Año 3 • No. 147 • Agosto 18 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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El estructuralismo explica
las teorías científicas

Dunia Salas Rivera
El estructuralismo no supone una percepción del mundo sino una concepción de cómo son las teorías científicas, el fruto, quizás, más elaborado y útil que tenemos los humanos para conocer el universo.

A su vez, la corriente de pensamiento estructuralista ofrece una adecuada forma de entender o solucionar los problemas en filosofía de la ciencia, actividad que se ocupa de las teorías como producto más evidente y contundente del conocimiento científico, además de que trata de no caer en errores anteriores sino aprovechar procedimientos, técnicas e ideas útiles, aseguró Luis Miguel Peris-Viñé, doctor en Filosofía de la Universidad de Granada (Ugr), España, durante su estancia en Xalapa a propósito del Simposio 30 años de Estructuralismo, organizado por el Instituto de Filosofía de la Universidad Veracruzana y el patronato de Filosofía de la Universidad Autónoma Metropolitana.
Peris-Viñé reconoció que un logro del estructuralismo es tratar de apropiarse de lo mejor en concepciones o posiciones anteriores. El filósofo aseguró que esta corriente ha hecho eco de las críticas y los problemas que ha enfrentado la filosofía de la ciencia en este siglo y que ha tratado de ofrecer una propuesta superadora, sin embargo, advirtió que eso no garantiza que sea la mejor. Dijo que en la actualidad, la estructural es la corriente más desarrollada en cuanto al número de personas que trabajan en ella, dentro de lo que se llama enfoque semántico, tipo de acercamiento en filosofía de la ciencia.

Sobre la repercusión que de manera inmediata puede tener la práctica filosófica en general en el entorno social y sus aplicaciones, Peris-Viñé aseguró que no hay que ser muy exigente en plantear que cualquier corriente o posición debe tener una repercusión social inmediata: "La filosofía es una actividad que lleva milenios de existencia y que, curiosamente, los propios filósofos encuentran dificultades para justificarla".

Esa repercusión inmediata no es lo prioritario, además, no es necesario que los resultados de las reflexiones tengan una repercusión inmediata: "Eso vale quizás para otras actividades, incluso para otras de carácter intelectual como puede ser la elaboración de una teoría matemática".

Para concluir, el granadino dijo que la filosofía de la lingüística podría ayudar a elaborar mejores teorías lingüísticas, con lo cual se lograría que problemas que tienen que ver con patologías, adquisición de la lengua materna o de segundas lenguas, entre otros, podrían ser resueltos: "Si tenemos un mejor instrumento cognoscitivo, en este caso las teorías lingüísticas, para conocer cuestiones relativas al lenguaje, al uso, al aprendizaje, eso quizá pueda ayudar a resolver los problemas".