| Año 3 • No. 141 • mayo 24 de 2004 | Xalapa • Veracruz • México |
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Aseguró
Adrián De Garay, especialista en temas educativos |
||
| En
la actualidad los jóvenes que tienen la posibilidad de ingresar
a los estudios universitarios pertenecen a una categoría privilegiada,
no obstante, dentro de las prácticas de consumo cultural y
social de este sector, sigue prevaleciendo una dispersión que
obedece a que su condición social e histórica es la
que determina su posición dentro del resto de los jóvenes
estudiantes, dijo durante su ponencia el sociólogo Adrián
De Garay Sánchez, de la UAM. Durante el curso-taller “Trayectorias académicas”, que forma parte de las actividades que organiza la coordinación del meif, el investigador de la ANUIES |
 Adrián de Garay. |
|
| agregó
que de acuerdo con una reciente investigación en facultades
de distintos campus de la UAM, la juventud posee prácticas
sociales dispersas entre facultades y carreras. Durante su charla “La heterogeneidad de las prácticas sociales de los jóvenes universitarios” el ponente señaló que lo anterior se refiere a que, a su ingreso a la universidad los estudiantes no tienden a agruparse, sino hasta muy avanzado el semestre e incluso, hay algunos jóvenes que nunca logran hacerlo y es cuando surge la inadaptación social. Al respecto, los ‘juvenólogos’, como se ha denominado a los estudiosos de la juventud, la cual oscila entre los 14 a 19 años, de los 16 a los 25 años o bien de los 12 a 19 años, han logrado distinguir ciertas características de los grupos a los que se integran los jóvenes y los clasifican en marginados, dominantes, bandas e inadaptados, lo cual sitúa a los universitarios en una elite. Luego de compartir los diversos conceptos que a través de la historia ha tenido el concepto juventud, De Garay reconoció que hablar de éste es algo complicado dada su heterogeneidad, al tiempo que compartió su opinión sobre la independencia respecto a la difícil situación laboral que aqueja al país, pues sucede que muchos jóvenes permanecen más tiempo en calidad de estudiantes y siguen instalados en casa de sus padres, hasta o después de los 30 años: “Son tiempos difíciles para independizarse por el desempleo, el surgimiento de empleos temporales y la ‘juvenilización’ de los medios, enfatizó. Para finalizar el especialista en temas de educación ofreció unas interesantes estadísticas, según encuestas realizadas en tres de los campus de la uam, entre las que resalta un incremento considerable de mujeres en la matrícula; así como el estado civil, ya que el 95 por ciento de los estudiantes son solteros, en tanto que el cuatro por ciento están casados y sólo el uno por ciento vive en unión libre; el 70 por ciento proviene de padres sin estudios profesionales y más del 60 por ciento no trabaja mientras se dedica a estudiar. |
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