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Danza
UV
30 años de tradición vs estancamiento y complacencia
artísticas
Edgar Onofre Fernández (Fotos: Carlos Alberto
Duarte R.)
Prácticas Escénicas, Facultad de Danza |
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Con
un bagaje de 30 años de tradición y el rango de pionera
a cuestas, la Facultad de Danza no sólo ha conseguido convocar
en torno suyo la atención de un número creciente de
instituciones de educación superior en el país que buscan
incorporar el área de las artes a su currícula, sino
que busca convertirse en la plataforma de un movimiento de nuevos
bríos en la danza contemporánea veracruzana.
Si bien esta facultad ha destacado por encima del resto de las escuelas
de danza contemporánea en el país a partir de la comunión
entre educación artística y académica, que otorga
a sus estudiantes una sólida formación humanista a la
par que motiva su capacidad creativa, para la directora de la Facultad
de Danza y ex integrante del Ballet Nacional de México, Guadalupe
Barrientos López, la víspera del 30 aniversario es un
momento clave para confrontar la trayectoria histórica con
las perspectivas de la facultad.
En este sentido, Barrientos advierte que, además de responsabilidad
mayor que corresponde a una Universidad en la formación de
artistas que, al mismo tiempo, posean una sólida formación
humanista, el escenario para la danza contemporánea en Xalapa,
sede de la Unidad de Artes de la UV, necesita una retroalimentación
constante con el resto de las tendencias de la especialidad en el
país: "Tenemos que mirar fuera de nuestros ámbitos
más cercanos. La vida cultural de Xalapa es fuerte, efectivamente,
por la presencia de la uv, pero debemos abrirnos, debemos mirar hacia
otros lados ahora que tenemos que replantear nuestro quehacer".
Esto, explica, no significa que artísticamente estemos obligados
a mirar al df, pero algo que puede darnos oxígeno es estar
en contacto con tendencias artísticas actuales. A Xalapa tenemos
que abrirla a otras tendencias para poder genera un movimiento real
de danza. "Tenemos que vincularnos, ver qué se está
haciendo en el país, por lo menos, ver qué se está
planteando en la creación escénica, y así saber
lo que necesitamos para formar a creadores escénicos: como
formadores de profesionales que deben saber y hacer la danza, debemos
tener referencias viejas y nuevas para saber qué orientaciones
van a tener nuestros estudiantes. Si no lo hacemos así, estaríamos
sin contexto". |
Para
ello, la comunidad de la Facultad de Danza busca reforzar las tareas
académicas que dotan a los estudiantes de conocimientos del
mundo contemporáneo, de las tendencias añejas y recientes
y generar una conciencia crítica acerca del mundo que los rodea
y, desde el aula, generar un ambiente de creación coreográfica
fuerte en dirección y sentido del arte.
En este sentido, el grueso de la comunidad de Danza UV ha considerado
que los talleres de Prácticas Escénicas son indiscutibles
y fundamentales de cara al hecho escénico: "Cuando el
estudiante entra en contacto con el foro, un proceso que no hay otra
forma de conocerlo más que en la experiencia misma, el |
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desarrollo
del estudiante se potencia, hay resortes creativos que el foro activa".
Apenas en mayo pasado, los estudiantes y académicos de Danza
montaron cuatro obras de dos coreógrafos huéspedes y
uno de la propia universidad (Serafín Aponte, Gregorio Trejo
y Alejandro Schwartz) como parte de la estrategia con que las Prácticas
Escénicas confrontan el trabajo diario de los jóvenes
bailarines y otorga sentido a su quehacer académico y artístico.
En opinión de la directora, éste podría ser el
principio de una iniciativa central para los artistas de la Universidad:
"Una de las directrices más importantes es la vinculación
con las comunidades, y la primera de ellas a la que deberíamos
estar vinculados directamente es la comunidad universitaria y más
adelante con la sociedad.
"Si logramos ser más sólidos académicamente,
podremos ser más sólidos escénicamente: es común
recibir grandes proyectos, propuestas para hacer el gran movimiento
de la danza contemporánea en Xalapa, pero eso se construye
desde el salón de clases, la formación académica
nos da razón y sentido. Si académicamente somos fuertes,
podemos hacer mejores productos escénicos y, si estos son mejores,
reforzamos la formación académica, se trata de retroalimentación,
peor hay que ser rigurosos", advierte. |
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Este
compromiso se duplica cuando, en opinión de Barrientos, en
las artes escénicas, de repente, existe cierta banalidad. "Todo
mundo hace de todo (las instalaciones y performance, por ejemplo,
tienen toda una filosofía detrás, un conocimiento y,
sin embargo, nos encontramos con que cualquier cosa es una instalación),
pero debemos ser rigurosos y decir algo al público, procurar
que el discurso del arte tenga dirección y sentido, añadió.
La creación artística debe tener libertad, pero debemos
ser rigurosos en el lenguaje, los elementos, en la formación
y entrenamiento de los bailarines. Uno debe prepararse para subir
a escena: si nuestros intérpretes están cada vez menos
preparados se va a ver reflejado en el producto escénico".
Los noveles bailarines, además, podrían estar a merced
de un espíritu de época signado por el desaliento y
la desesperanza: "Todo mundo habla de que estamos interconectados,
pero la tendencia del mundo es alejarse cada vez más de principios
humanos que son los que animan al arte. La mercantilización
de todo, que hace unos años no hubiéramos concebido,
es algo que va en deterioro de una visión humanista, y las
artes, en este mundo de confusión, terminan por proponer más
confusión.
"Una de las claves del espíritu de la época es
convencer a todos que no hay esperanza, que no hay más realidad
que la que nos toca vivir y no hay posibilidad de otra: tenemos que
recuperar la esperanza como la posibilidad de tener sueños
e intentar realizarlos, lo otro es suicidarse o cerrar la universidad.
Susan Sontag dice que en los movimiento sociales, y podemos pensar
que el arte es uno, uno no debe buscar la causa y el efecto, sino
resistir, porque el efecto si no se ve aquí, se puede ver allá.
Y resistir es tener convicción en lo que hacemos, intentar
hacer las cosas.
"En este sentido, es muy importante que los estudiantes se den
cuenta que las cosas se pueden hacer. En Danza uv no tenemos que volver
a hacer todo, sería absurdo, no estamos empezando de cero.
Tenemos 30 años, maestros con una experiencia enorme, pero
tenemos que potenciar todo eso y sobre todo, privilegiar una noción
para que el arte se convierta en una de las maneras en que podemos
recuperarnos a nosotros mismos y mejorar nuestro entorno, no sólo
en el contexto global, sino al interior de nuestra facultad. Queremos
despertar nuevamente una mística de trabajo, darle un sentido
más allá de lo que hacemos cotidianamente." |
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