La exposición que cuenta con museografía y curaduría del mismo Morante, será montada de tal suerte que el visitante realice un ejercicio de comparación a manera de juego visual entre el arte de abstracto de Moore y el arte primero producido en Veracruz. Habrá escultura en la que el artista prehispánico de Veracruz entra en los conceptos de la abstracción que son una transición entre el concepto del arte figurativo y el concepto del arte abstracto.

Cubierta del álbum Ovejas.

“En el arte prehispánico de Veracruz también hay obras totalmente figurativas como las cabezas colosales pero hay también otras de transición como las del escultor inglés” dijo Morante sobre el arte primario de Moore que es sobre todo africano, polinesio pero también prehispánico y que como el de otros contemporáneos le dan una nueva valoración dentro de un contexto.

“Henry Moore abreva de las mismas fuentes primarias que artistas contemporáneos como Pablo Picasso o Kiyoshi Takahashi. Aquí apreciaremos obra del inglés que retoma el arte prehispánico como se aprecia en su Figura recostada; lo reconoce, lo revalora y lo representa en su obra a su manera”, comentó.

De Moore y sus alcances...
Henry Moore ha sido considerado el escultor más representativo de su tiempo. En la segunda parte de su carrera, en particular, demostró que la escultura modernista era, después de todo, sorprendentemente adaptable a las necesidades oficiales. En este sentido, Moore fue el equivalente contemporáneo a grandes escultores neoclásicos como Canova o Throwaldsen.

Moore aprovechó siempre todas las oportunidades que Londres le ofreció visitando museos de manera regular, fue ahí donde se despertó en él una gran fascinación e interés por el arte primitivo: se apasionó particularmente por la escultura precolombina.

A través de su trabajo, Moore demostró que el arte moderno podía bien ser aceptado y absorbido por la conservadora y tradicional sociedad cultural británica de su era. Demostró además que él mismo se identificaba a la perfección con el establishment.

Con el paso del tiempo la demanda de su trabajo creció hasta el final de sus días y tras su muerte los precios de sus obras se incrementan tras cada subasta. Lejanos parecen los días en los que tuvo que la ideología dominante de la escultura apenas figuraba.

Su huella por el mundo queda de manifiesto en sus grandes esculturas semiabstractas de figuras humanas, siendo modelo e influencia de la escultura figurativa del siglo xxi. Nació en Castleford, Yorkshire, en 1898 y estudió de manera formal en la Leeds School of Art y en el Royal College of
Art de Londres.

Se aprecia en sus primeros trabajos, realizados en la década de 1920, influencias precolombinas, de la pintura de Masaccio, Miguel Ángel y de las formas aerodinámicas de Constantin Brancusi. Además de coquetear con la abstracción, experimenta con el naturalismo poniendo a la figura humana como centro de su preocupación y su quehacer artístico.

De la colección que nos ocupa...
La colección Henry Moore y el arte primario que orgullosamente presenta el Museo de Antropología de Xalapa es un mosaico de estilos y formas.

Encontramos piezas muy próximas a la abstracción en la que Moore da vida a formas hinchadas, rotundas, onduladas, con huecos y perforaciones redondeadas que reflejan formas naturales.

Se incluyen piezas de sus temas predilectos que incluyen madres con hijos, grupos familiares, guerreros caídos y, sobre todo, la figura humana reclinada en bronce.

Apreciará el visitante obras que van desde el realismo –como en Figura reclinada– a la abstracción –como en Modelo para Escultura de ovejas redondeada escultura en bronce que a su vez contiene una segunda forma abstracta.

Además y entre otras están expuestas Maqueta para Madonna de Northampton, Estudio para cabeza de una reina, Cabeza de muchacha y Maqueta para Hill Arches. El tapiz Paisaje con figuras de pie, los dibujos Estudio para Cuatro desnudos, Figuras recostadas y Madre e hijo en mecedora y los grabados Oveja y cordero I, Ovejas y Cabeza completan la exposición.

Henry Moore y el arte primario puede apreciarse en el Museo de Antropología de Xalapa desde este mes de septiembre y hasta principios del 2005.