Año 3 • No. 135 • marzo 29 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Hay que hablar de las acciones y decisiones
que toman los científicos: Pérez Tamayo

Sin sentido hablar de la ciencia
desde el punto de vista moral
Dunia Salas

León Olivé, Ruy Pérez Tamayo y Víctor Alcaraz.
No tiene sentido hablar de que la ciencia sea buena o mala desde el punto de vista moral, cuando utilizamos el concepto abstracto de ciencia, en cambio, sí de las acciones y decisiones que toman los científicos, expuso Ruy Pérez Tamayo, presidente del Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos, grupo multidisciplinario que reúne a 35 profesores e investigadores, miembros de Instituciones de Educación Superior.
Por primera vez, después de 50 años de ser sede la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Veracruzana acogió en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) a 12 de sus integrantes, quienes discutieron en torno a la ética del conocimiento científico y tecnológico como un problema de la cultura contemporánea.

Ruy Pérez Tamayo planteó como tema su postura abordada en el libro Ciencia, ética y sociedad, donde considera a la ciencia y la tecnología éticamente neutrales, es decir, que no tiene sentido afirmar que la ciencia y la tecnología sean buenas o malas; y enfrentó la postura de León Olivé en el libro El bien, el mal y la razón, donde cuestiona si la ciencia y la tecnología son éticamente neutrales.

Por su parte, León Olivé para demostrar que ni la ciencia ni la tecnología son indiferentes en sentido moral al bien y al mal, ejemplificó con un dilema al que se enfrentó Mario Molina (Premio Nobel de Química 1995 por sus trabajos sobre química de la atmósfera) tras haber realizado sus investigaciones acerca del origen del adelgazamiento de la capa de ozono, de la cual surgió como hipótesis que los clorofluorocarbonos eran los principales agentes responsables de ese adelgazamiento.

Olivé afirmó que aunque Molina tenía bases razonables a partir de sus estudios de laboratorio, no había la evidencia contundente para la comunidad científica pertinente de aquel momento. Las consecuencias habrían sido dramáticas, es decir, si en la década de los setenta y ochenta del siglo pasado no se hubieran empezado a tomar medidas, sino sólo hasta que la comunidad científica pertinente hubiera estado segura de que la hipótesis era correcta, se hubieran perdido 10 ó 20 años valiosísimos para tomar acciones.

La discusión fue enriquecida con la participación de los integrantes del seminario, entre los que figuraron Víctor Alcaraz, Ambrosio Velasco, Asdrúbal Flores, Arturo Gómez Pompa, Alberto Olvera, Sara Ladrón de Guevara, Eugenio Friscione, quienes abordaron el tema desde sus perspectivas, como científicos especialistas en diferentes disciplinas.

El Seminario de Problemas Científicos y Filosóficos
Se dedica a la discusión de los problemas que se presentan en la investigación científica contemporánea, tanto en sus métodos como en la interpretación de sus resultados, así como de sus fundamentos y a lo relacionado con sus fronteras entre unas disciplinas y otras. El esclarecimiento de aquellos problemas que implican un interés general para los científicos y los filósofos a fin de hacer un análisis crítico de ello y un examen riguroso de sus posibles soluciones.