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La
lluvia está “migrando” a Puebla
Podría ser 2005 el año más seco
para Veracruz por la deforestación
Edith Escalón
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En
esta temporada de estiaje se espera en Veracruz menos lluvia que nunca,
pues la humedad de nuestro estado está “migrando”
hacia Puebla y otras zonas altas, debido a la deforestación
y al reemplazo de bosques y selvas por pastizales y cultivos que generan
cada vez más calor en la atmósfera, como lo demuestran
estudios bioclimáticos realizados por investigadores de la
Universidad Veracruzana y la Universidad Nacional Autónoma
de México.
Luis Barradas, especialista en bioclimatología vegetal por
la UNAM, explicó que a diferencia de las zonas de pinos, abetos
o bosque mesófilo de montaña –que absorben la
energía solar y la transforman–, los pastizales y áreas
agrícolas, al no tener tanta capacidad de captar la radiación
y trasformarla, sólo calientan la capa inferior de la atmósfera
empujando a las nubes (que implican humedad) cada vez más lejos
de la superficie.
Al elevarse las nubes se eleva también la posibilidad de que
éstas “migren” incluso más allá de
las montañas, llevadas por ciertos fenómenos meteorológicos:
“No sólo es posible, esto ya está sucediendo,
pues la humedad que antes teníamos está disminuyendo
y se está presentando ahora en otras zonas, o que es tal vez
un ejemplo claro del cambio climático”.
Tan sólo en Xalapa han dejado de llover desde 1923 más
de 12 mil litros por hectárea cada año, lo que significa
que hoy llueve casi un millón de litros menos que hace 80 años,
cuando se empezaron a llevar registros pluviales, según el
análisis de tendencias de precipitación que realizó
Barradas junto con Juan Cervantes, investigador del Centro de Ciencias
de la Tierra de la UV.
Lo mismo sucede en Las Vigas o El Coyol donde se presenta también
un decremento importante de lluvia, a diferencia de zonas como Ciudad
Cerdán, en Puebla, donde la humedad va en aumento: “Sin
duda esta variación está conectada al cambio del uso
de suelo, a la deforestación, al reemplazo de bosques por pastizales
y a la sustitución de árboles por áreas de cultivo”,
comentó el investigador.
Reconoció que esta variación sólo ha sido evidente
en temporada de estío, como la que enfrentaremos en los próximos
meses: “En temporada de lluvias las variaciones no son determinantes,
pero en época de sequías, las pocas lluvias que se presenten
serán cada vez más escasas, es un hecho científico”.
Barradas comentó que uno de los puntos nodales de la investigación
que realizan conjuntamente
UV-UNAM radica en determinar científicamente qué porcentaje
del cambio climático se deriva de acciones regionales (como
la deforestación) o acciones globales (como la emisión
de dióxido de carbono a la atmósfera). “Si podemos
determinar sus orígenes, podemos elegir mejores estrategias
para revertirlo o cuando menos frenar su progresión”.
De acuerdo con el investigador de la UNAM, la reforestación
es una de las estrategias más completas para lograrlo, pues
los árboles al captar y trasformar la energía solar
revierten el efecto regional de calentamiento del aire y atraen la
humedad, y además son captadores naturales de carbono, absorben
un gas contaminante (dióxido de carbono) y lo fijan en su organismo,
trasformándolo en materia. Es una estrategia muy completa,
afirmó. |
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