
Bernardo
Morteo Pérez
|
Luego
de aprobar satisfactoriamente la primera fase del Vigésimo
Premio a la Composición Arquitectónica Alberto
J. Pani 2004, cuya primera fase se celebró en la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM), Bernardo Morteo
Pérez, estudiante de noveno semestre de arquitectura en la
Universidad Veracruzana en Xalapa, fue elegido como único representante
de la UV y del estado de Veracruz, para visitar el puerto de Acapulco,
Guerrero, y completar así la fase final que demanda dicho certamen.
|
En entrevista,
el estudiante señaló que dicho concurso es organizado
por la Asinea (Asociación Nacional de Instituciones de Enseñanza
de la Arquitectura de la República Mexicana) en colaboración
con la unam a través de un fondo que maneja la propia fundación
Alberto J. Pani.
El concurso contempla dos etapas: la corta que se realiza anualmente
en la unam y la versión larga, la cual tiene lugar desde
hace siete años en universidades sede.
Para llegar a esta fase, Morteo Pérez tuvo que presentar,
en una competencia interna que se efectuó en un sólo
día en la propia Facultad de Arquitectura de la UV, un proyecto
completo sobre una vivienda para cinco personas de clase media alta,
que incluyera aspectos tanto de urbanismo como de arquitectura,
costos y detalles propios de la disciplina.
En la fase final sólo asistirán los finalistas, señala
Morteo Pérez, quien agregó que irá a Acapulco
con otros cuatro estudiantes, tres de la UNAM y uno más de
la Universidad Marista de Mérida, Yucatán, todos con
buen nivel académico, y reconoció que de los 51 proyectos
presentados en la primera fase, todos eran de muy buen nivel.
La Asinea también otorgará un premio de 30 mil pesos
para quien se adjudique el primer lugar, lo que hace más
atractivo este reto: Es una experiencia muy completa, no se
pierde nada, es un premio que trae cosas buenas desde la primera
etapa corta, dice Bernardo, quien señala que el mes
que durará la competencia en ese puerto del pacífico
implica no sólo un reto personal sino además una gran
estancia, para la cual la UV y la Universidad Americana de Acapulco
redoblaron esfuerzos para que los asistentes cuenten con todo el
apoyo necesario.
Indicó que durante la estancia tendrá que terminar
un proyecto arquitectónico hasta sus últimas consecuencias
a nivel de proyecto ejecutivo.
|