Año 5 • No. 160  • noviembre 22 de 2004 Xalapa • Veracruz • México
Publicación Semanal


 Páginas Centrales

 
Información General

 Información Regional


 Compromiso Social


 Arte Universitario

 Date Vuelo

 Foro Académico

 Halcones al Vuelo


 Contraportada


 Números Anteriores


 Créditos

 

 

 

Conquista primero tu mente
Conocemos el alma de músicos
a través de sus cartas: Ruvalcaba
Edgar Onofre

Atisbar el alma de los grandes compositores en la historia de la música de cámara universal es posible a través de la correspondencia, sobre todo la de carácter amoroso que entablaron con diferentes destinatarios, explicó el escritor Eusebio Ruvalcaba, cuando sustentó la conferencia “El amor como leitmotiv” en la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV).

En el marco de la IV Festival Semana del Músico que organiza esta entidad académica, el autor de Un hilito de sangre aseguró que, tras la atenta lectura de la correspondencia de autores como Haydn, Mendelssohn, Debussy, Schumann, Silvestre Revueltas e Higinio Ruvalcaba, podemos entender que las grandes obras de la música han sido escritas y compuestas “por gente que cojea al caminar, por hombres que voltean a ver a una mujer”.

Ruvalcaba se confesó proclive a la lectura de la correspondencia ajena, aunque advirtió que este hábito de voyeurista es cada día más difícil de complacer, pues aseguró que “los hombres se vacían cuando escriben cartas y establecen una relación de amistad profunda o revelan el sello de sus amoríos”, además de que explicó que las cartas exhiben tanto el bagaje de cualesquiera de los autores y permiten conocer al mismo, junto a las biografías y las memorias que puedan existir de cada uno de ellos, aunque las primeras resultan lo que denominó “memorias agazapadas”.

Así, hemos podido conocer facetas de los compositores que cobran mayor importancia al cotejarla con sus obras, como en el caso del austriaco Franz Joseph Haydn, quien reveló en sus cartas amorosas la intensa melancolía que lo atrapaba cuando componía, o la del alemán Felix Mendelssohn, que aseguraba sólo estar interesado en la música nueva y de la que, dejó testimonio escrito, había demasiado poco en su época.

Ruvalcaba también se refirió a la correspondencia y obra del francés Claude Debussy, quien se quejaba en sus cartas de la falta de comprensión que sus obras padecían y aseguró que no debió contar para comer con los beneficios de su música, y a las de los alemanes Robert Schumann y Richard Wagner. El escritor, hijo del imprescindible violinista mexicano Higinio Ruvalcaba, también se refirió a la correspondencia de su padre y de Silvestre Revueltas, ambos mexicanos, quienes escribieron cartas intensas, “inflamadas de pasión” “por usar la expresión del novelista” a sus mujeres.

“Si los santos dejaran cartas, podríamos saberlos más humanos y cercanos a nosotros”, advirtió, además de que resaltó que las cartas de los músicos resultan íntimas y desgarradoras en comparación con las de los escritores, quienes, dijo, mienten más de la cuenta en sus cartas y exageran. “Mientras las cartas de (el compositor alemán Johannes) Brahms son desgarradoras y miran hacia dentro, las de (el escritor francés Gustave) Flaubert son siempre eruditas y miran hacia fuera”, explicó.

Ruvalcaba también aprovechó el marco de la IV Semana del Músico para hacer la presentación informal del título Higinio Ruvalcaba, violinista: una aproximación, recién editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y que, según explicó, comprende no sólo la biografía de quien es considerado el mejor violinista de México en toda la historia, sino buena parte de la correspondencia amorosa que sostuvo con su última esposa y variadas referencias que músicos y comentaristas de la época hicieron en torno a la composición y ejecución del virtuoso mexicano.