Al
estallar la huelga del Sindicato de Empleados y Trabajadores al Servicio
de la Universidad Veracruzana (SETSUV), las actividades de remediación
ecológica que la casa de estudios realiza por el derrame de
petróleo en el río Coatzacoalcos se entorpecen, aunque
no se han detenido, señaló el vicerrector en la región
Coatzacoalcos-Minatitlán, Enrique Ramírez Nazariega.
Ante esta eventualidad, añadió que se ha creado desconcierto
entre investigadores y gente que ha estado trabajando en este proyecto,
se ha tenido que reprogramar actividades y buscar nuevos espacios
para reuniones de trabajo, lo que ha implicado doble trabajo y recursos
económicos, para poder cumplir con los compromisos que se tienen
con el Gobierno del Estado y con Petróleos Mexicanos.
“Las labores de la UV en lo concerniente al derrame de petróleo
no se detienen; en este momento hay desconcierto, porque los contactos
eran nuestros teléfonos oficiales, nuestras oficinas, entonces
algunas personas que nos buscan en ciertos espacios, se encuentran
con la huelga y es un poco difícil entablar de nuevo los contactos,
sin embargo no se está deteniendo nada. Investigadores de la
Facultad de Ingeniería y Sistemas de Producción Agropecuaria
tuvieron reuniones con personal y directivos del Cetmar, eso significa
que las actividades no se interrumpen ni se suspenden, pero si se
ven afectadas por la huelga”, dijo Ramírez Nazariega.
Contra el espíritu universitario
El vicerrector en la región Coatzacoalcos-Minatitlán
dijo que la postura de la dirigencia sindical en este conflicto va
en contra del espíritu universitario y contra todos los esfuerzos
que han hecho académicos, estudiantes y directivos para poner
el nivel de la universidad en los primeros planos.
“Estos hechos son lamentables y creo que la postura del rector,
de no comprometer el patrimonio y el futuro de la Universidad Veracruzana,
es lo más correcto”, aseguró.
Dijo también que, durante muchos años, la Universidad
ha sufrido este tipo de problemas de emplazamientos y estallidos de
huelga, pero como todo había sido favorable para la dirigente
sindical, se volvió una costumbre: “Es tiempo de sentarse
a negociar sobre bases más razonables”.
Al hablar de las afectaciones que ha generado la huelga a otras actividades
universitarias en esa región, Ramírez Nazariega dijo
que principalmente se daña la imagen institucional, “proyectamos
a la sociedad una imagen de tener un sindicato a todas luces anacrónico,
además del daño que ocasiona detener las actividades
administrativas –como inscripciones, trámites de titulación,
solicitudes de exámenes de Ceneval–, de investigación,
de vinculación, los cursos de capacitación al personal
académico”. Sindicalismo
anacrónico
Enrique Ramírez Nazariega dijo que no se puede esperar hasta
el último momento para hacer peticiones o comentar supuestas
violaciones al contrato colectivo de trabajo, y señaló
que lo óptimo sería que constantemente hubiera una
mesa de negociación y no se esperaran fechas o plazos para
poder atender estas necesidades laborales. También resaltó
que sería recomendable que existiera un verdadero espíritu
de defensa de los derechos de los trabajadores por parte de la dirigencia
sindical.
“Ellos mismos (el sindicato) en algunas ocasiones, aquí
en la región, han perjudicado a sus trabajadores, hay ejemplos,
gente que tenía 12 años trabajando y fueron despedidos
por desconocer algunos puntos de su contrato colectivo de trabajo,
cuando eran muy buenos empleados, ahí es donde se ve si realmente
tienen preocupación por las garantías de los trabajadores”.
El vicerrector propuso que se diera capacitación constante
para los trabajadores: “a la fecha no he escuchado que el
sindicato pida a las autoridades universitarias capacitación
para los trabajadores, eso me parece grave, porque eso debería
ser una de las principales peticiones de cualquier agrupación
sindical”.
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