Dentro
del festival Junio Musical 2004, se llevó acabo el Primer
Encuentro Nacional de Laudería, donde Manuel Fernández
Larralde, experimentado constructor de guitarras clásicas,
mencionó cuestiones sobre los instrumentos destinados a la
actividad concertística. Además, el laudero comentó
que es bueno recordar que la guitarra, con todas las virtudes sonoras
que
le son propias, es un instrumento de escasa potencia de sonido si
lo comparamos con el violín o el violonchelo.
Comentó
que el luthier debe tener en mente todos los detalles relacionados
con los fines para los que se destinará el instrumento, cuando
su obra es por encargo, ya que es necesario analizar el tamaño
de las manos, largo y grosor de los dedos, entre muchas cosas más.
Por último, el especialista mencionó como un aspecto
importante el estético: “En ello cuenta mucho el barniz
para el acabado final y la protección de la madera”.
Posterior a esta conferencia, tuvo lugar el concierto del Cuarteto
de Guitarras San Jerónimo, integrado por Iván Risques,
Orvil Paz, Adán Ruiz y Miguel Ángel Ramírez,
quienes interpretaron dos motetes de autores anónimos, Andante
en Sol mayor de Vivaldi, Solace de Collins y Tres estampas de Moreno
Torroba. |