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Autonomía
Sergio Valdivia Navarro |
Al
hablar de la autonomía del aprendizaje, no solamente nos referimos
a la forma de trabajo independiente que podemos realizar en el salón
de clase, en los centros de autoacceso o en nuestros propios hogares.
Sino que debemos tener muy claro algunos aspectos relacionados con
lo que estamos estudiando y es acerca de esto sobre lo que quiero
hablar el día de hoy.
Cuando pensamos en aprender un idioma extranjero, sea este inglés,
francés, italiano, alemán o el que más les interese,
muchas veces imaginamos cómo será ese momento en que
nuestro maestro o maestra nos diga que ya hemos terminado nuestros
cursos y que podemos salir al mundo a hacer gala de nuestro nuevo
logro.
Cuando pensamos en esto, no tenemos una idea clara de cuánto
tiempo habrá pasado, pero con seguridad lo contamos en meses
y sobre todo en años. Creo que es más fácil pensar
que aprender un idioma extranjero es algo que nos llevará tiempo.
Con seguridad nuestros maestros nos han dicho que a ellos les ha tomado
mucho tiempo llegar a donde están en este momento. Y las instituciones
que imparten algún idioma extranjero por lo regular hablan
de semestres, trimestres y bimestres sólo para poder cursar
uno de sus cinco, seis, ocho o diez niveles de que consta el curso
completo. De igual forma cuando pensamos en ese momento futuro, también
cruzan por nuestra mente las capacidades que tendremos para ese entonces.
Podremos leer con más facilidad los textos que lleguen a nuestras
manos; comprenderemos mucho más que ahora, cuando alguien hable
en ese idioma; podremos con más confianza escribir textos donde
expresamos nuestras ideas y pensamientos y estoy seguro que podremos
entablar una conversación con hablantes nativos sobre nuestros
temas de interés.
También, pensamos en el esfuerzo realizado para aprender un
idioma extranjero. Para ese momento habremos tenido que aprender el
significado de muchas palabras que vienen en los diccionarios y sobre
todo las consabidas reglas de gramática que tanto nos han hecho
batallar hasta hoy. Habremos aprendido toda clase de expresiones de
uso corriente entre los hablantes nativos del idioma y que le dan
sabor a la conversación. Y creo que para terminar, también
habrán aprendido toda una serie de sonidos para tener un acento
que se asemeje al de los hablantes nativos del idioma.
Todo lo anterior tiene mucho de verdad pero también tiene mucho
de mito. La realidad es simple: sí nos tomará tiempo;
sí tendremos nuevas habilidades en el idioma extranjero y sí
tendremos que esforzamos y aprender algo sobre lo que se mencionó
anteriormente. Pero, donde comienza el mito es en que normalmente
llevamos nuestros supuestos a extremos que no son realistas, tanto
en el tiempo, como en las capacidades, como en el esfuerzo requerido.
Cuando pensemos en el tiempo necesario para alcanzar nuestras metas
deberemos pensar en cuáles son estas metas. Esta dimensión
temporal tiene mucho que ver con las capacidades que queremos tener;
entre más queramos hacer, más tiempo tendremos que invertir.
Para darnos una idea, se calcula que para pasar un examen de acreditación
internacional, debemos haber invertido alrededor de 600 horas de estudio
que pueden estar repartidas a lo largo de meses o años dependiendo
de la intensidad de nuestro estudio. Nuestras metas también
se verán reflejadas en el tipo de acciones que tomaremos en
nuestro estudio. Entre más complejas sean, más será
la complejidad de nuestro estudio. Y finalmente nuestro esfuerzo tiene
que ver con el nivel de calidad que queremos alcanzar. Y eso es algo
que va a depender de nosotros mismos y de lo que queramos obtener
y del tiempo que estemos dispuestos a invertir. Así que como
dicen, en este mundo todo es relativo, hasta el aprendizaje de un
idioma extranjero. (http://www.uv.mx/portalcadi) |
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