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Buscan
desentrañar las raíces etruscas del Imperio Romano
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Edgar
Onofre |
Cuatro
estudiantes de arqueología de la Universidad Veracruzana participaron
durante 2004 en una serie de excavaciones realizadas por sus pares
italianos en la ciudad de Orvieto, en la parte central de la península,
en un intento por desenmarañar el misterio de la cultura etrusca,
posible origen del pueblo romano.
A partir de la estrecha relación que la UV ha desarrollado
con el Centro de Estudios en Americanística “Circolo
Amerindiano”, que se ha traducido en un número importante
de investigaciones conjuntas y en la incorporación del pionero
de la antropología médica, Tulio Seppilli, al claustro
académico de nuestra Universidad, especialistas de la Universidad
de Macerata, encabezados por Simoneta Stopponi, extendieron una invitación
a los jóvenes veracruzanos para colaborar en las excavaciones
del Campo de la Fiera, la que al momento ha arrojado información
importante sobre ocupaciones griegas, etruscas, romanas y medievales.
Carlos Carballo de Rosales, Tania de la Paz Junquera, Roberto Octavio
Molina Vázquez y José Ángel Ruiz Cabaña,
estudiantes de la Facultad de Antropología, formaron parte
del grupo que se dio a la tarea de hurgar en el misterio de una de
las ciudades más importantes de la cultura antigua italiana,
que no sólo sirvió de fortaleza al Papa católico,
sino se presume pudo haber sido el principal centro ceremonial de
los etruscos, denominado Fanum
Voltumnae por el escritor romano Livio.
Para tal efecto, formaron durante su estancia de mes y medio, aproximadamente,
dos equipos que se ocuparon de examinar una iglesia medieval y un
muro que, según los indicios, habría formado parte de
un recinto ceremonial.
“El trabajo en Orvieto implica excavaciones de todo tipo –explicó
Carballo de Rosales–, desde ocupaciones griegas y etruscas hasta
medievales. Son seis frentes de trabajo, de los cuales participamos
en dos: en una iglesia medieval que tenía ocupación
romana y en la continuación del trabajo que realizamos otros
en la liberación de muros, además de excavar los niveles
estratigráficos”. |
Intensa
labor para descubrir origen de la cultura romana. |
Inventario
de algunos vestigios de la Italia antigua
Durante su colaboración con los arqueólogos italianos,
trabajando en la iglesia medieval, Carballo y Ruiz Cabaña realizaron
una liberación de uno de los muros y los cimientos, entre los
que se encontró un entierro, al parecer del siglo V, y que
pudo tratarse de un varón religioso. Además, el muro
liberado mostró una arquitectura y el uso de materiales típicos
de los romanos y esto “es importante mencionarlo, porque se
probaría la reutilización de espacios sacralizados.
Seguramente la construcción romana que está debajo de
la iglesia se trata de un templo, aunque ignoramos a qué deidad
podría estar dedicada. Las paredes
de esta estructura, ubicada dentro de la nave principal de la iglesia,
están construidas en el estilo romano y cubiertas por un acabado
especial, que lleva colores blanco y rojo”.
Esto reviste un giro importante para la investigación, pues
el proyecto busca encontrar el máximo adoratorio etrusco, según
dijeron. “Durante la excavación se encontró un
camino etrusco, una especie de avenidas de piedra, parecidas a las
Sacbé mayas, que conectaban una ciudad con otra. Incluso en
este camino se hallaron vestigios de un camino griego, por lo que
no es descabellado suponer que debajo de estas construcciones romanas
probablemente hay o hubo construcciones etruscas”.
“Orvieto era una ciudad muy importante dentro de la región.
Como una manera de dominación reutilizaron los espacios sacros
para decir: hasta aquí llegó tu religión y ahora
tienes una nueva. Y como un golpe psicológico, construían
en el mismo lugar. Seguramente es la razón de que la iglesia
medieval está encima del templo romano y mucho del material
de pisos y paredes de éste fue utilizado también en
la iglesia”.
