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Tercera
Llamada
Junio Musical 2004, toda una serie de aciertos
Jorge Vázquez Pacheco
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Fueron
más de 120 acontecimientos distribuidos a lo largo de 23 días.
En los mismos se conjugó no sólo la creatividad de los
artistas adscritos a la Universidad Veracruzana y el talento propio
de nuestra entidad.
También se dio la presencia de creadores de primer orden que
impusieron al festejo el casi obligatorio sello de “internacional”.
Y es que Junio Musical 2004 resultó en un compendio
de arte hispano. A España estuvo dedicado en su totalidad,
y la música de la península ibérica resultó
en el protagonista elemental. No podemos citar aquí a todos
y cada uno de los eventos programados por la Dirección de Divulgación
Artística, porque cada cual mantuvo características
tan propias que merece un comentario por separado.
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Pero
suponemos suficiente con citar los resultados de la ópera presentada
el domingo 20 en la Sala grande del Teatro del Estado. Carmen de Georges
Bizet es la apoteosis de la españolería; significa la
sublimación del arte musical flamenco y de los bailes que le
son propios, a la par con la tauromaquia. Todo contiene un supremo
acento español, sin importar que el idioma sea el francés
propio de la patria del compositor.
Una vez más, el arte musical establece por sí mismo
que carece de fronteras y que, si alguna vez se trató de imponer
esos límites, han sido derribados por la contundencia de la
manifestación más humana del espíritu del hombre:
la música.
La mezzosoprano puertorriqueña María Cecilia Toledo
dejó en claro que no hay sombra de duda en torno de su eficiencia
como la cigarrera Carmen, capaz de enloquecer de amor a quien se proponga.
Armando Mora fue la personificación de un Don José apasionado
y de sentimentalismos al garete por el amor de Carmen. Ana Luisa Méndez
es el personaje tierno de la historia y su portentosa voz de soprano,
aunada a su personalidad, quedaron profundamente impresos en el ánimo
del público que se congregó en el recinto cultural por
excelencia que es el Teatro del Estado. De Jesús Suaste nada
hay por comentar que no se haya dicho o escrito antes; sus personificaciones
van signadas por una rúbrica en que la corrección es
el timbre de porte.
El Coro de la UV, los niños de La Pequeña Cantoría,
la escenografía, el vestuario, la iluminación... todo
funcionó para un resultado que confirma la capacidad artística
de nuestra Orquesta Sinfónica de Xalapa, de su titular y del
responsable de la dirección de escena, José Antonio
Morales, cuyo trabajo ha sido concienzudo y detallista al máximo.
Mucha gente se vio involucrada en esta realización, y a todos
ellos debemos la apasionada entrega que hizo posible concretar el
proyecto. Asó cerró Junio Musical 2004, con resultados
que prometen una nueva edición de mayor aliento y amplios trazos.
¡Enhorabuena!
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