Año 3 • No. 147 • Agosto 18 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Robótica, futuro prometedor de la inteligencia artificial
Utilizan robots en lugar de ratas
para experimentos en neurofisiología
Ricardo Luna
El empleo de modelos biológicos para dar soluciones a muchos estados críticos del ser humano, se ha enfrentado, desde hace tiempo a diversas barreras de índole ético y científico. Tal es el caso del estudio del cerebro y de otras partes del cuerpo, explicó la investigadora de la Maestría en Inteligencia Artificial (MIA), Angélica García Vega, quien aseguró que en este apartado existe un problema con la ética o la bioética como ahora le llaman a las cuestiones relacionadas con la vida.

Angélica García Vega
Ante ello, la investigadora reflexionó sobre qué tan válido es que alguien con un tumor en el cerebro se someta a estudios donde no solamente lo analicen con una tomografía, sino que alguien le troce un pedazo de cerebro. "Se busca que la persona dé su anuencia para hacer esos estudios, pero no siempre es así. Esa es una vía, pero quién recurre a ella, sólo los neurofisiólogos, por ejemplo que emplean ratas de laboratorio, pero ahora resulta que surgen las asociaciones que protegen a los animales y las investigaciones han tomado otros caminos. Por lo que los robots son la tecnología que en conjunto con las investigaciones que se hacen en modelos animales, nos sirven para corroborar esos modelos", aseguró.

Es el anterior un claro ejemplo de la vigencia que tiene el campo de los robots, según la opinión de García Vega: "En la robótica todavía hay mucho por hacer dentro de varias disciplinas y áreas de la ciencia y la tecnología. El reto de esta rama de la inteligencia artificial sería ir más allá de que las máquinas aprendan cosas, entonces la robótica no está muerta".

La también catedrática en la Facultad de Informática de la UV, agregó que la robótica tiene un futuro muy prometedor para el ser humano, ya que se emplea y puede ser utilizada para diversas actividades de precisión como en la medicina, en terapias de rehabilitación o puede ser parte de la solución al problema de la basura o del empleo racional de los recursos.

García Vega explicó que el empleo utilitario de robots u objetos mecánicos es muy antiguo, pues data desde los griegos, y se sabe que los chinos empleaban artefactos para ciertas actividades. Su existencia surge del interés del hombre por desarrollar máquinas que hagan trabajos que el hombre no quiere hacer y muchas veces se debe a la curiosidad de saber y dar respuesta de cómo hacemosciertas tareas.

Para ello, dijo la catedrática de la MIA, se comienza por lo elemental, por cuál es el tipo de actividades que, por ejemplo, realiza un jardinero: "Éste riega con agua, entonces tendremos que ver cómo aprovechar este recurso. Una de las situaciones por las que se decide fabricar máquinas es para que emulen de una cierta manera los trabajos que nadie quiere hacer. La tecnología es un desarrollo que el hombre ha tenido para satisfacer ciertas necesidades y para explorar cómo desarrollamos cosas".

Sobre la inteligencia artificial, García Vega aseguró que toda la tecnología es utilitaria, pero también ayuda a reflexionar sobre lo que es la inteligencia: "La inteligencia artificial nació en un momento dado de la mano de la cibernética y ésta lo que anda buscando es qué principios generales del razonamiento humano, de la inteligencia humana hay, y ese tipo de interés lo puede tener la psicología o la neurofisiología pero cada una de estas disciplinas utiliza sus herramientas particulares para aprender más sobre el funcionamiento de estos elementos".

Dijo también que los robots son una alternativa ante el problema del estudio del cerebro, pues se dificulta separar el objeto de estudio de nuestras creencias, de nuestra cultura, de nuestra formación: "Los robots no tienen un cerebro como el nuestro, pero son máquinas que hemos construido y conocemos, que las entendemos; entonces tratemos de crear los robots para entender esos principios generales de nuestra inteligencia".

En el caso de los robots se trata de ver si los dos modelos se ajustan o qué diferencias hay para detectar dónde está el error, el principio general, y muchas veces lo que pasa es que sí existen investigaciones, pero no se tiene el modelo experimental, de ahí que el empleo de modelos robóticos sea la propuesta más viable, aseveró la investigadora.
Sin embargo, hay gente que se opone a eso y pide que nos olvidemos de las máquinas y que se busquen otros principios y otros modelos y eso también
es válido.

La investigación en robótica continúa, ya que la tecnología va alcanzando un límite y se tiene que buscar con qué opciones se puede modificar ese límite, no tenemos resueltos los problemas con los robots, aseguró García Vega y como ejemplo citó al robot que se mandó a Marte para ver todo lo que hace falta en materia de estudio de la robótica.

"En ese robot se desarrollaron varias tecnologías de punta, una de estas fue la de telecomunicaciones. Había una persona en la tierra que podía mandar órdenes al robot, claro que esa orden se tenía que transformar para poder viajar como una onda de radio por el espacio, llegaba la orden después de mucho tiempo y hacía que el robot realizara una tarea y que el robot tuviera la capacidad para controlarse y autonomía y debía permitir el recibir las órdenes de las personas para sacarlo de repente de un estado crítico", aseveró.

La investigadora señaló que los robots no son totalmente autónomos en términos de energía, ya que requieren de ella para poder operar, además de que no son motores tradicionales con engranes o poleas y requieren de baterías o fuentes de energía diferentes. "Por todo lo anterior es que no está muerta la robótica, hay mucho por hacer en varias disciplinas o áreas de la ciencia y la tecnología. Y más allá que las máquinas aprendan cosas. Ese sería el reto", concluyó García Vega.