(Conacyt)
hará una aportación igual, para lanzar una convocatoria
de financiamiento a proyectos de investigación aplicada en
el estado.
En este sentido, aseguró que, si bien el Consejo apoyará
la investigación básica, “en estos momentos
tenemos tal rezago en diversas áreas que debemos atacar,
que la prioridad es la investigación sobre los problemas
más urgentes de Veracruz”.
Para ello, el Covecyt convocará en mayo a un foro
«en el que pretendemos que participe la comunidad científica,
los técnicos, patentadores, industriales, empresarios y productores,
en la detección de los problemas que necesitan de la investigación.
No hay que confundirnos: hay problemas que simplemente necesitan
de la aplicación de la tecnología que ya existe, pero
hay otros que no hemos comprendido bien y corresponde a nuestros
investigadores atenderlos. ”Además, al mismo tiempo
que realizamos este diagnóstico, haremos otro más
amplio para elaborar el programa de investigación científica
para el resto del sexenio y que exige la Ley de Fomento a la Investigación”.
De acuerdo con Tejeda Martínez, especialista en climatología
aplicada y colaborador de universidades del país y del extranjero
en la materia, en el panorama internacional “se ha visto que
hay una relación muy clara entre la inversión en investigación
científica y desarrollo tecnológico y el desarrollo
de los países y las regiones. Esto ha sido detonante del
desarrollo social, económico, cultural, etcétera,
en muchos lugares. Además, debemos señalar que los
grandes centros de investigación del mundo no pueden resolver
todos los problemas, así que las necesidades específicas
de cada región las debemos investigar quienes trabajamos
en cada una de ellas”.
Al respecto, resaltó que en el estado “existen muchas
instituciones sólidas dedicadas a la investigación
como la propia UV, el Instituto de Ecología (Inecol)
y muchas otras que cuentan con buenos investigadores”.
Aunque reconoció que la conformación del Covecyt
llega con algún retraso, en comparación con por lo
menos 20 entidades federativas que ya cuentan con un organismo similar,
estimó que el apoyo anunciado por Herrera Beltrán
y el Conacyt supera por mucho al respaldo que recibiera
10 años atrás el organismo antecedente del actual
Consejo, el Sistema de Investigación del Golfo (Sigolfo).
En aquella época, explicó, el monto más grande
de recursos destinados a la investigación fue de 12 millones
de pesos, a repartir entre las necesidades científicas de
Tabasco y Veracruz.
Por tanto, “debemos hacer un buen trabajo en el foro para
detectar las necesidades del entorno veracruzano así como
grupos potenciales de trabajo que permitan atacar el rezago y las
demandas del estado. El reto es mayor si añadimos que la
categoría de fondos mixtos (en la que se enmarca el convenio
entre Gobierno del Estado y Conacyt) implica convocatorias
nacionales para concursar por el financiamiento de la investigación
y si hay un grupo de trabajo que presente una propuesta viable,
aunque no sea de Veracruz, podría obtener los recursos: eso
nos instala en un esquema de fuerte competencia”.
Tejeda Martínez, al asumir la dirección del Covecyt,
señaló tres planos que serían favorablemente
impactados por la investigación en el estado: la capacitación
y entrenamiento calificado para continuar con la labor académica
pero, principalmente, para el desempeño altamente profesional
en la industria, el campo o los servicios; la comprensión
en su justa dimensión de problemas medioambientales, sociales
o económicos y el hecho de que Veracruz puede ser asiento
de centros de ciencia y tecnología que generen empleos y
derrama económica.
Adalberto
Tejeda, reconocido científico
Frente a la crítica recurrente que se hace en torno de los
directivos de la ciencia y la tecnología en nuestro país,
usualmente de trayectoria política antes que científica
o académica, Adalberto Tejeda Martínez, designado
como director del Consejo Estatal de Investigación Científica
y Desarrollo Tecnológico (Covecyt), adelantó
que “el primer sorprendido fui yo, porque no tengo militancia
política. Parece ser que el gobernador, que es quien designa
por ley al director del Consejo, analizó el currículo
de varias personas y así fue como me invitó a colaborar”.
“Si es mejor el administrador que el científico, será
cuestión de examinar los resultados. Lo que es cierto es
que hubo un tiempo que Conacyt estuvo secuestrado por los
administradores, a mediados de los ochenta.
“De ese lapso, se conoció una cifra que explicaba que
el 70 por ciento del presupuesto se gastaba en administración
y el 30 por ciento en fomento a la investigación y formación
de recursos humanos. Eso es lo que debemos evitar acá. La
idea del Consejo naciente es que sea eficiente y pequeño,
para que no se convierta en un elefante blanco y que los recursos
que consiga se destinen fundamentalmente a la investigación”,
añadió. |
Adalberto
Tejeda Martínez.
Tejeda Martínez es doctor en Geografía por la UNAM
y tiene estudios de saneamiento ambiental en Alemania. Es profesor
de la licenciatura en Ciencias Atmosféricas de la UV y ha
sido coordinador general de Estudios de Posgrado. Su campo de especialidad
es la climatología aplicada, con diversas publicaciones que
lo acreditan como miembro del Sistema Nacional de Investigadores
(SNI), y mantiene una estrecha colaboración con diversas
universidades del país, como la UNAM, y del extranjero, como
las de Barcelona y Albany.
Desde 1995 asesora en el área de climatología de la
dispersión atmosférica a la Planta Nucleoeléctrica
de Laguna Verde, y desde 2003 en materia de tarifas eléctricas/clima
a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Desde hace 20
años, en diversos periódicos del estado, ha desarrollado
el tema de la investigación científica en Veracruz.
Es autor de un ensayo sobre la historia de las ciencias naturales
en la entidad.
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