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Le
otorga la UV el doctorado Honoris Causa
Propició Carlo A. Castro la esperanza
en medio de la barbarie: Arredondo
Edgar Onofre |
En
su reconocimiento de las lenguas y tradiciones de los pueblos indígenas,
del profundo conocimiento del otro, Carlo Antonio Castro estableció
un diálogo que enseña que el diálogo y los
acuerdos entre las comunidades son lo más importante para
preservar la convivencia y hacer renacer la esperanza que reclaman
las sociedades en tiempos de incertidumbre y barbarie, aseguró
el rector Víctor Arredondo, durante la ceremonia en que la
Universidad Veracruzana otorgó el doctorado Honoris Causa
a uno los especialistas fundamentales para la antropología
moderna.
Desde los años 50 y a través de sus obras etnográficas
y literarias, añadió, la obra de Castro Guevara estableció
rutas, abrió senderos para vislumbrar el mundo en su compleja
multiculturalidad e infinitas posibilidades de interpretación
y recreación, rescató y difundió la cultura
de los pueblos mexicanos antiguos, de los hombres verdaderos, y
consolidó la antropología mexicana al lado de figuras
trascendentales como Gonzalo Aguirre Beltrán y Alfonso Caso.
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Carlo Antonio Castro. |
El
rector de la UV dijo que la pasión y sabiduría con que
Carlo Antonio Castro permaneció ligado su vida entera a la
Universidad Veracruzana, cuya comunidad le rindió homenaje
como uno de sus más grandes académicos y investigadores,
alimentó su formación multidisciplinar al punto de rebasar
las humanidades y las artes en su prolífica producción
editorial y su actividad docente y de investigación.
En el Museo de Antropología de Xalapa (MAX), ante familiares
y alumnos del destacado científico, Arredondo añadió
que el profundo conocimiento de las lenguas indígenas y extranjeras
de Castro Guevara le permitió profundizar en el conocimiento
de los otros, de la otredad, y con ello, rescatar la identidad de
los pueblos antiguos de México, enriquecer la nuestra, a través
de su riguroso trabajo científico que, sin embargo, siempre
matizó a través de la poesía y la narrativa. |
Carlo Antonio Castro, doctor Honoris Causa por la UV,
el rector Víctor Arredondo y Eduardo Thomaé Domínguez,
representante del gobernador Miguel Alemán Velazco. |
Ya
desde los 50, continuó, Castro Guevara advertía sobre
las apremiantes condiciones de discriminación que viven los
pueblos indígenas y destacó la participación
de las mujeres en la búsqueda de condiciones más justas
para éstos, al tiempo que se promulgaba a favor de cambios
en la organización social de nuestro país que respetaran
la identidad de todos los pueblos y con un alto índice de beneficio
social.
A través de la disciplina, meticulosidad, el rigor científico
y el privilegio de la estética literaria, Carlo Antonio Castro
se afirmó como un intérprete universal del mundo multicultural
y, sin duda, se convirtió en uno de los pioneros del paradigma
del aprendizaje para toda la vida al que, en el marco del sexagésimo
aniversario de la UV, la comunidad estudiosa brinda su reconocimiento,
gratitud y orgullo, manifestó.
Por su parte, Andrés Medina Hernández, investigador
de la UNAM, hizo un repaso de la vida y obra del etnólogo,
narrador y poeta, quien, de acuerdo a su consideración, reúne
lo mejor de la antropología mexicana y, luego de integrarse
a lo que llamó una comunidad de oro entre los años 40
y 70, formó parte de un núcleo de constructores de la
antropología orientada hacia temas como el indigenismo y la
educación.
Medina Hernández identificó múltiples aportaciones
que Castro Guevara hizo al estudio de la antropología y las
artes y, respecto de la Lingüística, aseguró que
el etnólogo formó parte de una política de castellanización
del legado lingüístico de los pueblos indígenas,
así como del estudio de la gramática de estas lenguas.
A partir de su vasto conocimiento de las lenguas tzotzil y tzeltal
desarrolló un método para la enseñanza de las
lenguas indígenas que fue recuperado por estudiosos del país
y el extranjero para, por ejemplo, promover la educación en
lengua quiché y maya.
Castro Guevara dio, sin duda, el primer paso para entender y consolidar
la interculturalidad que llevó a que el conocimiento de las
lenguas indígenas se esparciera por todo el país y su
propuesta de editar el periódico bilingüe Skoplalte
te Mejikolum fue retomada en los 90. |
La comunidad universitaria dedicada a la antropología,
funcionarios, amigos y familiares estuvieron presente
durante la condecoración a Carlo Antonio Castro. |
Sus
trabajos de recolección oral de la herencia cultural de los
pueblos antiguos se constituyó en una metodología para
la antropología y junto a Aguirre Beltrán y Alfonso
Caso sentó las bases para una política indigenista,
explicó.
En lo que hace a la Etnografía, Medina Henández explicó
que las aportaciones de Castro Guevara en obras como Usila, morada
de colibríes y El Banquete de los compadres se convirtieron
en algunas de las más finas expresiones de la conjunción
de tradiciones culturales que conforman el México moderno y
que, en lo que toca a la expresión literaria, Los hombres verdaderos
se ha constituido en una obra clave de la simbiosis entre la narrativa
y los estudios etnográficos. |
El doctor Carlo Antonio Castro y el rector Víctor Arredondo. |
Medina
Hernández aseguró que el gran manejo del lenguaje
que Castro privilegió en sus obras técnicas se ha
convertido en un referente obligado de la literatura y la antropología
mexicana. Resaltó los trabajos de traducción que Castro
Guevara ha realizado de las obras de, por ejemplo, George Foster
y Calixta Guiteras Holmes, abrieron una brecha en temas que al día
son debatidos entre los especialistas, como la tradición
filosófica de los pueblos indígenas.
Además de traductor de poesía japonesa, Castro Guevara
tradujo el Himno Nacional y partes de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos a la lengua tzeltal, según
explicó.
Por
su parte, en lo que llamó una feliz aceptación de
la distinción otorgada, Carlo Antonio Castro brindó
diversos recuerdos de sus maestros, quienes inculcaron su amor por
lo iberoamericano y lo llevaron a identificar en las lenguas indígenas
un universo conceptual que podría enriquecer con semántica
a la lengua castellana.
De Julio
Verne a Víctor Hugo, Castro repasó una vida consagrada
a la lectura que lo llevó a, según sus propias palabras,
privilegiar una formación general, humanista y lingüística.
Al respecto,
el doctor Honoris Causa por la UV, afirmó: La lengua
es el vehículo sonoro de la cultura, la lengua describe al
pueblo que lo habla. Una lengua mal hablada evidencia una mala educación
formal e informal.
El
también Decano de la UV, que ha formado más de 47
generaciones de antropólogos, pedagogos y especialistas en
letras, sumó la máxima distinción académica
de esta casa de estudios a reconocimientos como el Premio Chiapas
en las Ciencias, Pergamino de la Superación Ciudadana, Pergamino
de Fundador de la Facultad de Antropología y el Pergamino
del Gobierno del Estado de Veracruz y del Consejo Nacional para
la Cultura y las Artes. |
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