Además, encontraron restos de columnas que podían haber
sostenido la habitación romana, mientras que un poco más
abajo se encontró una pequeña proporción de un
mosaico romano que está hecho de mármol y tesera de
piedra, mediante cuadrados del material que van clavando en el piso.
“Se limpió y se encontró 50 por ciento de lo que
era la habitación romana y encontramos que el piso tiene un
recubrimiento de pintura blanca, acabados de una decoración
geométrica (rombos y círculos) y unos fragmentos de
piso hecho de mármol que podría ser de origen africano,
además de un pedazo de roca caliza que tiene grabada una cruz
(de la época medieval) y que se dice pudo haber sido de un
altar, pues mostraba muescas de ensamble que seguramente iban pegadas
como retablo dentro del altar. El hallazgo del mosaico es importante
porque era una proporción bastante amplia y se encontró
debajo del piso de la iglesia, bien conservado, con diseños
completos. El mosaico estaba adaptado al nivel del suelo, la pintura
bien conservada y permite apreciar la técnica: pequeños
rectángulos de piedra insertos en una capa de malta (el cemento
de los romanos), y donde creaban diseños que, incluso, podían
formar pinturas”. |
Los
estudiantes de arqueología de la UV comparten las labores
de excavación en Orvietto, Italia. |
Los diseños realizados con esta técnica aparecen en
la arquitectura romana, lo mismo en las colonias que hoy forman
España o Francia que en Roma, aunque a decir de los arqueólogos,
seguramente funcionan como un indicador de época. En lugares
como Roma o Florencia, los diseños no son rombos y círculos,
sino pinturas, escenas de la vida romana hechos en el estilo de
tesera. Además, la pintura encontrada en la habitación
romana es roja, color que sirvió a esta cultura para denotar
poderío.
Los estudiantes de la UV, además, participaron en el descubrimiento
de grandes bloques hechos de la piedra volcánica conocida
como Tufo, natural de la región y cuyo uso se ha extendido
hasta nuestros días, que aparentemente funcionaron como lápidas
de numerosos entierros que, sin embargo, no pudieron ser liberados
durante esta temporada de excavaciones.
Asimismo, fueron localizados entierros de la época medieval,
un pozo de 50 por 50 centímetros cuyo uso es desconocido
y que posee la particularidad de que, aunque el agua sea extraída
con una bomba, el pozo se llena de nuevo en algunos minutos y debajo
de él existen restos de lo que parece un canal romano que
llevaba agua al pozo. El interior de éste se encuentra escalonado
y en él se encontraron restos de la cerámica medieval
denominada ática, acabada en amarillo y negro o rojo y que
no es originaria de Italia, sino griega. También se registró
la utilización de buchero negro, que es etrusco y otro tipo
de cerámicas variadas, además del mármol que
se presume sería de origen africano.
Por lo que hace al muro romano, Junquera y Molina Vázquez
participaron del hallazgo de una ocupación etrusca localizada
por debajo del muro, cuya construcción fue realizada con
piedra tufo a partir de grandes bloques dispuestos verticalmente
y otros bloques más pequeños colocados de forma vertical,
en lo que pudo haber sido un recinto ceremonial. En este recinto
fueron localizados huesos descontextualizados, una canaleta que
posiblemente se remonta a la época de la república,
mucha cerámica griega, ática, de buchero negro –interesante
por los colores y dibujos que muestran–, un fragmento de terracota
que muestra una palmera en bajorrelieve y un fragmento con ciertas
letras del alfabeto etrusco, que resultó muy importante para
el proyecto. También, fragmentos de vasos y platos.
El
resurgimiento de los etruscos en Italia
La colaboración de los estudiantes universitarios reviste
especial importancia no sólo por el intercambio académico
que la UV, mediante la gestión de Pedro Jiménez, investigador
del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIHS),
ha establecido con instituciones como Macerata, Peruggia o el Circolo
Amerindiano y que ha devenido proyectos como el del Campo de la
Fiera en Orvieto, Italia, o el del Cerro de las Mesas, en Veracruz,
México, sino porque la atención de los especialistas
italianos por los orígenes etruscos es de cuño relativamente
reciente.
