Para
el ejercicio de la medicina es necesario que los estudiantes utilicen
el mejor modelo que existe para ello, el cuerpo humano. Por ello
en la Facultad de Medicina de la Universidad Veracruzana los estudiantes
lo emplean en el anfiteatro de la propia facultad.
Arturo Córdoba Hernández, ayudante técnico
en sala de disección, dijo en entrevista que este tipo
de salas, además de ser ocupadas por estudiantes de la
carrera de medicina, también lo son por estudiantes de
odontología, bioanálisis, veterinaria, biología
y por integrantes del instituto de Neuroetología. Para
las prácticas médicas el cadáver es estudiado
por 40 alumnos de medicina y odontología en dos grupos.
El técnico explicó que los cuerpos llegan embalsamados
desde medicina forense, en el puerto de Veracruz: “Lo que
se hace en medicina es darle un mantenimiento que consiste en
inyectarle sustancias como el fenol por diversas regiones. Una
vez que el cuerpo es preparado se deja reposar de dos a tres días
para que fenol se deposite en los tejidos del cuerpo y no emita
escurrimientos a la hora de que el maestro trabaje ya en su depósito
final que es la plancha metálica”.
Para intervenir un cuerpo al alumno se le da primero una charla
y al iniciar el semestre los estudiantes hacen un recorrido por
el anfiteatro para conocer sobre las actividades que ahí
se desarrollan, e identificarse con el sitio y el futuro manejo
de cadáveres. Córdoba Hernández aclaró
que hay alumnos que no tienen el carácter para toparse
con un cuerpo, y otros que les tienen respeto, o que trabajan
con miedo, “pero todo eso es al principio en los primeros
15 ó 20 días, pasado ese lapso se familiarizan con
ellos”.
Sobre el tiempo de permanencia de los cadáveres en el anfiteatro
de la UV el especialista comentó que se mantienen por un
semestre completo pero la meta es que estén por lo menos
un año a partir de su ingreso, los dos primeros semestres:
“En el primero se estudia a fondo el cadáver y en
el segundo se hace práctica y teoría y puede permanecer
si se le trata bien más de dos años”.
Abundó que para lograr dicha permanencia el mantenimiento
consiste en dos veces por semana revisarlo y continuar con la
aplicación del tratamiento químico, esto consiste
en prepararlos los viernes para el fin de semana y el lunes para
el resto de al semana. El técnico señaló
que sólo se interviene al cadáver cuado por los
motivos en que murió se requiere de cuidados extremos.
En el anfiteatro de medicina de la UV se cuenta con alrededor
de 15 cuerpos para estudio, número que permiten las cuestiones
de políticas que hacen más difícil conseguir
un cuerpo se ha limitado a esa cantidad. Cabe mencionar que por
regla establecida sólo se reciben aquellos del sexo masculino
ello para evitar el morbo entre los estudiantes, ya que antes
se recibían mujeres y niños también. Los
cadáveres que ahí llegan, una vez estudiados y trabajados
en su totalidad regresan a su lugar de origen, que como se mencionó,
provienen del Puerto de Veracruz.
Dentro de las medidas sanitarias que se aplican, se debe mencionar
que los alumnos trabajan con cubre bocas y guantes de látex
y una bata de laboratorio, hasta el momento no se han detectado
infecciones o contagios de los cadáveres con quines manejan
los cuerpos, sólo pasan accidentes como cortaduras leves
resultado de las prácticas.
En relación con lo insólito que pudiera parecer
su profesión señaló que sí hay cosas
extrañas, “hay que recordar que estamos ante cuerpos
y que no se sabe cómo murieron y en qué condiciones
quedaron y se habla de cosas místicas como el alma. En
el anfiteatro sólo se escuchan ruidos provocados por la
presencia humana, son situaciones que a uno lo hacen más
fuertes, pero no ajenos a la muerte”, aseguró.