Año 3 • No. 135 • marzo 29 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  Expone Honorio Robledo
Gente flotando y animales prescindibles
Gina Sotelo
Una década después de haber dejado Xalapa y luego de varios años de vivir de forma aventurada en Europa y los Estados Unidos, Honorio Robledo después de sentir melancolía por el terruño, la vida bohemia con los amigos y la conciencia de verse padre de dos hijos, decidió regresar a la Atenas Veracruzana.

Una Atenas que apenas se parece a las imágenes que se llevó en la mente: “me sorprende que en Xalapa pueda haber tantos coches en las calles, Coatepec está por el estilo, por eso decidimos vivir en Xico” afirmó el grabador, pintor y músico.

Xente en el aigre y Animales prescindibles y otros bichos se exponen en el Museo de Antropología de Xalapa todo abril y hasta el 9 de mayo. Se trata de una serie de grabados de gente volando y aquellos animales innecesarios que abundan en su imaginación: “me gusta la gente que flota, es parte de mi ensoñación o imaginería y los animales fantásticos que abundan en Veracruz”.

Como buen trotamundos, Honorio recorrió y conquistó Europa y los Estados Unidos en los pasados 10 años; su paso por el mundo consta en grabados y dibujos que dejó en Alemania, Holanda, Francia, España, Los Ángeles y Nueva York:

“Me fui a viajar con 20 kilos de grabados; a los extranjeros les llamaban mucho la atención las imágenes que veían en mi obra y las compraban, especialmente cuando les contaba historias de la gente mágica de Veracruz. Vendí mucha obra en Europa, tanto que cuando se me acababa el dinero hacía una exposición y de lo que vendía, nos daba para vivir y así luego de dos o tres meses se repetía la historia”.
Y es así como exponiendo aquí y allá, vendiendo en las Islas Canarias, Francia o España tuvo la oportunidad de viajar, conocer mundo y lo mejor, vivir de su talento.
A su retorno a Xalapa, el reencuentro con sus camaradas, colegas, cómplices de aventuras fue inevitable: “todos mis amigos están inmersos en el quehacer de la cultura nacional, son amigos de generación y de escuela y ahora siento que mis nexos con ellos se han favorecido a través de mi obra”.

Honorio considera que tener una fundación buena de chiquito es algo muy bueno, la vida cada vez es más difícil, hay más competencia, riesgos y abusos y los niños se enfrentarán a un mundo cada vez más duro.

Honorio Robledo.
Considera que la obligación como padres y maestros es fortalecerlos para que tengan buenas herramientas para salir adelante: “y la fantasía es parte fundamental de este entrenamiento. Yo a través de las leyendas y anécdotas de las abuelas es que me he formado una mejor imagen del mundo”.

Su afición por el Son jarocho lo ha hecho un artista versátil, dinámico y aventurero. En fecha próxima visitará Zacatecas para participar en el festival de la Primavera con su grupo Matanga proyecto colectivo integrado junto con José Ángel Gutiérrez, co fundador del grupo Mono Blanco y la gente del grupo Hicuri.
“El son para mí ha sido un puntal muy fuerte en mi vida, le debo la mitad de los beneficios que he tenido en mi existencia y por eso mi preocupación desde hace tiempo ha sido el componer sones nuevos que suenen como llaneros”.
De los lugares en los que ha vivido, Honorio siempre ha participado en todo, pero no desdeña Xalapa, pues considera que aquí hay un proyecto de cultura nacional, por lo que todos los esfuerzos en conjunto lo apoyan: “el trabajo tú te lo inventas” dice a quien nunca le ha faltado qué hacer, dónde exponer o tocar sus sones.

Al lado del grabador y pintor Pepe Maya está trabajando en un libro que pretenden publicar en Veracruz y Chiapas, se trata de un cuento de la frontera del sur, involucrando a un equipo más amplio de buenos cuentistas e ilustradores: “y trabajar juntos como hace algunos años cuando nos reuníamos en La Tasca y se mezclaban exposiciones y expositores multidisciplinarios, lo que pretendemos es abrir territorio nuevo”.

Nacido en Tenancingo, México, Honorio es un artista de múltiples talentos. Además de sus pinturas, también ha publicado tiras cómicas, historietas, libros de niños y ensayos. Hizo su carrera de Lengua y Literatura Hispánicas en la prestigiada Universidad Nacional Autónoma de México.

Honorio fue director de la Galería Libertad a mediados de los años 80 que muy pronto se convirtió en uno de los ejes del quehacer artístico veracruzano. También ha exhibido su obra en galerías por todo el mundo.