Año 5 • No. 164 • enero 17 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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  Se trata de su exposición en el Festival del Diseño y las Artes
Podría llegar a Europa el trabajo fotográfico
de Eduardo Zappa
Jorge Vázquez Pacheco

Existe la firme posibilidad de que el arte fotográfico de Eduardo Zappa, concretamente el que se relaciona con su exposición durante el Festival del Diseño y las Artes, recientemente realizado en la ciudad de Xalapa, sea llevado a Francia.

La calidad estética de la colección de este artista bien lo amerita, partiendo de la enorme aceptación que registró al exhibirse en el vestíbulo del Teatro del Estado durante el acontecimiento de referencia.

Para este fotógrafo egresado de la Facultad de Artes Plásticas de la Universidad Veracruzana (UV) y actualmente asignado al servicio de la Dirección de Divulgación Artística, los mejores foros para el arte plástico no son las galerías: “Poner el arte ante los asistentes a los conciertos, ante los que van a las funciones de ballet o a las audiciones de música popular es una de las mejores formas de comunicarlo a las masas, a la gente que no asiste a las galerías porque ni siquiera tiene una clara idea de lo que son aquellos escaparates. Hay qué llevar el arte a donde el pueblo frecuenta”.

Y no le falta razón. La muestra de fotografías, que presenta momentos de conciertos sinfónicos, de óperas, recitales, ballet contemporáneo y folklórico, así como de audiciones de jazz, resultó en un éxito desde el momento en que la gente la observaba desde el exterior, a través de los ventanales del Teatro del Estado.

Por otra parte, Eduardo Zappa no deja de lamentar la actitud de los aficionados a la música –e incluso de los músicos o bailarines mismos– ante su desempeño.
“El fotógrafo es el bicho raro en los conciertos; es el patito feo del arte. Se molestan conmigo porque les aviento el flash o porque estorbo la visibilidad”. Pero al cabo de algunos días, el fotógrafo es el más buscado cuando se requiere una imagen de tal ópera, de aquella audición, de este o aquel acontecimiento. Y lo ha redactado de una forma singular:
“Así, mi cámara se convierte en el gran foro donde se recrean los cantantes, músicos, actores y danzantes. Y con la colaboración de la película puedo detenerlos, sustraerlos... en una palabra, raptarlos. De esta manera también puedo ampliarlos y seccionarlos o colocarlos en la coreografía de la imagen petrificada que decido y a la que obedecen sin protestas ni respingos. Ahora están en mi espacio. ¡Aquí mando yo! Éste es el trabajo que realizo en una sala, en un teatro o en cualquier foro, haciendo de la lente un canal que me conecta a cada sujeto o grupo, para bailar con el danzante, corear al cantante, ritmar con el músico y coactuar con el actor; irrumpiendo con el ‘clic’ en la sala y recibiendo el fisgo del público. Ni modo, pero quedan para la posteridad la imagen y el silencio del aplauso. Esa es mi aportación...”

De esta manera, las mejores tomas de las puestas en escena de Turandot, de La boheme, Carmen, de recitales ofrecidos por el pianista Alejandro Corona o por el también tecladista Edgar Dorantes, entre muchos otros acontecimientos, han sido registrados e impresos por este artista de cuyo nombre no se acuerdan los aficionado a la música, pero que todos observamos y admiramos.

Eduardo Zappa, por lo pronto, espera noticias en torno del traslado de sus fotografías hacia Francia. Las razones para estos planes son diversas.

Inicialmente, el festival Junio Musical 2005 estará dedicado a la música y el arte plástico galo. Después, porque es conveniente que las imágenes que registran la actividad en Xalapa sean conocidas en aquel país europeo; es una buena forma de promoción. Y, finalmente, porque se trata de buen arte fotográfico, digno de los buenos escaparates europeos.

Y mientras en la Dirección de Divulgación Artística ya se preparan para la presentación de una ópera típicamente francesa –Sansón y Dalila, de Camille Saint-Saëns podía ser–, Eduardo Zappa espera noticias acerca de la proyección internacional de su obra.