Año 3 • No. 142 • mayo 31 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 Información General

 Información Regional

 Inter Nautas
 
 Arte Universitario

 Halcones al Vuelo


 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 
Autonomía f.
Sergio Valdivia Navarro
En ocasiones anteriores, me he dirigido a los estudiantes universitarios, siempre buscando aumentar el nivel de conciencia, de lo que la autonomía del aprendizaje puede representarles en una época, que requiere de un perfil autónomo, para enfrentar la vida académica actual y futura; pero ahora quiero dirigirme a los profesores de nuestra universidad, para hacer una reflexión de lo que representa para nosotros, como maestros, el poder promover y contar con una comunidad escolar, donde haya mayor interés en la autonomía en el aprendizaje.

La esencia de la palabra “autonomía” nos refiere a una “liberación” o a una “separación”, pero una separación o liberación, ¿de qué? o ¿de quién? Bueno, los conocedores de estos temas señalan que la autonomía del aprendizaje puede verse de manera simple, como la liberación de los estudiantes de voluntades ajenas: como pueden ser las de una institución, las de un programa de estudios, las de un profesor o incluso se habla de la liberación de uno mismo, cuando somos nosotros los que bloqueamos nuestras posibilidades de decisión.

Aquí me quiero referir al punto donde los estudiantes se pueden sentir limitados por nosotros, sus maestros. Ahora, la pregunta que surge es, si estamos concientes de que podemos tener “limitados” a nuestros estudiantes, sin saberlo.

El punto es muy sutil porque con toda seguridad todo lo que hacemos, lo hacemos con la mejor de las intenciones y sabiendo que será por su bien futuro; haciendo gala de nuestra responsabilidad ante la institución, la cual ha puesto en nuestras manos el aprendizaje de nuestros alumnos. Al tomar esta responsabilidad, nos permitimos una serie de acciones y decisiones, sin pensar que aunque nuestra responsabilidad como maestros de una materia o experiencia educativa quede resuelta, estemos tal vez, pasando por alto que nuestros alumnos no tienen mucho margen de “libertad” de decisión sobre todo al tomar nuestro curso y al hacer las actividades del mismo. Todo esto con base en nuestro buen criterio
de cómo deben ser las cosas en el salón de clase.

Al revisar un libro que cayó en mis manos: Helping Students to Learn: a guide to learner autonomy de Ricky Lowes y Francesca Targe, editado por Richmond Publishing (1998); llamaron mi atención, una serie de reflexiones que se sugieren a los profesores, con la finalidad de pensar más a fondo en las “limitaciones” que imponemos a nuestros estudiantes, muchas veces de manera inconsciente. Entre las ideas que someten a nuestra opinión se encuentran: 1. los maestros deben decidir lo que sucede en la clase; 2. los maestros están en la clase para facilitar el aprendizaje; 3. es importante que los maestros mantengan el control de la clase; 4. los alumnos están en la clase para escuchar a los maestros y aprender de ellos; 5. los maestros necesitan crear un ambiente en el cual los estudiantes aprendan cuando estén listos para ello; 6. los estudiantes sólo aprenden cuando se involucran de manera activa en la clase; 7. los maestros deben conocer cuál es la mejor manera para que sus alumnos aprendan en clase; 8. la mayor parte del aprendizaje tiene lugar fuera del salón de clase.

Sé que las posibles opiniones de acuerdo o desacuerdo sobre estas aseveraciones nos pueden llevar a puntos de controversia, pero creo que lo que la autonomía del aprendizaje pide es precisamente eso, que discutamos, de manera abierta, lo que sucede en nuestro salón de clase; discusión en la que caben ideas que hasta hoy podríamos considerar absurdas a lo que normalmente vivimos en nuestra escuela o a lo que hemos vivido como estudiantes y como maestros. Démosle un tiempo a los enunciados anteriores y de ser posible discutamos con algún compañero maestro; para así, hacer un sano ejercicio de reflexión que nos fortalecerá en nuestro quehacer académico cotidiano.
(http://www.uv.mx/portalcadi/)