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Es
un oasis en un desierto de mentes conservadoras
No es utopía la educación para todos si se aprovechan
las nuevas tecnologías |
Ricardo
Mercado del Collado, Pablo González Casanova,
Víctor Arredondo y Ruy Pérez Tamayo. |
Una educación de calidad que llegue a todos, que sea capaz
de superar barreras socioeconómicas, espaciales y temporales;
que se muestre como la nueva moneda del progreso, plantee con creatividad
y orientación humana modelos innovadores de aprendizaje, y
desarrolle en los estudiantes un pensamiento crítico y proactivo,
no es una utopía. Una educación así es la que
está planteando la universidad pública en el naciente
siglo XXI.
Reunidos por la UV, en la ciudad de Xalapa, unos presentes físicamente
y otros mediante las nuevas tecnologías, cuatro expertos mundiales
coincidieron en que las universidades están llamadas a expandir
la educación y permitir la distribución social del conocimiento,
en una jornada que abrió los debates del foro internacional
Alternativa XXI, que se desarrolló en el marco de la Feria
Internacional del Libro Universitario.
Pablo González Casanova y Ruy Pérez Tamayo, ambos académicos
de la UNAM, presentes en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de
Información (USBI-Xalapa), compartieron puntos de vista sobre
el tema con los expertos Anthony W. Bates (desde la Universidad de
Columbia Británica, en Canadá) y Gabriel Ferraté
(desde la Universidad Abierta de Cataluña, en España).
Para los participantes, el elitismo que un tiempo dominó la
vida académica quedó atrás. “La universidad
no es una biblioteca ni un cúmulo de sabios encerrados en una
torre de marfil”, dijo Ruy Pérez Tamayo, aunque la lucha
por democratizarla “se libre contra mentes conservadoras, aún
en ámbitos insospechados”, añadió González
Casanova.
Junto con el rector de la UV, los cuatro científicos y educadores
dieron sus puntos de vista sobre cómo se percibe hoy el valor
de la educación y el conocimiento y la creciente demanda por
ingresar a los estudios universitarios, que vive una expansión
exponencial frente a las graves limitaciones de la oferta. Todos coincidieron
en que es necesario acrecentar las oportunidades de estudio, siempre
y cuando imperen los criterios de calidad y se aprovechen las nuevas
tecnologías.
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El
rector Víctor Arredondo, el condecorado Ruy Pérez
Tamayo
y el secretario de Administración y Finanzas Elías
Álvarez Vélez. |
En
opinión de Anthony W. Bates, reconocido gestor de la educación
a distancia, tema que dirige en la Universidad de British Columbia,
es materialmente imposible cubrir la demanda con educación
presencial: “Basta recordar que en Canadá, en los últimos
10 años, la demanda universitaria ha crecido un 50 por ciento
y el número de profesores sólo dos por ciento, esto
nos da una idea del problema que definitivamente no se soluciona con
métodos tradicionales”.
Desde Barcelona, el rector de la Universidad Abierta de Cataluña,
Gabriel Ferraté aseguró que en un mundo interconectado,
en el que los recursos económicos son cada vez más escasos,
la lucha por democratizar el conocimiento se gana precisamente con
las armas de la globalización “la gran herramienta es
justamente la tecnología de esa sociedad de la información
y su capacidad mental para adaptarse a cambios constantes”.
La estrategia que plantean fue el impulso a la educación a
distancia y a la universidad virtual, siempre que esté sustentada
en un paradigma centrado en el aprendizaje y no en la enseñanza,
que forme estudiantes capaces de desarrollar una actitud de permanente
búsqueda de nuevos conocimientos y habilidades, voluntario,
comprometido, que les ayude a superar las limitaciones físicas
y temporales de la educación presencial y acorte la brecha
entre ricos y pobres.
Para Bates, “lo que debemos enseñarles a nuestros estudiantes
es aprender a aprender, para que cuando salgan de la universidad puedan
seguir aprendiendo.
Debemos evitar la facilidad y la absorción de grandes cantidades
de información, debemos impulsar a los estudiantes para que
puedan vivir en la sociedad con base en el conocimiento”.
Pablo González Casanova, quien impulsó en la UNAM el
primer sistema de universidad abierta del país hace más
de 40 años, se refirió a las dificultades para lograr
el cambio en las instituciones educativas, generalmente conservadoras.
Recordó las múltiples expresiones de incredulidad ante
la posibilidad de la educación a distancia, y cómo se
han logrado avances que permiten echar abajo esos planteamientos de
pesimismo.
Al referirse a los avances logrados por la Universidad Veracruzana
en materia de educación virtual, cuyo soporte tecnológico
permitió enlazar en tiempo real voz e imagen desde tres sitios
alejados entre sí (Canadá, España y México),
González Casanova señaló: “Siento que en
Veracruz encontraron un oasis en medio de un desierto de mentes conservadoras
y eso me da mucho gusto, porque significa encontrar la universidad
del futuro”.
El rector, Víctor Arredondo, había comentado al inicio
de la mesa redonda sobre el trabajo acumulado por la UV en los últimos
años para el fortalecimiento de su infraestructura de telecomunicaciones,
la formación de un centenar de expertos en educación
virtual y el establecimiento de alianzas estratégicas con instituciones
líderes del mundo en educación a distancia, lo que posibilitan
a la casa de estudios a proponer la creación, en fechas próximas,
de un consorcio veracruzano para educación superior a distancia.
Los ponentes coincidieron en que la distancia que media entre desarrollo
y subdesarrollo, entre riqueza y pobreza, entre poder y servir, está
cada vez más relacionada con el conocimiento. “El conocimiento
es poder”, dijo Pérez Tamayo; “es la nueva moneda
del progreso”, añadió Víctor Arredondo;
para González Casanova, es precisamente esta capacidad de desarrollo
que lleva implícito el conocimiento lo que convierte la democratización
de la educación en una lucha.
“Muchos dirán que no se puede y seguirán oponiendo
los recursos a su alcance para evitar la universidad abierta, la extensión
de la cultura, la eliminación de las castas profesionales”
dijo el científico mexicano, en lo que coincidió con
Gabriel Ferraté, rector de la Universidad Abierta de Cataluña,
para quien “disminuir la brecha digital que hoy existe puede
facilitar la desaparición de la brecha cultural, y por ende,
asegurar un conocimiento que nos lleve hacia el progreso y el desarrollo
mundial”. |
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