Año 4 • No. 154 • octubre 4 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
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Embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual, las consecuencias
La mitad de los jóvenes veracruzanos
no se protege en sus relaciones sexuales
Edith Escalón

Olivia Aguilar, Alma Cruz y Benno de Keijzer
coordinarán un diplomado en Salud sexual
y reproductiva, con un enfoque de género.

El 50 por ciento de los jóvenes veracruzanos que tienen relaciones sexuales no reconoce que sus prácticas conllevan riesgos que es mejor evitar, no usan ningún tipo de anticonceptivo, lo cual los coloca en una posición muy vulnerable ya sea para incurrir en embarazos no deseados o bien para contraer enfermedades de transmisión sexual, entre las que se cuenta el Sida.

Esto, según la Encuesta Veracruzana de Juventud realizada por el Instituto de la Juventud Veracruzana (Injuver), que reporta que aunque más del 65 por ciento de los veracruzanos entre 15 y 29 años han tenido relaciones sexuales, sólo el 49 por ciento de ellos ha utilizado un método de protección.

El problema es grave, pues según datos proporcionados por la asociación civil Salud y Género esta población –que puede contraer o contagiar enfermedades de transmisión sexual o procrear sin desearlo– es más del 26 por ciento de la que existe en Veracruz (INEGI, 2001).

A estas cifras hay que añadir el porcentaje de población juvenil que ha tenido relaciones sexuales con más de una persona sin ninguna protección, pues según la encuesta del Injuver es más de 22 por ciento, es decir, miles de jóvenes que diariamente realizan prácticas sexuales de alto riesgo, exponiéndose o exponiendo a otros a problemas de salud, embarazos no deseados o a la muerte, en casos extremos.

Esto sólo refleja lo que ha sucedido en el país en los últimos 30 años, pues la población adolescente se ha duplicado y la de jóvenes ha aumentado casi a la par. De hecho, hoy existen 27.7 millones de mexicanos entre los 15 y 29 años y muchos de ellos viven en circunstancias que incrementan los riesgos para su salud sexual y reproductiva: inseguridad emocional, pobreza, violencia familiar, inexperiencia en
relaciones de pareja, inconciencia, debilidad ante los vicios, etcétera.

Conocimiento no es igual a prevención

Aunque inicialmente se pensaba que saber los riesgos de las prácticas sexuales podría cambiar las pautas de conducta en los jóvenes, estudios recientes han demostrado que el conocimiento no basta para la prevención.

Es cierto que en algunos casos existe una mayor conciencia y cuidado en las prácticas sexuales, como lo reporta la última encuesta de salud realizada por la UV (2003) entre sus estudiantes de nuevo ingreso, pues más del 57 por ciento de ellos reportaron no tener relaciones sexuales, muy por encima del 44 por ciento que se reporta en Veracruz.

Además, según los datos proporcionados por el Centro de Atención Integral a la Salud del Universitario (Cenati) de la UV, más del 76 por ciento de los encuestados reportaron utilizar condón en sus relaciones sexuales y casi el siete por ciento otros métodos de protección.

Sin embargo, los estudiantes que reportaron no usar ningún método anticonceptivo o de protección sexual aseguraron que no fue por falta de información. De hecho, más del 95 por ciento de ellos reportaron que tuvieron suficiente información sobre sexualidad y conocen los riesgos de sus prácticas. Entonces, ¿por qué no se protegen?

Cambiar conductas

Según explicó Benno de Keijzer, coordinador de Salud y Género AC en Xalapa, el verdadero problema radica en que, a pesar de dominar los conocimientos sobre salud sexual y reproductiva, «a la hora de la hora» los jóvenes no se protegen porque no se perciben en un estado de riesgo.

Los muchachos siguen pensando que a ellos no les va a pasar, que no se van a contagiar de enfermedades, que no se van a embarazar o que no van a contraer el Sida, señaló Alma Cruz, psicóloga universitaria y directora del Cenati: “mientras ellos no se perciban en riesgo no van a cambiar sus pautas de conducta”.

Una de las soluciones que los expertos han encontrado a este problema es la puesta en marcha de un diplomado en salud sexual y reproductiva, con un enfoque de género, que dará inicio en octubre próximo, en el que enseñarán a jóvenes a buscar cambios reales en sus conductas sexuales a través de metodologías participativas que les muestren cómo reflexionar sobre sus propios comportamientos.

En él participarán directamente la UV, a través del Cenati, la asociación civil Salud y Género, el Colegio de México, el Instituto Mexicano de la Juventud y el Injuver.

Los temas para su desarrollo serán: Derechos humanos y salud; Salud mental y vida emotiva; De la violencia a la convivencia; Sexualidad y salud reproductiva; Viviendo y conviviendo con VIH/Sida, además de Maternidad, paternidad y cuidado.

Para mayores informes los interesados pueden comunicarse a la asociación civil Salud y Género:
(01-228) 818-9324 (salygen@prodigy.net.mx) o a las oficinas del Cenati (01-228)
815-5124 (cenatisexualidad@uv.mx). Puesto que el proyecto cuenta con el patrocinio de las fundaciones “Mac. Arthur” y “Ford”, además del auspicio del Instituto Mexicano de Salud, habrá posibilidad de becas para estudiantes.