De acuerdo con los jóvenes arqueólogos, “el
estudio de los etruscos data, tal vez, de principios del siglo XX.
Anteriormente existían escritos de cronistas que apenas formaban
recuerdos vagos y desde que los romanos dominaron a los etruscos,
se trató de borrar a esta cultura, pues los romanos no iban
a aceptar que venían de pueblos que consideraban atrasados.
Sin embargo, gran parte de la estructura de la sociedad romana,
sus costumbres, los materiales de construcción, son etruscos”,
explicaron.
“Ciudades como Roma eran tributarias de la liga etrusca, de
la ciudad de Tarquinia, a 30 kilómetros de la actual capital
italiana, y su manera de rechazarlo fue borrar la cultura etrusca.
Los etruscos vienen de una mezcla de pueblos indoeuropeos y de las
sociedades griegas, fue una sociedad muy rica que apenas en el siglo
XX se empezó a estudiar. En este sentido, se han hecho muchos
avances que, incluso, han develado aspectos de las culturas etrusca
y romana que anteriormente no se consideraban: los orígenes
de instituciones como el senado o los gobiernos de las provincias,
que se decían tenían influencia griega.
“Sin embargo, al ahondar en las costumbres romanas, nos damos
cuenta que no vienen de Grecia sino que surgieron en la misma península
y son etruscas. Muchos de los estilos de trabajo, de la cerámica
y virio, son etruscas, y otros como la palma en relieve que se encontró
en las excavaciones son símbolos que vienen del Nilo, en
Egipto. Es probable, entonces, que el estilo de trabajo en frisos
y esculturas haya venido del Nilo, Grecia, Etruria y haya pasado
como legado a los romanos, y no que éstos la hayan traído
de Egipto”.
Orvieto,
ciudad clave de la historia antigua italiana
La ciudad de Orvieto ha sido muy importante a lo largo de su historia,
pues al estar situada en lo alto de una montaña, adquirió
un valor militar estratégico. En la época etrusca
fue uno de los lugares donde los romanos tuvieron que pelear más
para dominar, debido a la geografía que tiene para la ciudad,
y fue para ellos muy importante en batallas posteriores.
Uno de los rasgos más importantes de la ciudad hoy en día
es que el centro está encima de la montaña, en lo
que era la ciudad original y que data de los tiempos de los etruscos,
rodeado por murallas que no están hechas de bloques, sino
talladas en la roca de la montaña. Esto la convierte en una
ciudad de difícil acceso, que sólo tiene dos puertas
(propio del estilo etrusco: los romanos llegaron a colocar cinco
o seis puertas en Roma), opuestas una de otra.
Esta ciudad no sólo fue importante con etruscos y romanos,
sino incluso en tiempos medievales Orvieto sirvió de refugio
al Papa. Prácticamente era una ciudad autosuficiente, pues
contaba con un pozo de agua de 70 metros de profundidad, terrazas
que permitían cosechar dentro de la ciudad, establos.
También tenía importancia como ciudad de paso, porque
llevaba a los santuarios de Bolsena, ciudad cercana que también
perteneció a la Liga de Ciudades Etruscas. Sin embargo, no
se conoce el nombre etrusco para Orvieto, aunque se piensa que se
trataba del mismo nombre con que se conoció al centro religioso
de la región. |
Fortalece
UV colaboración
arqueológica con Italia
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El
proyecto del Campo de la Fiera, en Orvieto, Italia, es apenas uno
de los que han surgido de las relaciones establecidas entre la Universidad
Veracruzana y organismos italianos de antropología como el
Centro de Estudios en Americanística “Circolo Amerindiano”,
la Universidad de Peruggia y la Universidad de Macerata.
