Año 5 • No. 163  • enero 10 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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  Fuentes para la historia: los acervos bibliográficos y archivísticos, memoria e identidad humana
Archivos notariales
Alfonsa Sequera Victoriano
Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información
Diferentes son las fuentes documentales para la reconstrucción de la historia. Una de las más importantes son los archivos; estos tienen una razón de ser objetiva y una significación en cada etapa de su vida.

En el pasado, cuando no existían principios ni reglas acerca de su organización, cumplieron una función primaria en el momento de su creación, pero con el paso del tiempo esos documentos han jugado un papel diferente de acuerdo al tipo de archivo: municipales, civiles, parroquiales, notariales, etc., y en este caso el investigador de la historia local o regional de los pueblos y sociedades hace la interpretación de la información, vincula datos y da seguimiento a personajes, lugares, fechas y acontecimientos para descubrir los porqués de muchos de los sucesos actuales en sus diferentes aspectos: sociales, culturales, políticos, económicos y religiosos.

Desde su establecimiento en tierras mexicanas, los españoles se dieron a la tarea de impulsar diversas actividades que requirieron de legalización para el funcionamiento de la sociedad naciente. Aparecen entonces los llamados escribanos públicos (notarios) responsables de dar un orden legal a la nueva estructura en formación; así los viejos y los nuevos habitantes del virreinato recurrían a ellos para hacer constar los tratos y contratos mercantiles de bienes raíces muebles e inmuebles. Esos documentos con el paso del tiempo no sólo se consideran testimonios en un sentido estricto, sino que dejan entrever todo un tejido social diversificado que permite hacer desde un estudio de género donde intervenían mujeres viudas, casadas, solteras, dejadas, monjas, negras, blancas, mestizas, ricas, pobres, hasta la intervención e influencia de la iglesia en los quehaceres humanos y divinos; así encontramos a un cura comprando a un esclavo negro, un hombre demandando a una mujer por haberle dado dinero para el casamiento y ésta habérselo gastado en cosas ajenas a tal; a un negro cambiando su condición de libre por la de su prometida; a una comunidad indígena entablando litigio por la usurpación de sus propiedades siendo expulsados del centro hacia la marginación.

En fin, al analizar cada documento, encontraremos nuevos aportes: la acumulación de tierras en unas cuantas manos, las relaciones sociales de producción, el crecimiento y expansión de los pueblos y ciudades, la arquitectura de las casas, los trazos de calles, las clases políticas, sociales, culturales y religiosas; la apertura de caminos transitables para bestias y carretas. En general encontramos registros de las transacciones comerciales que permiten descubrir las relaciones entre el viejo y el nuevo mundo. Todo ello implicó cambios e innovaciones trascendentales en la Nueva España, como los procesos de castellanización y evangelización de las comunidades indígenas, que en su análisis nos permiten tener una mejor comprensión de la compleja sociedad con su heterogénea mezcla de razas, culturas y de su evolución en general.

Los archivos notariales de Xalapa, Córdoba y Orizaba son fuentes excepcionalmente ricas e interesantes y constituyen una de las herramientas principales para el estudio de la historia colonial en un ámbito local, regional o nacional, pero estas fuentes por sí mismas no dan respuestas coherentes. El historiador necesita hacer una interpretación del conjunto de datos que sobre un asunto obtenga, ya sea como expresión de conductas generalizadas o manifestación de comportamientos y formas de vida que puedan explicar y permitan comprender el pasado en función de las entidades y realidades regionales y locales para plantear alternativas de solución a los problemas generados desde el virreinato, no como asuntos aislados, sino como partes de un todo para definir sus correlaciones con los problemas nacionales.

Asomarse al pasado a través de los testimonios legados por las sociedades de otras épocas nos permite introducirnos a mundos que muchas veces sentimos lejos de nosotros, pero que están presentes en nuestros comportamientos y manifestaciones diarias, en nuestras costumbres.

Los archivos notariales de Xalapa, Córdoba y Orizaba se encuentran bajo la custodia de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) en Xalapa y están disponibles para quien se interese en conocer nuestro pasado. En fin, estas fuentes documentales apuntan lo secular y lo cotidiano, de colectividades e individuos, de las creencias, ideas, identidades que nos enseñan las contrastadas realidades del ayer y por ende las que aun permanecen. Esta es, pues, una invitación a introducirnos al maravilloso mundo de nuestra historia.

Estos archivos están ubicados en el área de Colecciones Especiales y se encuentran microfilmados para su consulta y reproducción, que es uno de los tratamientos que se les da para evitar un mayor deterioro o pérdida, además de otros posibles gracias al financiamiento que se recibe, por segundo año consecutivo, del Centro David Rockefeller de la Universidad de Harvard.

Fechas de los registros notariales que custodia la usbi:
Xalapa: 1578-1886
Orizaba: 1580-1930
Córdoba: 1635-1933