Además de la UV, en los trabajos de sistematización
de la lengua totonaca están involucrados la dirección
general de Educación Indígena de la Secretaría
de Educación Pública, la dirección de Educación
Indígena de la SEC, el Consejo Nacional de Culturas Populares,
el Instituto Veracruzano de Cultura, el Consejo Nacional de Fomento
a la Educación (Conafe) y el Instituto Veracruzano
de Educación para Adultos (IVEA).
Con base en estudios científicos de fonética y gramática
de la lengua totonaca, el investigador de la UV hizo una propuesta
de alfabeto que es utilizado en la enseñanza bilingüe
que se ofrece en regiones de Puebla y Veracruz.
Los antecedentes
El interés por estudiar lenguas indígenas nació
en la época de la Colonia, cuando se buscaba evangelizar
a la población americana. Por ello, los primeros estudiosos
del totonaco fueron los misioneros católicos que difundieron
el catolicismo en el norte de Veracruz, en el siglo XVI. Estos primeros
esfuerzos dejaron documentos que se encuentran en el Archivo General
de la Nación.
A finales de los años treinta, a iniciativa del presidente
Lázaro Cárdenas, se realizó una investigación
con la mayoría de las etnias mexicanas para tratar de preservar
sus lenguas maternas. Los trabajos estuvieron a cargo de investigadores
del Instituto Lingüístico de Verano, organización
internacional de índole confesional que destacó parejas
de investigadores en las comunidades para aprender la lengua mediante
la interacción directa y cotidiana con los hablantes.
Y fueron estas investigaciones y archivos los que permitieron realizar
una investigación como la que actualmente se lleva a cabo.
La
lengua totonaca
La lengua totonaca es aglutinante, como el español, el alemán
o el náhuatl, esto significa que dos palabras diferentes
se pueden juntar y crear nuevas palabras y, como parte de la convivencia
de culturas, se enriqueció con vocablos principalmente náhuatl
y maya y en la actualidad tienen una relación parecida con
el español.
El totonaca tiene tres variantes segùn las regiones: sierra
norte de Puebla, área de Papantla y área de Misantla,
que no representan grandes cambios pero sí hacen necesaria
la aplicación de un sistema ortográfico consensuado.
Se han identificado 29 sonidos en la lengua totonaca que, con base
en el análisis de la lengua desarrollado por Cresencio García,
se simplificaron en 22 letras.
En el alfabeto propuesto por García Ramos, y que fue aprobado
por la Academia de la Lengua Totonaca, se desecharon algunas grafías
que se utilizan en el español como “hu”, “ca”,
“ci” y “qu”; la letra “c” no
se utiliza en totonaco salvo en la composición “ch”;
no existe la letra “r” a no ser en palabras nuevas,
principalmente onomatopeyas; se maneja un sonido parecido a la “a”
que se representa con un apóstrofe (‘) y que ya era
utilizado por los evangelizadores españoles durante la Colonia,
y existe también representación de sonidos con las
letras “tl”, “ts”.
Los
pasos andados
Ya hay avances en las investigaciones. A partir de un congreso organizado
por varios etnolingüistas en Amixtlán, Puebla, al que
acudieron especialistas indígenas, se elaboró una
propuesta que unificó criterios. Se ha convenido que el totonaco
está integrado por 29 sonidos y, gracias a nuevos trabajos
de Cresencio García, se está integrando un diccionario
de totonaco que ya tienen alrededor de dos mil vocablos.
Se ha creado la Academia de la Lengua Totonaca, en la que 14 representantes
étnicos aprueban las propuestas de modificaciones o nuevos
criterios emanados de los trabajos de investigación que se
siguen realizando.
En el segundo Encuentro Interestatal de Hablantes de Lengua Totonaca
en la comunidad de Coxquihui, Veracruz, en noviembre de 2003, se
retomó la idea de unificar los criterios de escritura ya
en la práctica, labor que hasta la fecha sigue. El esfuerzo
conjunto de las instituciones involucradas en este proyecto ha permitido
que se formalice la enseñanza bilingüe español-totonaca
en la zona norte de Veracruz y en la zona oriental de Puebla.
Crescencio García Ramos
El estudio Fonología totonaca del Tajín,
publicado en 1980 y realizado por Cresencio García, fue el
primer paso para un estudio formal y una sistematización
del totonaco.
“El trabajo de Fonética totonaca del Tajín ha
servido para la formación de maestros bilingües cuando
se profesionalizó la enseñanza de este tipo, pero
ha sido simplemente el inicio de una serie de trabajos que a la
fecha siguen y que tiene por objetivo la creación de reglas
ortográficas para la lengua totonaca”, aseguró
el investigador.
Según García Ramos, es de vital importancia que los
avances que se tengan en el campo de la investigación y la
conformación de un alfabeto común, se lleven a las
aulas para que el totonaca siga vivo. “De nada sirve que nosotros
hayamos estudiado, sistematizado, aceptado un alfabeto y que estemos
en la búsqueda de reglas ortográficas consensuadas
para el totonaco si no se aplica en la práctica, afortunadamente
ya se está llevando a la práctica toda esta investigación”. |
Aunque
los asentamiento totonacos son principalmente en la zona norte de
Veracruz y la sierra oriental de Puebla, también los hay en
los estados de México (cinco mil 433 habitantes, 1.74 de la
población indígena de esa entidad) y Michoacán
(763, que representan el 0.7 de la población indígena).
En Veracruz están asentados en una región denominada
Totonacapan, término derivado del nombre de la etnia, localizada
a lo largo del centro de Veracruz, en la costa central del Golfo de
México y las montañas de la Sierra Madre Oriental. Una
importante región del Totonacapan está asentada en la
Sierra Norte de Puebla, donde habitan 86 mil 392 totonacos que representan
el 2.13 por ciento de la población indígena de ese estado.
Los municipios veracruzanos más importantes de Totonacapan
en el norte son Papantla y Misantla. En la zona alta de la Sierra
Madre Oriental, colindante con Puebla, destacan Coxquihui, Zozocolco,
Mecatlán, Coyutla y Filomeno Mata. |