Año 5 • No. 165 • enero 24 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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En el Laboratorio de Ecología y Conservación de la Facultad de Biología
Estudian la dispersión de semillas
para conocer dinámica del bosque
Ricardo Luna

Investigadores del mundo llevan décadas estudiando el bosque y, sin embargo, se reconoce que recién se comienza a saber cómo funciona. Esto se debe a la complejidad que lo caracteriza: la naturaleza se constituye de procesos que incluyen otros procesos que abarcan series de pasos ligados entre sí con una lógica intrínseca, natural y por supuesto fractal (como las muñecas rusas).

Según investigaciones realizadas por Juan Corral Aguirre y Giovanna Rico Prince, del Laboratorio de Ecología y Conservación de la Facultad de Biología, un ejemplo de ello lo encontramos en el estudio y seguimiento de la dispersión de semillas como factor crucial para comprender los patrones de la diversidad de árboles y su distribución.

Estudios de diversos investigadores han tratado de demostrar las relaciones existentes entre la dispersión de las semillas y la estructura de la vegetación adulta, lo que ha sido todo un reto pues implica el constante seguimiento de las semillas, desde que son desprendidas por dispersores primarios, hasta su germinación cabal.

Corral y Rico agregan que en esta relación entre la dispersión de semillas y la estructura de la vegetación, es decir, del bosque, la dispersión ocurre cuando un agente (el viento, el agua, la gravedad o los animales) transporta la diáspora (la semilla que lleva un nuevo ser) y la deposita en algún sitio que, si reúne las condiciones apropiadas para que germine, contribuye a que se forme una plántula que, al crecer, se estará reclutando una planta adulta para la población y la comunidad vegetal.

Por ende, la dispersión de semillas es un proceso que liga la etapa final del ciclo reproductivo de las plantas adultas con la estructura de la vegetación, y por ello se cree que tiene influencia tanto en la colonización de nuevos hábitat como en mantener la diversidad.

De este modo, los biólogos invierten sus impulsos lúdicos, enfrentándose a problemas como la complejidad del ciclo de dispersión de semillas por los muchos pasos que lo forman, y la corta duración de los estudios. La producción de frutos y la abundancia de dispersores pueden ser diferentes estacional o anualmente, y resulta sumamente difícil determinar el destino de las semillas individuales, desde que se hallan en las plantas de origen, hasta el sitio donde quedarán en espera de poder germinar.

Se piensa que las semillas que quedan depositadas lejos de las plantas que las producen tienen una probabilidad diferente de sobrevivir y germinar que las que quedan cerca, debido principalmente a un fenómeno llamado mortalidad densodependiente, que significa que entre más juntas queden las semillas, una enfermedad o un depredador podrá matar más, y con eso influir en mayor medida sobre la vegetación resultante. El problema radica en la dificultad para detectar y rastrear estos eventos, por lo que durante mucho tiempo han quedado sin cuantificar y no se ha podido conocer su influencia con mayor precisión.

En este sentido, novedosas técnicas modernas –como la de isótopos químicos estables y la de marcadores genéticos moleculares– pueden ayudar en esta labor de hacer corresponder las semillas dispersadas con las plantas que las producen, haciendo posible asimismo detectar los eventos de dispersión incluso a grandes distancias.

Desde el campo de la demografía de plántulas (estudio de la dinámica de las poblaciones), se producen también resultados importantes que señalan que la dispersión de semillas tiene un papel crucial en la creación y mantenimiento de la diversidad de plantas. Aunque Darwin ya había reconocido la importancia de la dispersión de semillas, no es sino hasta los años ochenta que su estudio científico cobra un impulso considerable.

A partir de entonces, se ha subrayado el papel de los animales en esa dispersión y se trata activamente de responder algunas preguntas: ¿cómo y por qué los frutos son removidos de las plantas y dónde son colocados? ¿Cuáles son las tasas de visitación de árboles? ¿Cuál es la dieta de los animales (los llamados frugívoros) que se alimentan de frutos? ¿Cuántas y cuáles especies remueven semillas? Éstas y otras interrogantes están siendo investigadas con gran acuciosidad.