Ya en 2003, el estudiante Carlos Carballo había participado
con Simoneta Stopponi en las excavaciones de Orvieto, al tiempo que
estudiantes y especialistas italianos han colaborado con la uv en
una de las ramificaciones del proyecto arqueológico denominado
Ruta de la Obsidiana, que se desarrolla en Veracruz. Es así
que el papel desempeñado por ambos lados propició que
los especialistas italianos convinieran en invitar a un mayor número
de estudiantes y pasantes de la uv para participar en los trabajos
arqueológicos de la península.
A decir de Pedro Jiménez, investigador de la UV y uno de los
principales gestores de la relación con Italia, la colaboración
entre estos organismos se ha ido consolidando poco a poco al tiempo
que permite “que los muchachos que egresan de arqueología
tengan una visión más amplia de la disciplina, de lo
que se hace en otras latitudes. La prueba del buen papel que han desempeñado
es que espacios que hubieran ocupado otros países han quedado
para los mexicanos de la UV”.
En opinión del investigador, los proyectos realizados en Veracruz
y Orvieto, entre otros, son “un buen indicador del impulso que
la UV imprime hacia el exterior. Tenemos jóvenes que están
egresando con buen nivel académico, que se han enfrentado a
sus pares de otros países y han demostrado que su nivel técnico
y teórico es bueno”.
Uno de los proyectos de mayor relevancia desarrollados por los arqueólogos
de la uv en colaboración con sus pares italianos es Cerro de
las Mesas, que se desprende, junto con otros siete similares, de uno
de mayor envergadura denominado La Ruta de la Obsidiana. “Hemos
realizado reuniones durante algunos años en Xalapa, México,
Roma, Peruggia y Sao Paulo para conformar este grupo transdisciplinario.
Cerro de las Mesas es uno de los sitios más importantes de
Veracruz, de origen Olmeca, por todo lo que ha aportado a nivel iconográfico:
estelas, gran cantidad de monumentos”, añadió
Jiménez.
“Sin embargo, está en el olvido. Se visitó hace
10 años el sitio para extraer algunos monumentos, pero es un
sitio que a pesar de que es uno de los más importantes de Mesoamérica,
está prácticamente abandonado: yo diría que es
uno de los sitios mesoamericanos más importantes para entender
nuestra América. Y eso lo tenemos en Veracruz, en la Mixtequilla.
Es ahí donde estamos trabajando con el grupo del “Circolo
Amerindiano”, ya hicimos una primera temporada en 2003 y otra
a finales de 2004”.
El trabajo en redes académicas tejidas entre especialistas
de todo el mundo, a decir del investigador, es fundamental para desarrollar
estudios de esta envergadura. “Así como ellos reciben
apoyo de los mexicanos para ir a Italia a desarrollar trabajo académico,
también los italianos vienen y colaboran con nosotros”,
explicó.
A partir de las redes, podemos tejer un sinnúmero de relaciones
y, por ejemplo, insertar alumnos en otras universidades: hemos conseguido
la estancia de dos alumnos, un egresado de Roma y otro de la UV que
ahora estudian en La Sorbona de París. De esta manera es posible
abrir espacios para los estudiantes y, para el caso de los jóvenes
veracruzanos, permite que sus estudios no se limiten a un espacio
como Mesoamérica, sino que cualquier egresado de la Facultad
de Antropología que se forma como arqueólogo puede desenvolverse
en cualquier latitud del mundo.
Jiménez también explicó que, de esta manera,
los estudiantes de arqueología de la UV pueden incorporarse
a las corrientes migratorias de los jóvenes que egresan de
las universidades del mundo, lo que contribuye a una apertura de espíritu
y conocimientos que les permitirá desarrollarse en otros ámbitos.
Adelantó que actualmente se mantiene realizando gestiones para
ampliar otras posibilidades de colaboración con otros países
que se han interesado en el trabajo de la uv como Cuba y Argentina. |
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