Año 4 • No. 154 • octubre 4 de 2004
Xalapa • Veracruz • México
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Generalidades de la percepción
angélica en la historia
Roberto Carlos Salas Castro
(Facultad de Historia)
Frecuentemente son entablados diálogos referentes al tema de los ángeles, pero en el fondo de casi todos los discursos sobre el rubro, la noción religiosa no permanece ajena. Concretamente, las representaciones angelicales han sido ingerencia estricta de las diversas religiones a través del tiempo, especialmente y con mayor permeabilidad las derivadas de la Biblia.

Predominantemente, el estadio retórico y lógico que conceden las Escrituras, hace que las diferentes sociedades asentadas en dicho fundamento ajusten complejos sistemas culturales de adaptación cotidiana. Comúnmente, el significado de la palabra ángel esta emparentado al concepto “mensajero”; en términos divinos simboliza el mundo invisible, ascender y descender, origen y revelación, etcétera.

La angelología, doctrina de los ángeles, a decir de Karl Rahner (jesuita alemán), se reduce real e ineludiblemente a la pertenencia del mensaje cristiano donde busca su recto contexto. Sin embargo, distintas civilizaciones también compaginaron la idea angélica por medio de alguna religión específica. Hoy, occidente relaciona el tópico de los ángeles con varias imágenes encontradas en pinturas, arquitectura (iglesias) y artículos comerciales; con base en lo anterior, se puede decir que popularmente se establece a los ángeles con aspecto de seres humanos bellos, alados, vestimentas radiantes, y flotantes.
Es complicado afirmar que la percepción de los ángeles aparece en todas las culturas del mundo, la historia tradicional aún con gran influencia positivista y neopositivista poco se ha esmerado en estudiar este renglón, dejando que la teología y la cristología aglutinen ese conocimiento, ofreciendo como resultado final una sola óptica.

En el quehacer de la historia de la religión, la idea angélica podría ser un tema que abarque muchos puntos interesantes, así como datos con información potencial para investigaciones. También, es acertado hablar actualmente de otras corrientes, aparejadas a la condición humana y la ciencia, que han derivado del interés u observación de los temas angélicos con puntos de vista menos fantásticos, como la angelología agnóstica, la angelética, etcétera. El tema de los ángeles no excluye estudios conexos tanto en el campo de las religiones como en las ciencias sociales, pero el enfoque específico es muy particular.

Los alcances que han tenido las religiones son globales, llegando a registrar grandes virajes y/o transformaciones históricas, los ángeles subyacen en varias religiones. Un diccionario de La Biblia que une las características del Antiguo y Nuevo Testamentos, nos dice que los ángeles son seres espirituales que cumplen misiones entre Dios y los hombres. Esto nos arroja como resultado entender que la concepción de los pueblos judeo-cristianos delimita con exactitud la idea angélica y su repercusión en la vida diaria.

Los comportamientos enfocados al aspecto angélico no son exclusivos de una civilización, los griegos comprendían que Hermes era el mensajero de los dioses, aunque Iris también aparece desarrollando esa tarea, Platón hace referencia de esto y los llama divinos angelos. Los judíos, entienden que su genealogía registra manifestaciones o apariciones físicas de ángeles que son determinantes en el origen y la fe de este pueblo.

Dentro de la teocracia de los persas se ubican a los llamados “siete príncipes de la luz”, mismos que aparecen en la mitología asiria. Los saduceos no aceptaron la trascendencia de los ángeles. Los cabalistas y gnósticos afirmaron que los ángeles eran representaciones alegóricas, formas simbólicas, seres sobrenaturales con variabilidad en su número. José Luis Morales y Marín nos informa a través de su diccionario de iconología y simbología que en 1215, el “Concilio de Letrán”, estableció con el del Vaticano, los pormenores de los ángeles, ratificando que tienen existencia real, fueron creados sin el pecado original y permanecen en estado espiritual no requiriendo cuerpo.

Sin duda, los efectos a partir de este Concilio auxiliaron al mundo cristiano prerenacentista del siglo XIV. Las creaciones artísticas se hacían con base en la información que la iglesia había proporcionado; en la literatura y la poesía también aparecen descripciones de ángeles. Aunque ya desde el siglo iv hay ejemplos aislados de arte cristiano angelical.

Sin duda, la presentación y penetración sobre formalidades angélicas más importantes en la cultura occidental corren a cuenta del cristianismo. A manera de información, anotaremos la descripción que mayormente utiliza el cristianismo acerca de los “espíritus celestes” o ángeles.

Así tenemos que, a decir de la historia de la religión, el sistema de organización de los ángeles del universo bíblico, presupone una categorización inicialmente elaborada en un libro del siglo VI y se piensa escrito por Dionisio el Areopagita –discípulo de San Pablo–, ahí resaltan tres rangos deductivos (con variaciones, anteriores y posteriores, de interpretación subjetiva a las expresiones bíblicas); en el primer nivel genérico se ubican los consejeros celestiales: serafines, querubines y tronos; en el segundo nivel está circunscrito a los gobernadores celestiales: dominios o dominaciones, virtudes y poderes; el tercer nivel genérico lo conforman los mensajeros celestiales: principados, arcángeles y ángeles.

Por otro lado, algunos piensan que Mahoma habló con un ángel y que Confucio los detalla, además, los calvinistas tuvieron estrecha relación con la idea angelical. Definitivamente, la influencia que los ángeles (con su envoltura religiosa) han tenido en el devenir de las sociedades coloca a la idea angélica como un aspecto directo en el comportamiento humano.

Finalmente, hay que subrayar que la historia como instrumento elemental para la construcción del andamiaje del pasado, también puede llevar a cabo métodos que promuevan la eficacia de trabajos en los que típicamente análisis o estudios religiosos intervienen.