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Expone videoarte, instalación,
arte sonoro y fotografía digital
en la Galería del IAP
Regreso a Xalapa, de Alfredo Ayala
Dunia Salas Rivera
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Cercano
a dos años de mi regreso a la ciudad, me interesa presentar
esta serie de piezas que conciben el deseo por estar en un espacio
geográfico determinado, en este caso: Xalapa. A manera de paráfrasis
libre del poema de Konstantino Kavafis Retorno a Itaca, Regreso a
Xalapa concuerda con esta idealización proyectada sobre un
espacio deseado, no obstante, una vez dado ese encuentro, ese roce
con el deseo, una vez más, se devela que las expectativas son
difíciles
de saciar.
Así se expresa el fotógrafo egresado de la Facultad
de Artes Plásticas de la uv, Alfredo Ayala de su exposición
Regreso a Xalapa, que se exhibe en la Galería del Instituto
de Artes Plásticas (IAP) muestra en la que, dentro de los lineamientos
nebulosos del arte conceptual, involucra un conjunto de diversos medios
visuales contemporáneos: videoarte, instalación, arte
sonoro y fotografía digital y que, sin tener un carácter
descriptivo de la ciudad de Xalapa, permea aspectos cotidianos además
de una suerte de crítica social y política.
El retorno de Alfredo a la capital del estado se dio después
de seis años de vivir en el df, donde trabajó en la
Escuela Nacional de Escultura, Pintura y Grabado La Esmeralda
del Centro Nacional de las Artes, como encargado del Taller de Fotografía.
Esa estancia significó para el artista visual un retiro de
muchas actividades: Ahí me dediqué muchísimo
a un proyecto de educación, en el que creí mucho. Fueron
seis años que estuve encerrado en un laboratorio y en un estudio
donde no me daba ni el Sol. |
Cuando
el panorama dejó de cumplir con sus expectativas, Alfredo empezó
a concebir el idilio de regresar a Xalapa y fue entonces como generó
sus ilusiones de lo que implica estar otra vez en esta ciudad, expectativas
que nunca logras, por eso la idea de ese primer encuentro con Xalapa,
de la primera sensación al contemplar hasta los más
pequeñísimos detalles. |
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Es el caso de una de sus piezas, el videoarte titulado Cocktail
600 ml., una metáfora de la humedad, que refleja la sensación
percibida cada vez que llegaba a esta capital y que, a decir de
él sientes desde que bajas del autobús porque
es agua lo que respiras.
Con respecto de esta obra comentó: Cuando llegaba a
Xalapa, lo hacía siempre de noche y al poner mis pies en
el jardín de la casa, que está lleno de caracoles
porque está un poco agreste, me provocaba una culpa terrible
pisarlos. Esa sensación de mí mismo con la maleta
en la mano y el crujir a cada paso me generaba un sentimiento extraño
de culpabilidad.
En otro
sentido, el videoarte Amanecer en Xalapa, una de las obras mejor
recibidas por el público, es una crítica social en
tanto que se presenta como denuncia al ruido visual y auditivo del
que somos objeto los habitantes de esta ciudad cada mañana,
al despertarnos desde temprano y sin discriminación de días,
por el golpeteo metálico contra un cilindro de gas acompañado
por un pegajoso: ya llegó, ya llegó, ya llegó,
es el gas
, con el que ni el café puedes
tomarte a gusto.
Una de las cosas que me desconcertaron a mi regreso fue darme
cuenta de que Xalapa, que tiene la pretensión de ser tan
culta, con dos orquestas sinfónicas en una ciudad de menos
de un millón de habitantes, como pocas ciudades Europa, cómo
puede permitir ese tipo de publicidad tan terrible. Uno se despierta
invariablemente con ese sonsonete, afirmó el artista
xalapeño.
Regreso a Xalapa, fotoinstalación que le da nombre a la muestra,
es como transcurrir por el camino y encontrar que las direcciones
de Xalapa no son claras, no por la ciudad en sí, sino por
el deseo que me había formado y que de repente, al encontrarme
ahí, me dí cuenta de que nunca llegué adonde
era.
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Esta
sensación de Alfredo se acentúa con la de encontrar
una ciudad más conservadora, menos abierta a las opciones
de arte no tradicional, sobre todo porque se está institucionalizando
mucho el quehacer cultural en Xalapa o es únicamente institucional,
hay pocas propuestas independientes: lo que no es institucional no
existe, no vale, no tiene apoyo o crédito, entonces como los
artistas no ven opción, están huyendo.
Según este artista, quien ya ha expuesto su obra en Japón,
eua, Italia y la ciudad de México, Xalapa se ha convertido
en un buen vivero para producir gente talentosa pero que finalmente
no sabe cómo conservarla.
Sin embargo, no todo es tan serio con relación a su nueva obra,
también está la parte divertida, muestra de ello es
Angels Factory, que surge de la idea del parque industrial de próxima
creación para Xalapa: Esta la primera pieza de una serie
de fábricas que voy a proponer para el parque industrial: todas
inservibles y que son simplemente para cubrir un espacio.
Muy divertido por su idea, Alfredo describe su propuesta con la sonrisa
candorosa e infantil que lo caracteriza: La fábrica de
ángeles consiste en matar mosquitos para hacer angelitos. También
hay que divertirse en estas cosas, no hay que ser tan densos, incluso
creo que el mismo parque industrial no va tan en serio, porque nunca
han dicho ni de qué va a ser, pero lo manejan como la solución
económica
para Xalapa.
Para Ayala, quien también forma parte de una obra colectiva
sobre una idea dirigida por Danilo Veras que hizo junto con Manuel
González de la Parra, Carlos Sandoval, Carlos Converso y Alfredo
Castro y que se está exponiendo actualmente en la Galería
de Arte Contemporáneo de Xalapa, no se trata solamente de criticar
sino proponer soluciones y una de ellas es que la gente se abra a
las opciones de medios distintos a los tradicionales, sobre todo cuando
existe calidad:
Podría decir que es el caso de la propuesta de Danilo,
un cubo como de dos metros por lado, que gira y tiene dos pantallas
cruzadas adentro, sobre las que se están proyectando las diapositivas
y el video. Y no es que esté en contra de la pintura y escultura
tradicionales, pero ya es momento de que se abran a las opciones,
y en nuestro caso nos hemos esforzado porque se vea un trabajo digno.
No se trata tampoco de mostrar cualquier enredijo de cables y decir
que eso es una videoinstalación, sino que están depurados
los objetos, acabados y lo más limpios e impecables posible,
aseguró.
Dijo que en el caso de su fotoinstalación fue consciente abusar
del tamaño en la presentación: Una sola foto ocupa
toda una sala de la galería de 15 por seis metros. Es una pieza
bidimensional pero que genera un espacio por la posición en
que se encuentra a manera de ciclorama, eso es lo que me gusta, que
es mínima la pretensión pero es bastante más
lo que se abarca por la propia generación de atmósferas,
y en un tono conciliador agregué la música del dj, para
que el espectador no se enfrentara al vacío directamente.
Regreso a Xalapa se exhibe todo junio en la Galería
del IAP, sita en avenida Primero de mayo 21, colonia Obrero Campesina,
junto al MAX de esta ciudad capital. |
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