un riesgo vivir como vivo con mi familia, y ellos eligen el riesgo de ser criminal y eso dice algo: yo prefiero
esa vida de criminal que la vida que tengo ahora”.