Así lo dio a conocer Alejandro Moreno Hernández, jefe del Departamento de Coordinación de Proyectos de la Dirección de Vinculación General de la UV, área encargada de gestionar la venta de servicios universitarios a distintas empresas del sector público y privado, al tiempo que obtiene ingresos para ofrecer servicios a las comunidades más necesitadas y a las entidades académicas que trabajan con dichos sectores de la población.

Un ejemplo de los beneficios que han significado para la UV trabajar con empresas, es que de Pemex se ha obtenido más de 100 millones de pesos por la realización de 30 proyectos. Pero más allá del factor económico, la comunidad académica ha
podido desarrollar nuevas líneas de investigación y ha realizado tareas en beneficio de la sociedad.

Muestra de ello es el primer proyecto que se realizó en el Municipio de Nanchital luego de la derrama de crudo que dejó a varias familias afectadas. Este proyecto de compensación social duró inicialmente un semestre y estuvo a cargo de investigadores, académicos y estudiantes de diversas facultades de la Región Coatzacoalcos-Minatitlán.

En aquella ocasión, recordó Moreno Hernández, se realizó un diagnóstico de calidad de vida, en el que se reveló que la mayoría de la población en edad no tiene un empleo permanente, y los habitantes no son dueños de los terrenos en donde habitan que, por cierto, no cuentan con los servicios básicos.

Además, se detectaron dos grandes problemas: el alcoholismo y la formación de pandillas. Conscientes de estos problemas, los universitarios realizaron un programa de salud para atender a la población que pudiera haber sido afectada por las emanaciones de hidrocarburo, y para aquellos que por otras causas requirieran del servicio.

Para mitigar los problemas sociales, la Facultad de Trabajo Social organizó actividades deportivas, culturales y recreativas, logrando una respuesta masiva.

Ante tal éxito las autoridades municipales decidieron dar seguimiento al proyecto universitario por más de un año, a tal grado que se instaló un albergue para la estancia permanente de una Brigada Universitaria (BUSS).

Posterior a este proyecto, miembros de la Facultad de Ciencias Químicas emprendieron un nuevo proyecto para determinar los niveles de hidrocarburo en el área cercana al arroyo Tepeyac. El resultado fue que en una extensión de seis kilómetros se encontraron niveles superiores a los permitidos por la Profepa. Con base en estos resultados fue que se ideó la propuesta que ya fue presentada a Pemex.

El proyecto que formalmente se llama «Biorrestauración de suelos contaminados por derrame de hidrocarburo en el arroyo Tepeyac, área de vertiente en Nanchital, Veracruz», involucra a una decena de académicos y de investigadores, que a su vez invitarán a un amplio número de estudiantes para las tareas de muestreo y de remediación de suelo.

Alejandro Moreno afirmó que de ser aprobado y dependiendo de los resultados tendría grandes beneficios para la UV porque se establecería la formación de cuadros profesionales de expertos en limpieza de hidrocarburos, lo cual impactaría en la creación de nuevas metodologías que permitirían ofrecer a Pemex, incluso a más empresas, estos servicios en otras regiones del país.