Año 3 • No. 138 • mayo 3 de 2004
Xalapa • Veracruz • México
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  Autonomía f.
Sergio Valdivia Navarro
Cuando pretendemos tomar mejores decisiones, debemos preguntarnos qué tan preparados nos encontramos para ello. Aquí debemos aclarar que no estamos hablando de nuestras capacidades individuales ante el aprendizaje; ni tampoco nos referimos a nuestra voluntad para estudiar, sino al hecho de estar preparados para enfrentar el aprendizaje. Esto nos lleva al concepto de “aprender a aprender”, prerrequisito para un mejor manejo de nuestra autonomía. ¿Y cómo se aprende a aprender?

“Aprender a aprender” se centra en una serie de estrategias de aprendizaje, que aquellos quienes han tenido éxito en sus estudios han utilizado de manera provechosa.

Muchas veces, nuestros maestros han olvidado acercarnos al mundo de las estrategias, pues sólo nos han acercado al mundo del conocimiento. Pero no se trata de “copiar” lo que hacen los “buenos” en el aprendizaje ni de recetas de cocina con las que todos nos veremos beneficiados, sino de una serie de estrategias de aprendizaje que debemos conocer, practicar y adquirir, debemos estar concientes de que no todo le sirve a todos: es necesario conocernos más a nosotros mismos, como estudiantes autónomos.

Al hablar de estrategias de aprendizaje tenemos que notar la diferencia entre éstas y las técnicas de estudio, las cuales son sólo consejos de cómo debemos organizar nuestras acciones de aprendizaje.

Las estrategias de aprendizaje son un concepto más amplio, el cual comprende aspectos relacionados con las técnicas de estudio, pero se relacionan con el cómo memorizamos información, cómo razonamos ante los problemas de aprendizaje, cómo suplimos nuestras deficiencias en un momento dado, cómo organizamos nuestro tiempo de estudio, cómo manejamos nuestras ansiedades y cómo nos relacionamos con los demás. No basta con que alguien nos platique someramente de todo esto, sino que debemos considerar todo un plan de instrucción, donde conoceremos, practicaremos y haremos nuestras aquellas estrategias que mejor vayan con nuestros estilos de aprendizaje y con el tema de estudio en cuestión y así poder enfrentar el aprendizaje con mejores herramientas.

De hecho, al ver las estrategias de aprendizaje como herramientas mecánicas –un desarmador o un martillo–, entendemos qué es lo que su conocimiento y uso implican: son un juego de herramientas que podemos tener en casa para comenzar a trabajar, pero tenemos que considerar el tipo de tarea que tenemos enfrente.

Estas estrategias son modos de aprender más y mejor, pero debemos estar concientes de su uso y apli|cación. Este es un punto esencial que no podemos pasar por alto. Se considera estrategia de aprendizaje a aquellos modos de aprender que hemos adoptado y de los cuales estamos plenamente conscientes de su funcionamiento y aplicación, así como de las ventajas que representan para nuestro aprendizaje. (http://www.uv.mx/portalcadi/)