Año 3 • No. 145 • junio 21 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Expone videoarte, instalación, arte sonoro y fotografía digital
en la Galería del IAP

Regreso a Xalapa, de Alfredo Ayala
Dunia Salas Rivera

“Cercano a dos años de mi regreso a la ciudad, me interesa presentar esta serie de piezas que conciben el deseo por estar en un espacio geográfico determinado, en este caso: Xalapa. A manera de paráfrasis libre del poema de Konstantino Kavafis Retorno a Itaca, Regreso a Xalapa concuerda con esta idealización proyectada sobre un espacio deseado, no obstante, una vez dado ese encuentro, ese roce con el deseo, una vez más, se devela que las expectativas son difíciles
de saciar”.

Así se expresa el fotógrafo egresado de la Facultad de Artes Plásticas de la uv, Alfredo Ayala de su exposición Regreso a Xalapa, que se exhibe en la Galería del Instituto de Artes Plásticas (IAP) muestra en la que, dentro de los lineamientos nebulosos del arte conceptual, involucra un conjunto de diversos medios visuales contemporáneos: videoarte, instalación, arte sonoro y fotografía digital y que, sin tener un carácter descriptivo de la ciudad de Xalapa, permea aspectos cotidianos además de una suerte de crítica social y política.

El retorno de Alfredo a la capital del estado se dio después de seis años de vivir en el df, donde trabajó en la Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado “La Esmeralda” del Centro Nacional de las Artes, como encargado del Taller de Fotografía. Esa estancia significó para el artista visual un retiro de muchas actividades: “Ahí me dediqué muchísimo a un proyecto de educación, en el que creí mucho. Fueron seis años que estuve encerrado en un laboratorio y en un estudio donde no me daba ni el Sol”.
Cuando el panorama dejó de cumplir con sus expectativas, Alfredo empezó a concebir el idilio de regresar a Xalapa y fue entonces como generó sus ilusiones de lo que implica estar otra vez en esta ciudad, “expectativas que nunca logras, por eso la idea de ese primer encuentro con Xalapa, de la primera sensación al contemplar hasta los más pequeñísimos detalles”.


Es el caso de una de sus piezas, el videoarte titulado Cocktail 600 ml., una metáfora de la humedad, que refleja la sensación percibida cada vez que llegaba a esta capital y que, a decir de él “sientes desde que bajas del autobús porque es agua lo que respiras”.

Con respecto de esta obra comentó: “Cuando llegaba a Xalapa, lo hacía siempre de noche y al poner mis pies en el jardín de la casa, que está lleno de caracoles porque está un poco agreste, me provocaba una culpa terrible pisarlos. Esa sensación de mí mismo con la maleta en la mano y el crujir a cada paso me generaba un sentimiento extraño de culpabilidad”.

En otro sentido, el videoarte Amanecer en Xalapa, una de las obras mejor recibidas por el público, es una crítica social en tanto que se presenta como denuncia al ruido visual y auditivo del que somos objeto los habitantes de esta ciudad cada mañana, al despertarnos desde temprano y sin discriminación de días, por el golpeteo metálico contra un cilindro de gas acompañado por un pegajoso: “ya llegó, ya llegó, ya llegó, es el gas…”, con el que “ni el café puedes tomarte a gusto.

”Una de las cosas que me desconcertaron a mi regreso fue darme cuenta de que Xalapa, que tiene la pretensión de ser tan culta, con dos orquestas sinfónicas en una ciudad de menos de un millón de habitantes, como pocas ciudades Europa, cómo puede permitir ese tipo de publicidad tan terrible. Uno se despierta invariablemente con ese sonsonete”, afirmó el artista xalapeño.

Regreso a Xalapa, fotoinstalación que le da nombre a la muestra, “es como transcurrir por el camino y encontrar que las direcciones de Xalapa no son claras, no por la ciudad en sí, sino por el deseo que me había formado y que de repente, al encontrarme ahí, me dí cuenta de que nunca llegué adonde era”.

Esta sensación de Alfredo se acentúa con la de encontrar una ciudad más conservadora, “menos abierta a las opciones de arte no tradicional, sobre todo porque se está institucionalizando mucho el quehacer cultural en Xalapa o es únicamente institucional, hay pocas propuestas independientes: lo que no es institucional no existe, no vale, no tiene apoyo o crédito, entonces como los artistas no ven opción, están huyendo”.

Según este artista, quien ya ha expuesto su obra en Japón, eua, Italia y la ciudad de México, Xalapa se ha convertido en un buen vivero para producir gente talentosa pero que finalmente no sabe cómo conservarla.

Sin embargo, no todo es tan serio con relación a su nueva obra, también está la parte divertida, muestra de ello es Angels Factory, que surge de la idea del parque industrial de próxima creación para Xalapa: “Esta la primera pieza de una serie de fábricas que voy a proponer para el parque industrial: todas inservibles y que son simplemente para cubrir un espacio”.

Muy divertido por su idea, Alfredo describe su propuesta con la sonrisa candorosa e infantil que lo caracteriza: “La fábrica de ángeles consiste en matar mosquitos para hacer angelitos. También hay que divertirse en estas cosas, no hay que ser tan densos, incluso creo que el mismo parque industrial no va tan en serio, porque nunca han dicho ni de qué va a ser, pero lo manejan como la solución económica
para Xalapa”.

Para Ayala, quien también forma parte de una obra colectiva sobre una idea dirigida por Danilo Veras que hizo junto con Manuel González de la Parra, Carlos Sandoval, Carlos Converso y Alfredo Castro y que se está exponiendo actualmente en la Galería de Arte Contemporáneo de Xalapa, no se trata solamente de criticar sino proponer soluciones y una de ellas es que la gente se abra a las opciones de medios distintos a los tradicionales, sobre todo cuando existe calidad:

“Podría decir que es el caso de la propuesta de Danilo, un cubo como de dos metros por lado, que gira y tiene dos pantallas cruzadas adentro, sobre las que se están proyectando las diapositivas y el video. Y no es que esté en contra de la pintura y escultura tradicionales, pero ya es momento de que se abran a las opciones, y en nuestro caso nos hemos esforzado porque se vea un trabajo digno. No se trata tampoco de mostrar cualquier enredijo de cables y decir que eso es una videoinstalación, sino que están depurados los objetos, acabados y lo más limpios e impecables posible”, aseguró.

Dijo que en el caso de su fotoinstalación fue consciente abusar del tamaño en la presentación: “Una sola foto ocupa toda una sala de la galería de 15 por seis metros. Es una pieza bidimensional pero que genera un espacio por la posición en que se encuentra a manera de ciclorama, eso es lo que me gusta, que es mínima la pretensión pero es bastante más lo que se abarca por la propia generación de atmósferas, y en un tono conciliador agregué la música del dj, para que el espectador no se enfrentara al vacío directamente”.

Regreso a Xalapa se exhibe todo junio en la Galería del IAP, sita en avenida Primero de mayo 21, colonia Obrero Campesina, junto al MAX de esta ciudad capital.