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La
relajación controla la hiperactividad
Alma Espinosa |
Contrario
a lo que por décadas han recomendado padres de familia, educadores
y hasta médicos, incluir a los niños con hiperactividad
en actividades deportivas que requieran un gran esfuerzo físico
no es lo más apropiado. De acuerdo con el psicólogo
Javier Beltrán Guzmán, lo más aconsejable es
que practiquen deportes tranquilos o actividades plásticas
que no requieran un movimiento corporal dinámico.
Beltrán Guzmán, miembro del Instituto de Investigaciones
Psicológicas de la Universidad Veracruzana, ha estudiado el
trastorno de la hiperactividad en niños desde hace 20 años,
y en este tiempo ha podido constatar que lo mejor es diagnosticar
a los niños antes de que cumplan siete años, con el
fin de implantar estrategias enfocadas a controlar la hiperactividad.
¿Qué es la hiperactividad y cómo saber si un
niño tiene este trastorno? El investigador explicó que
la hiperactividad es el volumen de actividad fuera de lo normal
y hablamos de niños porque es en esta etapa en la que debe
ser detectada y tratada por psicólogos con la ayuda de los
profesores y padres de familia. Esta aceleración debe
ser mostrada en un plazo mínimo de seis meses para que pueda
ser catalogada como hiperactividad.
Algunas características del niño hiperactivo es que
habla excesivamente o interrumpe en momentos poco oportunos, es inquieto
y no puede estar sentado por mucho tiempo o se balancea en la silla,
corre y trepa en situaciones inapropiadas, le cuesta trabajo obedecer
las órdenes, a menudo interrumpe los juegos, va de un lugar
a otro sin motivo aparente, juguetea frecuentemente con pequeños
objetos entre las manos y hace ruidos inapropiados con la boca.
Debido a que la hiperactividad es considerada como un trastorno y
no como una enfermedad, el uso de fármacos no la elimina, sino
la controla. A decir de Javier Beltrán en ocasiones los médicos
o psicólogos recomiendan el uso de medicamentos, pero frecuentemente
cuando se retira su uso las características regresan y a veces
en mayor grado. Aclaró, que su uso no es completamente malo
siempre que esté indicado por un profesional, pero existen
estrategias que ayudan a controlarlo.
Entre los mecanismos de control, el investigador recomienda a los
padres no inscribirlos en deportes de gran desgaste para que
saquen toda su energía, porque paradójicamente nunca
se cansan. Lo que se pide es lo contrario, por ejemplo si hacen karate,
cambiarlos a gimnasia o si los llevan a correr, cambiarlos a un lugar
en donde hagan las cosas a paso de tortuga.
Una estrategia adicional para ayudar a estos niños es mantener
en casa un ambiente estructurado. Es decir, que el niño tenga
reglas claras y sean las mismas siempre, lo que se refiere a la actitud
y decisiones del padre y de la madre. Por ejemplo, el horario para
levantarse, acostarse, ver la televisión, hacer la tarea, entre
otros.
El problema al tratar de construir un ambiente estructurado, dijo,
es cuando los niños deben permanecer varias horas en las casas
de los familiares, debido a las actividades laborales de los padres.
A pesar de que las reglas cambian de una familia o de una persona
a otra, aún en ese desorden se puede incluir un
orden, afirmó.
Otras estrategias para controlar la hiperactividad son las cognitivas
o metacognitivas, que consisten en introducir elementos verbales en
el niño entre una acción y otra; es decir, darle explicaciones,
reforzar sus logros y evitar las reprimendas que afectan su autoestima,
la cual se disminuye cuando los adultos no lo aceptan o discriminan
por ser un niño problema. |
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