Año 3 • No. 137 • abril 26 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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  Corazones rotos
Como parte del ciclo “Cine mexicano reciente”, la UV proyecta el próximo miércoles Corazones rotos, realizada en 2002 por Rafael Montero y que viene siendo una de las cintas más interesantes de esta actividad.

Nacido en 1953 en la Ciudad de México, Rafael Montero estudió cine en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos donde realizó Adiós David (1997), inspirada en la novela Ciao Masino de Cesare Pavese. En 1986 hizo el documental independiente Casas Grandes: una aproximación a la gran Chinameca. Su primera película en la industria fue El costo de la vida (1988), la cual despeja su universo fílmico: narración realista de intención social aplicada a personajes clasemedieros citadinos enfrentados a un contexto material desfavorable y a duras crisis existenciales.

En los 90 concretó varias obras. Justicia de nadie (1992), trata del secuestro del hijo adolescente de la dueña de un puesto ambulante. Ya la hicimos (1992) tiene una visión oscura del destino de los personajes, mientras que Una buena forma de morir (1993) se inspira en un argumento del escritor Eliseo Alberto Diego. Cilantro y Perejil (1996), la primera coproducción de Imcine y Televisa fue una comedia muy exitosa en la que una joven pareja pretende lazos sentimentales fuera del matrimonio.

El taquillazo fue secundado por el entusiasmo de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas que no deparó en regalarle nueve Arieles, no todos meritorios: mejor película, dirección, actriz de cuadro, argumento, guión, música de fondo, tema musical, edición y sonido.

Corazones rotos (2001) posiblemente sea uno de los trabajos más arriesgados del cineasta, ya que enfatiza con un estilo violento su preocupación por una clase media del DF, impedida para superar su difícil existencia. Una unidad habitacional ambientada en el sur de la Ciudad de México se convierte en microcosmos sobre un sector urbano alterado por la crisis económica y vapuleado en su realidad más íntima. La visión es dura y pesimista, descarnada y abismal.

La galería de personajes adquiere el comportamiento abigarrado que deviene del enfoque hiperrealista: una anciana se angustia cada día por no pagar la renta oportunamente; una pareja matrimonial se altera económica y eróticamente (mientras él hurta medicinas, ella se solaza con los hombres conocidos en el parque); una atractiva mujer debe soportar los golpes a rajatabla de su esposo
piloto; la crisis del negocio de un vendedor de flores remata con su infarto y parálisis, además del asedio material de los hijos.

Un nostálgico de la izquierda sesentera se paraliza por el abandono de su mujer y la imposibilidad de liquidar la escuela de los hijos; el inventor de un sistema hidráulico de alcances colectivos se frustra por la cerrazón financiera; la iniciación adolescente debe lidiar con la prostitución de la madre y los deseos travestistas personales; una púber vendedora de galletas sirve de vehículo testimonial en su recorrido físico de las tortuosidades vecinales.

Coproducida por México (Imcine), Brasil, Uruguay y España, Corazones rotos está basada en un guión del mismo cineasta, el cual revela sus constantes temáticas llevadas al extremo con un estilo narrativo obsesivo-compulsivo que apuesta a la fragmentación de los planos y movimientos constantes de cámara.

Película que tiene indudablemente parentesco con Vidas cruzadas (1993). La diferencia radica en que mientras Robert Alman conecta las diferentes historias en un sentido coral y mediante un mosaico socio-humano rico y revelador, Rafael Montero fabrica personajes y situaciones no tan verosímiles al no trabajarlos cuidadosamente, ni pulirlos en su desarrollo dramático.

La preocupación del cineasta sobre una clase media urbana que desde la crisis económica de 1994 se corroe hasta el tuétano y empieza a cavar su tumba, se
entiende y se acepta en tanto reflexión y crítica social.

A pesar de estas situaciones señaladas, sin duda, Rafael Montero es, hasta el momento, uno de los cineastas más preocupados por estudiar la clase media mexicana en un contexto contemporáneo de profunda crisis. Comentarios al correo: roeamarcord@yahoo.com.mx