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Luego
de transitar de la lucha política a una relación comercial
a través de la historia
Sindicatos, sometidos al Estado
a cambio de beneficios
Edgar Onofre Fernández
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La
relación de las asociaciones sindicales con el Estado ha pasado
de una lucha política a una de carácter comercial entre
clientes y proveedores, en la que los primeros se han sometido al
aparato gubernamental a cambio del financiamiento que permita la supervivencia
de estas gigantescas organizaciones, aseguró el politólogo
español Alberto Oliet Palá en el marco de su visita
al Instituto de Investigaciones Histórico Sociales
(IIH-S).
Recientemente, explicó, las políticas sindicales han
oscilado entre algunas exigencias legítimas o de interés
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Alberto Oliet. |
general,
como las demandas por una mejoría laboral o la generación
de empleos, y otras de carácter ilegítimo o emparentadas
con intereses más bien particulares, como el deseo de incrementar
los beneficios para las empresas o las demandas para proteger la
burocracia de las propias organizaciones.
Oliet Palá agregó que el gigantismo de estas organizaciones
y las relaciones opacas o hasta furtivas que han establecido para
obtener financiamiento las ha convertido en gigantes con pies de
barro y advirtió que, insertas como están en el proceso
de globalización, la autonomía de las organizaciones
sindicales es difícil de imaginar.
Por otro
lado, destacó la importancia de estudiar la relación
que ha existido y existe entre los procesos democráticos
y los grupos de presión pues: La democracia está
limitada por la acción de los intereses de empresas, corporaciones
y sindicatos y advirtió que estos últimos viven
carencias intensas a partir del interés de las grandes corporaciones
que buscan desatarse de las imposiciones estatales.
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Las políticas
sindicales han oscilado entre exigencias de interés
general y otras de carácter ilegítimo: Alberto
Oliet
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En
España, Oliet Palá explicó, la fractura del sindicalismo
estribó en la falta de intensidad en las acciones políticas
que las había caracterizado y esto las llevó a transformarse
en organizaciones tuteladas. En sus orígenes, añadió,
el sindicalismo estuvo vinculado a una ética de convicciones
que, con el tiempo se convirtió en un sindicalismo pragmático.
En el momento en que las ideologías cayeron los sindicatos
han perdido gran parte de su intensidad.
Luego de la caída del franquismo, prosiguió, muchos
organismos al trocar sus ideologías hacia un pragmatismo reforzaron
el arribo del neoliberalismo lo que minimizó el papel de los
estados al tiempo que se constituyó en una respuesta a la crisis
económica y política del aparato estatal, pero: Con
la caída de las ideologías también desapareció
el dramatismo retórico de los discursos sindicales y estas
organizaciones, en menos de diez años, pasaron de representar
a más del 50 por ciento de los trabajadores españoles
a ser voz de apenas el nueve por ciento. |
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