Año 5 • No. 164 • enero 17 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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  Autonomía
Sergio Valdivia Navarro
Al hablar de Autonomía en el aprendizaje, nos encontramos con un término que amerita una breve reflexión: responsabilidad. Esta palabra y las ideas a que nos remite, se relacionan con todo aquello que hemos escuchado a lo largo de nuestras vidas y que distingue a todo ser humano “maduro”, “serio” y “cabal”.

Recordemos nuestra primera infancia, donde se nos decía de manera reiterada, en múltiples ocasiones: “Tienes que ser responsable con tus cosas”. Creo que lo que nos trataban de decir es no fuéramos a perder nuestros juguetes. Más tarde se nos volvía a repetir: “Tienes que ser responsable en la escuela”. Aquí, creo que se trataba de que no debíamos ir a clase el siguiente día, sin haber hecho la tarea. Estas y muchas otras pláticas de nuestros mayores siempre nos dieron la pauta de que la responsabilidad es una característica de chicos y grandes y que es algo que se premia, pero que si no eres responsable, se castiga por igual.

Pero, ¿qué pasa cuando reflexionamos sobre nuestra responsabilidad ante la vida y ante nuestro entorno, como si nos viéramos frente a un espejo? ¡Pues, por supuesto que nos vemos como responsables! Recordamos cómo hemos atendido a nuestros compromisos y cómo hemos cumplido con nuestras obligaciones. También tenemos muy en claro lo que significa ser irresponsable y con mucha seguridad, tendremos varios ejemplos a nuestro alcance. Tanto nuestros modelos de gente responsable (nosotros incluidos), como los irresponsables, nos dan una clara imagen de lo que es la responsabilidad en nuestras vidas y en nuestro entorno.

Sin embargo, éste es un término que manejamos con cierta discrecionalidad. ¿Qué quiere decir esto? Bueno, pues quiere decir que es un término elástico y flexible que siempre está sujeto a las circunstancias y que, muchas veces, confundimos con las expectativas de los demás. Y esto hace que la responsabilidad esté en función de otros y no de conceptos propios. ¿Qué quiero decir con todo esto? Bueno, a lo que me refiero es que la responsabilidad la manejamos, la reconocemos y la exigimos de acuerdo a subjetividades.

Veamos, si por ejemplo el maestro nos pide una tarea y no la llevamos, podríamos verlo como un signo de irresponsabilidad de nuestra parte, pero si el maestro no la recoge ese día, no pasa nada y el que queda como irresponsable, es el maestro y no nosotros. O sea que una irresponsabilidad mata a otra irresponsabilidad (!). La próxima vez que esto suceda, tendremos excusa a nuestra irresponsabilidad, diciendo que cómo nos pide responsabilidad alguien quien no lo es.

Otras tantas veces, llegamos tarde a nuestras citas: cinco, 10 o más minutos. Pero ese ‘pequeño’ retraso no es irresponsabilidad, puesto que ‘llegamos a la cita’, irresponsable hubiera sido que no hubiésemos llegado. ¿O no? De manera que hay una línea que va de la responsabilidad a la irresponsabilidad. Y no lo vemos como el paso del blanco al negro, sino que tiene muchos tonos de gris, en donde se nos puede calificar de responsables, o de irresponsables, o de simple y ligeramente irresponsables; todo dependiendo de quien nos juzgue y de qué tan responsable sea.

La Autonomía del Aprendizaje sí tiene que ver con la responsabilidad, pero no con una responsabilidad ante los demás, la cual, iremos sorteando según la dirección de los vientos, sino que se trata de una responsabilidad para con nosotros mismos. Y tampoco hablamos de que la responsabilidad sea interpretada como el seguir modelos impuestos socialmente. Aquí hablamos de un nivel de conciencia donde, incluso podríamos “no hacer la tarea”, pero seríamos nuestros únicos jueces y testigos de esas acciones y de las repercusiones de las mismas; que otros pueden tachar de “irresponsables”, va más allá de aquello a lo que nos referimos aquí. Se trata de ser responsables, no ante los demás, sino ante nosotros mismos. Esto nos lleva a ser más conscientes de nuestras acciones y que nos debe hacer mejores y más eficientes estudiantes en las diferentes etapas de nuestra educación. Más información en www.uv.mx/portalcadi