
Alejandro
Córdova Hernández.
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Alejandro
Córdova Hernández, destacado estudiante quien bajo la
supervisión de la maestra Consuelo Bolio ha logrado –a
su corta edad– forjarse una sólida trayectoria, se adjudicó
el primer lugar en el Primer Festival Internacional y Concurso
Nacional de Guitarra Sonora 2004 que se llevó a cabo del
24 al 30
de octubre pasados.
El concurso convocó a jóvenes guitarristas mexicanos
menores de 25 años de edad y se desarrolló en Hermosillo,
San Carlos, Guaymas y Empalme. Fungieron como jurados el argentino
Víctor Pellegrini, Martín Madrigal, Julio César
Oliva y Carlos Barbosa Lima quienes decidieron, y luego de deliberarlo
por tres días que a Alejandro se le hicieron una eternidad,
otorgarle el primer lugar al joven guitarrista que llevó la
representación de la UV, un premio que consistió en
20 mil pesos, una guitarra de concierto del constructor Fructuoso
Zalapa y un diploma. |
El certamen
se desarrolló en tres etapas: para la fase eliminatoria,
los concursantes seleccionaron piezas del cubano Leo Brouwer, además
de música a libre elección; la prueba semifinal incluía
interpretar música de Manuel M. Ponce, elegida con libertad,
además de la obra Las abejas, de Agustín Barrios
y música que ellos seleccionaran. En la etapa final, los
participantes ofrecieron un recital de 30 minutos, con obras o movimientos
del periodo barroco, también a libre elección.
La participación de Alejandro en este Primer Festival Internacional
y Concurso Nacional de Guitarra Sonora 2004 que fue dedicado a Leo
Brouwer incluyó también música de Johann Sebastián
Bach, Johann Kaspar Mertz, Julio César Oliva e Isaac Albeniz,
que el joven músico interpretó con su inseparable
guitarra Harmin Hanika.
En plática con Alejandro, dijo que disfrutó mucho
de esta experiencia, pues prácticamente conocía a
todos los concursantes, lo que le dio cierto aire de tranquilidad
al ambiente: “Casi todos tocamos también en Paracho,
así que más que rivalidad se sentía una sana
competencia. No sé si esta vez es en la que mejor he tocado,
pero puedo decirte que ha sido el recital que más he disfrutado,
sentí una gran paz y plenitud”.
No es la primera vez que este muchacho obtiene un primer lugar en
su carrera musical, cualidad que lejos de relajarlo lo obliga a
ser más exigente con sus estudios y a ambicionar crecer más
en lo guitarrístico y en lo personal.
Sobre cuál es la distinción entre un músico
destacado de uno que no lo es Alejandro comentó que la diferencia
no está en las manos: “Todo está en la actitud.
El éxito tiene que ver con una actitud positiva, con tener
una mentalidad de ganador y deseo de triunfar. La victoria nace
en el cerebro, no en las manos”.
Como es de esperarse, Alejandro es un joven equilibrado que, además
de ser sobresaliente en sus estudios de guitarra, tiene una excelente
relación con su familia, particularmente con quien es su
“fan número uno”, su madre quien siempre ha estado
a su lado: “Soy independiente, pero siempre procuro estar cerca
de mi familia, mi mundo sólo es mi familia y mi escuela”.
Haciendo una autoevaluación, Alejandro Córdova considera
que el 2004 le ha dado grandes satisfacciones. Ha sido un año
muy productivo y espera con ansia que llegue el 2005 para saber
a qué nuevos retos se enfrentará. Entre estos planes
está participar en 2006 en el Concurso Internacional de Guitarra
Manuel M. Ponce donde –sin lugar ha dudas– volverá
a dejar el nombre de la UV muy en alto como lo ha hecho hasta ahora.
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