Año 3 • No. 135 • marzo 29 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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A pesar del cambio en el papel que desempeñan
El Futbol es un arte: Alain Derbez

Dunia Salas

Alain Derbez.
De la relevancia que tiene el futbol dentro de la literatura habló Alain Derbez, escritor, crítico y músico durante la presentación del libro Un Crack mexicano. Alberto Onofre, quien dijo que este binomio no se ve aún con frecuencia: “no son muchos casos todavía; ojalá hubiera muchos porque también es otra perspectiva para hallar nuevos lectores, incluso nuevas fuentes de acercamiento por parte de los informadores.

Derbez agregó “Hoy me dio mucho gusto encontrarme con un reportero que es de la parte deportiva de la televisión, que viene a buscar gente con opiniones y perspectivas distintas, incluso muchas veces distantes,
a las que están acostumbrados. Eso me parece algo atractivo”.

El Futbol, puntualizó, es un tema que nos ocupa cotidianamente y que los hacedores de la información y del quehacer cultural no habían atendido con tanta civilidad como hoy empieza a manifestarse. Algunos narradores importantes en Latinoamérica y en Europa han tenido el Futbol como pretexto.

Lo interesante y atractivo es que haya futbolistas o ex futbolistas que también se den cuenta de que la literatura es una opción.

Dijo que no hay muchos casos de seres pensantes y críticos dentro de las canchas, pero los pocos que hay son ejemplares y eso es lo que habría que destacar, de ello citó como ejemplo al futbolista argentino Jorge Alberto Valdano que ha tenido incursiones en la literatura y cuyas opiniones van más allá de la cancha o del vestidor.

El Futbol es un tema relevante para la literatura, señaló el escritor que como éste: “A pesar de todas las cargas negativas que puede tener en cuanto a espectáculo enajenante, el Futbol sigue siendo algo que convoca a congregarnos. Si la guerrilla, la política o cierta visión de la realidad son temas para la literatura, para incidir críticamente en ella, entonces el Futbol también lo es y de manera importantísima.

Respecto al libro Un crack mexicano… dijo, “Me parece muy atractivo que haya además perspectivas como la de este libro, en donde el futbolista es protagónico, pero además el espectador de Futbol, el lector de Futbol, el que hace del Futbol parte de su vida cotidiana, también es protagónico y es el caso de Agustín Del Moral, el autor de Un crack mexicano
Futbol y literatura, terrenos aparentemente antípodas que, aunque parezca imposible, en algunos casos se unen exitosamente, como en el libro de Agustín Del Moral,
Un crack mexicano: Alberto Onofre
El también músico, autor de El Jazz en México, datos para una historia, en este quehacer se ha percatado que la gente que se prepara más allá de lo estrictamente musical cambia su visión de la vida y ante lo que hace cotidianamente, para vivir y para gozar; en el Futbol es lo mismo:

“Los que destacan en el Futbol, como Pelé, son como muchos artistas y músicos que tienen eso que llaman intuición o “sincronicidad”.

En el Jazz, por ejemplo, cuando te oxigenas mucho tocando el saxofón entras en un lenguaje colectivo con tus compañeros, en el que sabes que algo va a pasar y ya estás preparado para que pase, para seguir siendo no contingente ante la situación”.

En el Futbol, dijo Derbez, las grandes figuras son aquellas que, desde su capacidad individual, saben participar en la colectividad, e incidir en ella en el momento exacto. En ese sentido es que puede ser una forma de arte, como lo puede ser el ballet o la gimnasia.

El Futbol como un arte, es definido así “por la capacidad de que, con tu lenguaje corporal, con tu preparación mental, con tu disposición para el momento, puedas desarrollar un momento colectivo único e irrepetible, así como un solo de saxofón, o una jugada en donde Maradona toma el balón en la media cancha y a partir de sus enormes habilidades, en contubernio con un Valdano que estuvo allí, llegó a meter uno de los mejores goles para la memoria de cualquier espectador.
Ese tipo de momentos son los que valen la pena, además de todas esas figuras que se van creando y recreando, tal es el caso de Alberto Onofre, que es un gran mito y un gran hito; en ese sentido, el libro del Agustín Del Moral funciona muy bien, no sólo porque recupera a Alberto Onofre, no por una cuestión nostálgica, sino porque es la posibilidad de leer una vez más nuestra realidad, nuestra historia, nuestra mentalidad, y de cambiarla y decir “yo voy a escribir esta historia”, basta ya, como lo decía José Revueltas “de ser contingentes”, definidos por otros y no ser nosotros protagónicos de nuestras circunstancias.